2. Conociéndose

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Iker
Estaba guapa, se arregló para ese idiota. Nunca se arreglaba, no se preocupaba mucho por su imagen. Ella buscaba a alguien que la quiera por quién era no por cómo era. Creo que eso veía en Jhak. Debía ser eso, nada más. ¿Qué más le puede ver a ese tío? Si es que lo ve sin tener que agacharse a su altura.
Subimos y no me sorprendió que no haya nadie. Hizo todo este teatro para que yo me hable con mi "mejor amigo". Puso una película y nos sentamos en el sillón. Ella iba a acomodarse en la punta para que yo esté junto a Jhak pero me di cuenta rápido. Me moví a la punta y la jalé de la mano para que se siente en el medio. Me miró en plan "¿En serio? ¿Se permite ser tan inmaduro?". Le regalé una sonrisa de "No te enojes" y empezamos a ver la película. A mitad de esta, el deformado posó su mano en el respaldo del sillón, amagando a abrazarla. Era incómodo porque el hijo de puta tenía sus dedos tocando MI hombro. Lo que faltaba, yo encima quedé de tercero.

María
¡Mierda! Jhak quería... ¿abrazarme? El corazón me iba a mil y me sudaban las manos. Entre todos esos nervios, él acomodó su brazo en mi hombro, sin antes golpear el de Iker con la punta de los dedos. Apoyé mi cabeza cerca de él y noté que le guiñó un ojo a Iker en plan "¿Celoso?" a lo que él respondió volteando los ojos.
Terminó la película y puse en marcha mi plan. Me levanté con la excusa de ir a buscar algo al cuarto pero Jhak me cogió de la mano y me preguntó si quería que él me acompañara. Le mentí diciendo que mi habitación era un desastre y prefería que no lo viera. Me escondí para escuchar, no sabía si abrazarlos o darles una ostia por niños. Jhak miró a Iker y empezó a reírse.

- ¿Qué te ríes? - Le dijo Iker cabreado.

- Has quedado como extra, tío.

- Sí, sí... como quieras. Le haces daño y yo te rompo la nariz. ¿Ella te gusta o no? No la ilusiones.

- Sí, y mucho.

- Bueno, ahora tendré que soportarte más seguido.

- Sí, tendremos que llevarnos bien. Venga, dime qué te molesta de mí así yo lo hago y te hago cabrear aún más. - No pudieron evitar reírse.

- Tu presencia me molesta.

- ¡Que pena! Me tendrás que aguantar y, cuando quiero, soy muy infantil.

- ¿Cuando quieres, nada más?

- Cabrón. - Rió. - Tenía razón María. No eres TAN molesto.

- Lo mismo digo. Te repito, la lastimas y te rompo la cara, ¿vale?

- Vale. - Hubo un breve silencio pero Jhak lo cortó bruscamente pegando un grito. - ¡Ya puedes salir, es obvio que escuchas! - Me tape la boca con las manos e intenté no hacer ruido. - Voy a buscarla.

Me metí rápido en mi habitación y me tiré en la cama con el móvil para disimular, creo que notó el movimiento brusco. Ese movimiento típico de cuando tu madre entra en la habitación para ver si duermes, tiras el móvil a la mierda y te haces el dormido.
Se sentó en la esquina de la cama y me sonrió.

Solo un paso || JhikerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora