Bad Choice

Capítulo 9 -Ordinary Girl-

No, no y no. Me negaba a ver lo que acababa de pasar. ¡Lo mato! a sangre fría como si se tratase de un animal. 

-¿Tu otra vez?- Su ronca voz predominaba el lugar y la tenue luz alumbraba su rostro. 

Balbuceaba incoherencias, estaba tan asustada que no podía realizar acción alguna. Todo este tiempo había discutido con alguien que si el quisiera me pudo haber matado al igual que el hizo con aquel muchacho. -N...no se lo diré a nadie, te lo juro solo no me hagas nada.- Mis ojos se humedecieron dejándome con la visibilidad borrosa.

-¿Porque me temes si no me conoces?- Ya no quería seguir hablando con él, tampoco estar cerca de el. Quería huir lejos de Harry.

Trague saliva desesperadamente, tome una gran bocanada de aire para calmarme y no perder la riendas. -Creo que se lo suficiente de ti al ver como mataste a ese hombre.- Su mano se poso en mi hombro y una energía de temor inundo mi cuerpo por dentro y fuera. 

Sus dedos jugaban con mi corto cabello, que extraño que este tan tranquilo después de haber asesinado a alguien. -Me gusta que te comportes así conmigo.-Sentí como los vellos de nuca se erizaban al instante en que su dedos índice delineaba mi labio. -Sumisa y tranquila.- Desde ahora juraba ser así, si es posible no dirigirle la mirada. Ya lo temí. 

-Y...yo debo regresar con Nelly, debe estar esperándome.- Intente salir pero sus brazos me aprisionaron contra la pared. Vi a mis costados y la tintura hacia que pareciera mas malo de lo que ya era.

-¿Tu crees que te voy a dejar ir después de lo que viste?- Cada vez que estaba junto a el lo único que pasaban eran cosas malas. -No se si recuerdas lo que te dije el primer día que llegaste, te advertí que no te metieras conmigo pero no me obedeciste.- Maldecía por mis adentros haber continuado con un estúpido juego de quien causa mas ira.

-Lo siento, por favor déjame.- 

-Te iras conmigo.- Me agarro fuertemente de mi mano y la tironeo. Salimos de aquel callejón, voltee mi vista y vi el cuerpo ya pálido en el suelo. ¿Que acabo de permitir? me preguntaba para mi misma, estoy dejando que un asesino me llevara con el. Un auto negro frente a mis ojos. -Sube y no hagas drama.- En ese momento la loca idea de salir corriendo me cruzo por la cabeza, pero después me acorde que el me perseguiría y tal vez me matara. Sin hacer caprichos subí a su auto y abroche mi cinturón. Al igual que yo el también subió.

El auto rodaba por las calles oscuras de la ciudad, rogaba por mis adentros que me llevara a casa, el sabia que estaba asustada y que jamas volvería a hablarle o dirigirle la mirada. 

-Cálmate de una buena vez.- Su vista seguía fija en la carretera. -Te llevare a casa, de eso no preocupes.- 

¿Porque me entere tan rápido de su secreto? Tal vez lo provoque, Tal vez me daba curiosidad saber mas de el. Pero no quise saberlo tan pronto. Suspire varias veces y lo vi detenidamente. Jamas un rostro tan perfecto podría llegar a ser un peligro extremo. 

El auto paro frente a mi casa la cual no se encontraba con ninguna luz prendida. Con miedo abrí la puerta pero el le puso seguro. -Antes que te vayas quiero tu numero.- Me paralice, yo no se se lo daría ni aunque este mundo se acabe, así que le di otro numero para facilitar. -Bien te estaré llamando.- Después de eso baje disparada de su auto, no me importaba el frió que hacia en esa noche, solo quería irme lejos de él.

El miedo iba a ser el nuevo apodo de Harry, entre a casa y me asegure de ponerle llave. Al parecer mi padre aun no llegaba y lo agradecía.

Me asome un poco a la ventana y vi como su auto aun seguía estacionado, me retire de la ventana y fui a mi habitación.

¿Como alguien puede producir tanto miedo en ti con tan solo un toque? Mi impresión de como lo asesino seguía a flor de piel. ¿La policía lo sabría? ¿Debia denunciarlo? Eso seria una pésima idea, solo que me quisiera encontrar muerta al siguiente día.

Debía permanecer como una tumba y no decir a nadie lo que había visto. Lo único que estaba ganando con Harry era problemas y mas problemas. El asesinaba y vendía droga mientras tanto yo era como la pequeña e indefensa chica que se daba cuenta de la realidad de otras personas. Y no lo quería aceptar porque me daba miedo.