11

61 15 2
                                    


Creo que si alguien ama a una persona de la misma manera en que te amo no se dará por vencida, por eso lo intenté tanto, no quería rendirme tan fácilmente.
Ahora me doy cuenta de que fue un error.

¿Cómo te encuentras hoy? Espero que bien.

No es sencillo escribirle a la persona con la que charlaba todos los días y ahora tener que resignarme a esconderme detrás de letras. Es duro, ¿sabes? No me imagino si tú estás  pasando por lo mismo o simplemente me ignoras sin el menor ápice de arrepentimiento.

No quiero que renunciemos tan fácil, no después de todos los momentos que compartimos. Después de aquella vez que bailamos juntos, después de acostumbrarme a sostener tu mano, a apoyarte en los momentos difíciles, a lo dulce y cálido de tus labios, a tus mordidas, tus sonrisas, tus bromas, a tratar de hacerte cosquillas aunque sé que no tienes. A recostarme en tu hombro y a sentarme en tus piernas.

Aunque el mejor de mis recuerdos radica en la mañana en que yo me sentía peor que nunca pero te quedaste a mi lado, me abrazaste mientras lloraba y me dijiste que que me amabas.

¿En verdad debemos renunciar a todo eso?

Tal vez cometimos errores, como cualquier par de seres humanos; discutíamos cuando nos enojábamos, sin embargo, siempre terminaba entre tus brazos y sintiendo que a pesar de los problemas nos amábamos.
Sentía que tú eras el indicado.
Lo supe desde un principio.

Siempre he creído en el karma, en que recibes lo que das y en todas esas cosas, como la que dice que lo que mal comienza mal termina.
Nuestra relación comenzó mal, admitámoslo, mucho antes de siquiera pensar en ser pareja nos besamos muchas veces en aquella fiesta, y tú tenías novia.
Todos se enteraron (menos ella) y la que quedó mal fui yo.
Desde entonces me comenzaste a atraer pero aunque tú querías seguir con lo de los besos yo te dije que ya no, que tenías novia y debías respetarla... y en secreto solo quería que terminaras con ella y estuvieras conmigo.

Ese fue el primer error, el primer mal comienzo, ahora, mucho tiempo después de eso, cuando tú y ella terminaron su relación (por causas naturales) nosotros volvimos a hablar, y a ser cada vez más cercanos... el problema es que para ese entonces yo ya estaba con alguien y me importó poco el dolor que pudiera causarle, tú eras algo así como mi platónico, mi pequeño caprichito, y te quería.
Así que no me importó lo que mi novio pensara o sintiera.

Una vez nos vio tomados de la mano, sentados solo conversando, me hizo un drama cuando hablamos después y yo le juré y re juré que entre tú y yo no pasaba nada. Gran mentira.
Tiempo después terminé con él, mil excusas y tú estuviste ahí para ayudarme a superar esa ruptura.

Creo que unas dos semanas después tú y yo ya éramos pareja, y estuvo mal, lo admito, fue horrible, terrible y me arrepiento.
Incluso nos besábamos en frente de él, así qué tal vez me merezco todo lo que esta pasando ahora entre nosotros.

ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora