Capitulo 8 -Phoebe.

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Aquella chica entro con un par de tacones puestos haciendo sonar el piso de su hermosa casa, ingreso al salón de lectura de su padre, lo vio de espaldas buscando un libro.

-Padre- Su voz sonaba tan distinta. Kurt se giró hacia ella y el libro que tenía en manos resbaló.

-Phoebe.- Sus manos se dirigieron a sus labios en signo de sorpresa y en sus ojos se notaban las lágrimas que estaban por salir.-Oh Dios mío Phoebe, ¡cariño que hermosa!- El corrió a abrazarla y ella acepto aquel abrazo pasaron unos minutos que a Kurt le parecieron segundos y a Phoebe le parecieron horas.

-Padre necesito pedirte un favor- Dijo ella frotando sus propias manos.

-Claro cariño, ven. Tomemos asiento.

Se dirigieron a dos sillones de cuero que estaban situados delante de todos los muebles llenos de libros.

-Padre, necesito que...- Kurt la interrumpió.

-Antes que nada cuéntame ¿que ha pasado contigo? Te he rogado por más de tres años para que cambiaras y cuando meno lo pienso ¡BAM! Apareces como toda una princesa.- Phoebe trato de sonreír llevaba un vestido blanco, labios con labial rojo, tacones rojos y su pelo estaba ¡mejor que nunca!

-Padre, te prometo que te lo contare pero tengo que pedirte algo de vida o muerte.- Dijo ella moviedose nerviosamente del sofá.

-Claro. Oh espera.- Kurt se levantó del sofá y contesto el teléfono que se encontraba en el pequeño escritorio, contesto.- Hola.

-Kurt, soy Rachel.- Su voz sonaba desesperada y temblorosa.

-Oh Rachel.- Phoebe se dirigió rápidamente hacia su padre y le hacía señas para que cortara la llamada.- ¿Que sucede?

-Kurt necesito tu ayuda, Barbra desapareció. Ayer que la llevaba al internado.- Kurt la interrumpió.

-Un momento, ¿ella sabía lo del internado?

-¡No! ¡La llevaba engañada! Ella pensaba que la llevaría por un helado.- Rachel se encontraba sola en su cuarto, y sus lágrimas no paraban. Su casa estaba llena de reporteros y ella no podía salir.- Ella ya estaba en mi auto pero yo aún me encontraba dentro de mi casa checando que todo estuviera bien al salir no estaba en la camioneta, pensé que regreso a su cuarto así que volví, no la encontré por ningún lugar de la casa, entre en shock. La llame varias veces pero nunca contesto, no sabía que hacer así que cuando volví a la entrada de mi casa estaba llena de fotógrafos, no sé como pero la puerta estaba cerrada así que no me vieron. Estoy escondida en mi habitación desde ayer. Kurt tienes que ayudarme.- Rachel no paraba de llorar, se encontraba sentada en el piso de su habitación recargada en su cama.

-Oh dios mío Rachel, voy ahora mismo a tu casa.- Kurt corto la llamada. Estaba por salir de su pequeña biblioteca cuando Phoebe se interpuso.

-Padre tengo que decirte algo antes.

-Phoebe, Barbra ha escapado y teng...

-Yo sé dónde está.

El sonido de alguien tocando la puerta me despertó era Quinn y traía una bandeja llena de comida venía con una gran sonrisa esa mujer sí que era hermosa. Se sentó en la esquina de la cama.

-Hola Barbra, te he traído de desayunar.- Puso la bandeja encima de mis piernas yo le sonreí.

-Gracias. ¿Podríamos hablar por un segundo?

-Claro, pero tú come.

-No entiendo nada de lo que pasa, ¿podría explicarme?

-Oh bueno lo que te dijo Phoebe ayer es verdad peo ella me dijo lo mismo que te dijo a ti, creo que tenemos que esperar a ver el resultado de su charla con Kurt.- Quinn lucia confusa. A la vez calmada a la vez nerviosa.

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