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Primer Dia: "El Inicio de una Tormenta"

-Caminaba con tranquilidad a mi casa, me encontraba algo agotado ya que el día en la escuela había sido pesado, pues había tenido exámenes, exposiciones y educación física la materia que algún día me mataría dada a mi poca condición física.
Conforme caminaba me sentía observado, volteé unas cuantas veces pero no era capaz de notar nada raro, aun así no me se tía tranquilo así que tome otro camino, entre en una pequeña calle algo solitaria y al voltear logre ver como alguien se escondía así que comencé a correr, a los segundos tuve que parar para recuperar el aliento pues aun faltaba para llegar a mi casa, aun así me sentía que había perdido al tipo-

Habían sido semanas de verlo salir de su escuela. Sin duda era él indicado. Era tan lindo... No podía sacarlo de su mente ni imaginar un futuro en él que un chico tan lindo como él de cabellos lilas no estuviese.
Había intentado llevárselo él día de hoy, pero al parecer él era demasiado tímido aun, pues al sentir que lo seguía corrió.
"Tranquilo, bebé. Pronto estaremos juntos". Pensó separándose de donde él otro estaba.
Tenía un plan. Mañana sería él día en que por fin estaría con su amado. Con quien estaba destinado a estar.

-al recuperar el aliento comenzó a caminar de nuevo con tranquilidad pues había volteado un par de veces y ya no notaba nada- "seguro fue mi imaginación" -se tranquilizó con ese pensamiento hasta llegar a su casa.
En la mañana se levantó a la misma hora se dio un baño se puso su uniforme y antes de salir de casa discutió con su madre por no haber lavado su ropa, salió molesto de su casa y decidió colocarse sus audífonos- ni que fuera tan importante -musito en bajo sin prestar mucha atención a su camino-

Lo vio por la mañana y sonrió al verlo tan ocupado en su camino.
Pasó muy lento a su lado y al final detuvo su carro y bajo la ventana polarizada.
-Eh, niño. Me podrías decir donde queda esta calle? Me han dado esta dirección y soy malo leyendo mapas.-dijo sonriendo le un poco.
Ese día se había molestado un poco en su apariencia y a primera vista parecía un chico con el que querrías salir a toda costa.
Cabello negro brillante, traje de diseñador y auto Caro. Se podía pedir algo más?

Oh, claro permitamelo -se quito sus audífonos y tomo el mapa para ubicarse en el mapa- es fácil, solo siga derecho, hasta la segunda cuadra ahí da vuelta a la derecha y lo que esta buscando es un edificio grande, muy fácil de ver...mm mi casa esta aun lado, si quiere lo guió si quiere -reviso la hora en su celular y le dio igual que fuera un poco tarde, después de todo su primera clase era tutoría y no hacían mucho- tengo tiempo así que no habría problema si lo llevo

Claro, ven sube. Tu me indicarás el camino.-dijo sonriendo sin demostrar la malicia que todo eso encubría.
Bajó del auto y le abrió la puerta de a un lado.
"Vaya, fue más fácil de lo que pensé." se dijo cuando vio al chico subir al carro.
Rápidamente subió por el lado del conductor y comenzó a conducir.

-como ya era costumbre se colocó el cinturón de seguridad- bueno ahora es todo derecho -miraba hacia enfrente hasta que llegaron a la parte en que tenia que dar vuelta- y aquí da vuelta a la derecha -dijo señalando la calle, pero comenzó a ponerse nervioso cuando vio que el tipo se seguía derecho y comenzaba a acelerar- di-disculpe...pero ya se paso...tenia que dar vuelta en la cuadra anterior -volteo a verlo con cara de borrego asustado- señor, bajeme, tengo que ir a la escuela, por favor

Si, bueno, no lo creo. En verdad eres demasiado inocente. No es así? Tus padres nunca te enseñaron a no subirte en los automóviles de extraños? Vaya, no te preocupes. Ahora yo te cuidaré y nadie te hará daño.-dijo sonriendole un poco y aparcando en un callejón con los seguros del automóvil puestos.
Antes que el chico pudiera hacer algo se lanzó sobre el y le tapó boca y nariz con un trapo en el cual tenía cloroformo.-Shhh, puedes dormir, bebé. Papi te cuida. Sabes que todo está bien... Nadie te hará daño. Yo te cuido...