Recuerdo el día que, con una de mis compañeras, intentamos saber tu nombre.
Recuerdo cuando te seguimos lanzando nombres al azar y así lograr que con alguno te voltearas.
Volteaste cuando nombramos Daniel, pero no le dimos mucha importancia, solo disimulamos cuando volteaste.
Incluso recuerdo haber hablado con chicos que estudiaban contigo para averiguar así tu nombre cuando digo hablamos, me refiero a mis compañeras, yo no podría hacer algo así.