Capítulo 10 – La casa de Elton John (Elton John’s) Danny: En nuestro primer concierto en Hammersmith Apollo, mi mamá empezó a platicar con una familia en el bar. Se llamaban los Swells – Al y Deb y sus dos hijas. Mi mamá se entendió con ellos, y se hicieron amigos. Con el tiempo, Al se convirtió en una figura paterna para mí. Él y Deb eran amigos de toda la vida con Rod Stewart, y pude conocerlo a él también. En Noviembre de 2007 fuimos a Irlanda a dar un concierto para Childline. Rod tocaba la misma noche y tenía un jet privado esperando para regresarlo a casa. Me dijo que tenía tres lugares extras, así que tres de nosotros podíamos regresar con él si queríamos. Tom: Obviamente Danny tenía que ir porque era amigo de Rod; era el cumpleaños de Dougie, así que decidimos que él debería tener un lugar; lo que sólo dejaba uno. Harry y yo jugamos piedra, papel o tijeras para decidir. Harry perdió, así que me uní a Danny y Dougie. Harry: Así son las cosas, pero para suavizar el golpe, Inglaterra jugaba contra los Ashes, así que pude regresar al hotel a verlo. Placeres simples… Danny: Nos encontramos con Rod en el aeropuerto. Cuando viajas en un jet privado, no pasas por la seguridad usual del aeropuerto, así que tuvimos que entregar nuestros pasaportes antes de abordar. Rod es un bromista. Como un alumno travieso. Pero no pensamos dos veces antes de darle nuestros documentos, subirnos al avión y disfrutar un gran viaje de regreso a Londres. Rod tenía un coche esperándolo en la pista. Antes de subirse, nos dijo adiós y nos dio nuestros pasaportes. Hasta que su carro se alejó vimos nuestros pasaportes y vimos que había dibujado penes en ellos con marcador permanente. Tenía uno en mi foto, ¡saliendo de la parte superior de mi cabeza! Le hablamos después y se estaba carcajeando por su pequeña broma. No hay duda de que rió aún más cuando supo los problemas que tuvimos después de eso, usando pasaportes con penes para viajar por el mundo. Lo oficinas de aduana no son conocidas por su sentido del humor y he perdido la cuenta de las veces que nos han dicho cuán inmaduros somos, y cómo no les divertían los garabatos de Rod. Al final tuvimos que sacar nuevos pasaportes. Tom: El siguiente año, nos pidieron que hiciéramos el sencillo de Children in Need. Siempre quieren un cover de una canción que todos conozcan, así que pensamos en grabar ‘Stay With Me’ y ver si Rod querría colaborar en ella. Dijo que cantaría en el sencillo con nosotros, pero de algún modo nunca sucedió, y terminamos grabándolo solos, Danny y yo cantando. Era una canción difícil, pero lo hicimos bien y la cantamos en Children in Need. Abrimos el programa, así que fue algo importante. Estábamos en una gira de conciertos en el momento, así que teníamos que viajar en helicóptero de Children in Need a nuestro propio concierto en Birmingham esa tarde. El helicóptero aterrizó, nos subimos al autobús y el celular de Danny sonó. “¡Amigos!” gritó. “¡Soy Rod!” Nos reunimos mientras Danny ponía el celular en altavoz. “Danny, amigo,” dijo Rod, “fue genial – pero ¿porqué no cantaste todo tú? Ese otro chico, su voz no es lo suficientemente rockera…” ¡Gracias, Rod! Estuve de pésimo humor en ese concierto de Birmingham. Nada como que Rod Stewart se queje de ti para quitarte la diversión de un concierto. Nuestro álbum de grandes éxitos fue lanzado contra nuestra voluntad. Frustrante, por decir lo menos. Ahora nos encontramos queriendo recuperar un poco el control, así que cuando nuestros managers sugirieron que una opción sería hacer el siguiente de manera independiente, la tomamos. Si lanzábamos un álbum bajo nuestra propia disquera, tendríamos completo control creativo. No habría interferencia de terceras partes. Podríamos hacer lo que quisiéramos. Era arriesgado. Tendríamos que financiarlo todo nosotros. Grabación, publicidad, todo lo que una disquera normalmente hace, y de manera experta, sería nuestra responsabilidad. Pero sentimos que podíamos con el reto. Así que obviamente, estaríamos viendo la situación como empresarios. Cuidando hasta el último centavo. Tratando de ahorrar en todo. Bueno, no exactamente. Primero que nada, necesitábamos unas vacaciones. Pero también necesitábamos trabajar en canciones para nuestro siguiente álbum. ¿Por qué no combinar ambos? Viajamos a Barbados. La idea era que nuestras novias nos acompañaran la primera semana del viaje, y cuando se fueran nos pondríamos a trabajar. La primera parte del plan salió perfectamente, y tuvimos unas vacaciones increíbles como banda. Aunque una vez que las chicas regresaron a casa creo que ni siquiera hablamos sobre nuestro nuevo álbum, mucho menos empezamos a trabajar en él. Sólo nos divertimos en la playa y nos emborrachamos en la noche. Compartimos habitaciones, y una noche Dougie se emborrachó tanto que mojó la cama. Olvidó decírselo a Harry, y la siguiente noche nuestro baterista se encontró con un colchón con un delicado aroma. Quizá algunas alarmas debieron haber sonado, si Dougie se emborrachaba tanto que no podía controlarse. Pero no sonaron. Sólo nos estábamos divirtiendo, y ¿quién quiere pensar que algo pueda estar mal, cuando todo parece estar bien? Harry: Era el último fin de semana antes de Navidad cuando nos invitaron a tocar en el concurso de Miss Mundo en Johannesburgo, compartiendo el escenario con Alesha Dixon. Sólo una visita rápida, llegar el Viernes, irnos el Domingo, pero puedes imaginar que nuestras novias nos dijeron adiós con sonrisas forzadas. En lo que a nosotros concernía, no tenían de qué preocuparse – no podíamos imaginarnos que algunas de las concursantes se molestara siquiera en hablar con cuatro Ingleses en una banda. El show salió bien, y después fuimos a una cena en el hotel en donde las Miss Mundo se habían quedado las últimas dos semanas. Habían tenido que dormir a las 9, y no habían podido beber ni salir con chicos. Ahora estaban listas para soltarse el cabello y los únicos chicos de su misma edad éramos nosotros. Dougie, Tom y yo estábamos en relaciones serias y no teníamos intención de salirnos del camino. Era lindo mirar, pero no había posibilidad de que tocáramos. Aunque al final de la cena, muchas de ellas vinieron a pedirnos fotografías. Nuestra estrategia fue quedarnos sentados en la mesa, pero Danny tenía otras ideas. Tom: Las Miss Mundo se sentían atraídas hacia Danny como palomillas a la luz. Mientras servían el café, tenía a seis o siete de ellas rodeándolo, peleando por su atención. Si hubiera muerto en ese momento e ido al paraíso, habría aparecido en el mismo lugar. Danny: Es verdad. Tenía una relación en casa, pero no era feliz en ella, y era demasiado cobarde como para terminarla. Ahora estaba en una habitación llena de las mujeres más hermosas del mundo, y estaba determinado a aprovecharlo. Dougie: Una vez que la cena terminó, Danny se paseó por el lugar mientras el resto nos quedamos juntos. Fuimos a un club dentro del hotel con Fletch y la increíble Alesha Dixon. Recién me había perforado la nariz; cuando dije en broma que Alesha tenía una risa como de rana, giro un poco el arete en mi nariz y terminé sangrando. Lindo. Tomamos un par de tragos y bailamos un poco (Harry y yo hicimos un pequeño espectáculo en el que bailamos muy gays una canción de Wham!), pero todo estaba bajo control. Harry: Miss Kazajistán me pidió el número de mi habitación. Le di uno falso… Pasaron años antes de que Danny reapareciera, de la mano de Miss Inglaterra, sonriendo como el gato que consiguió al ratón. Danny: Estaba sonriendo por dos razones. Era genial salir con una “Miss”, pero también me dio un escape de mi relación. No hice más que besarla, pero en casa le dije a mi novia que no podía seguir con ella después de haber sido tan miserablemente infiel. Ella estaba dispuesta a darme otra oportunidad, pero tomé la salida fácil. La relación terminó del peor modo. Para ahora debes tener la impresión de que no siempre he tratado a las mujeres en mi vida de buen modo. Estarías en lo correcto. Era joven, soltero y sólo quería pasarla bien. Aunque en ese entonces no sabía que esa noche en Miss Mundo me llevaría a conocer a alguien que convertiría al viejo Danny en alguien completamente nuevo. Desafortunadamente, aún tendría que esperar más de un año para que eso pasara. Dougie: Fletch siempre había dicho que por el precio de grabar en Londres, podríamos viajar a Australia y grabar allí. Y nosotros siempre habíamos dicho: “Fletch, eso es mentira.” Era como una manta roja para un toro. Ahora que estábamos por nuestra cuenta hizo todo lo posible para que sucediera. Así que para grabar el álbum que se convertiría en Radio:ACTIVE viajamos a Australia por diez semanas. ¿Cuál es el punto de ser el jefe si no te puedes consentir de vez en cuando? Volamos a Sidney en Enero del 2008. El plan era empezar a buscar inmediatamente un lugar genial en el cual vivir las siguientes diez semanas. En vez de eso, empezamos a beber casi en el mismo momento en que tocamos tierra. Nuestro primer día se perdió en una nube de cerveza y tragos. Perdimos la cuenta de cuantos bares nos corrieron – literalmente nos tomaron del cuello y nos sacaron. Harry se peleó con un bravucón y tenía las cicatrices para probarlo. Para el momento en que regresamos a nuestro hotel esa tarde, estábamos listos para desmayarnos. Cuando despertamos la siguiente mañana, todo se sentía horrible. No podíamos quitarnos la bizarra sensación de que Australia nos odiaba. Tomamos la extraña decisión de curarnos la resaca haciendo la escalada del puente Sydney Harbour. Así que estábamos en la cima del puente Sydney Harbour, escuchando a nuestro guía decirnos cuántas personas habían muerto en su construcción y exactamente qué pasaría si te caías. Difícilmente lo que quieres escuchar cuando tienes una resaca como la nuestra. Y durante los siguientes cuatro días, cuando no estábamos buscando dónde vivir, fuimos los perfectos ingleses en el extranjero, subiéndonos al tren hacia Manly Beach cargando toallas de playa y usando sandalias, solo para terminar rojos como langostas en un viaje marítimo lleno de australianos fornidos. Aun así, la primera semana de nuestro viaje no fue un éxito descalificado. Las cosas empezaron a mejorar, una vez que encontramos un lugar genial en el que quedarnos. Estaba en Manly, un suburbio al noreste de Sidney, enfrente del océano. Era increíble. Todo un lado de la casa era una gran ventana que daba al mar, y podrías abrirla toda y dejar entrar el ambiente. El interior era moderno, el tipo de lugares que normalmente ves en revistas. Incluso los baños tenían vista al mar. Tom: No estoy seguro de cómo me sentía sobre eso – las ventanas funcionan de ambos lados, y algunos momentos son mejores en privado… Dougie: Diariamente viajábamos por 40 minutos a la ciudad al estudio que usábamos. En cuanto a viajes, no era tan malo – sobre el Puente Sydney Harbour, pasando la Opera House. No era como subirse al metro para cruzar la ciudad. Y siempre estaba soleado. Nos consentimos con algunas clases de surf, así que cada mañana íbamos a surfear, antes de hacer nuestro increíble y escénico viaje al estudio a la una de la tarde. Grabábamos hasta las diez u once, y luego regresábamos a casa en coche con las ventanas abajo y el viento soplando. Y aparte de nuestro coctel el primer día, vivimos sanamente. Casi no tocamos el alcohol, porque cada día había que pararnos para hacer algo que no involucraba a la bebida. Harry empezó a entrenar para el maratón de Londres, y nosotros nos unimos para algunas de sus sesiones de entrenamiento. Era un McFly con nueva apariencia. Harry: Invitamos a Antony Brant, y también a nuestras novias – Giovanna, Izzy, la novia de Danny, Olivia, y la novia de Dougie, Louise. (Una chica encantadora, cristiana, sin sexo antes del matrimonio – una mala combinación para alguien como Dougie…) Tom: Y además de todo, estábamos grabando exactamente la música que queríamos hacer. Sin interferencias ni intromisiones. Solo nosotros y Jason Perry, que había venido con nosotros y cuyo entusiasmo era tan contagioso como el estilo de vida de relajación que llevábamos. Un amigo de Jason era un hipnotista. Había estado leyendo el libro de Derren Brown en el que explica todo sobre la hipnosis y el tipo de personas más susceptibles: a los que les gusta ser el centro de atención, y sólo necesitan un poco de ánimo para presumir. Lo que me hizo pensar en una persona: ¡Harry! “Amigo,” le dije, “eres el tipo de persona que sería tan fácil de hipnotizar.” Harry: No estaba seguro de si era algo bueno o malo, pero estuve de acuerdo en ir a uno de los espectáculos del hipnotista. Dougie y Danny tenían miedo de subir al escenario, pero Tom estuvo de acuerdo en hacerlo si yo lo hacía y, junto con Izzy y Giovanna, nos ofrecimos cuando el hipnotista pidió voluntarios a la audiencia de cien personas. Traté de relajarme mientras el hipnotista intentaba de ponernos en un estado hipnótico, pero cuando la chica de a lado se durmió en mi hombro me di cuenta que no funcionaba en mí. Vi a mi izquierda, donde Tom estaba sentado, y vi que estaba dormido. Cuando el hipnotista nos dijo que estábamos sosteniendo el helado con el mejor sabor del mundo, la cara de Tom explotó en éxtasis cuando lo lamió. Crucé mi mirada con la de Izzy y me di cuenta que ella también estaba despierta. Bajamos del escenario con otras personas que no estaban hipnotizadas, y dejamos a Tom y a Gi. Dougie: Lo que siguió fue la media hora más entretenida de nuestras vidas. Cuando el hipnotista se dio cuenta que Tom y Gi eran una pareja, sus ojos se iluminaron, pero Tom fue la estrella del espectáculo. El hipnotista lo hizo bailar ballet en el escenario como un hada de azúcar, y golpear el aire cuando la canción de Rocky sonó en los altavoces. Lo mejor de todo, lo hizo enamorarse de otro voluntario vestido de mujer, y cada que el tipo se levantaba la falda, Tom se enamoraba más de él. Tom tuvo que confesarle todo esto a una Giovanna hipnotizada, que se veía cada vez más abatida mientras se daba cuenta que Tom quería dejarla por el tipo con vestido. “De acuerdo Tom,” le dijo el hipnotista. “¿Ves a ese chico en la primera fila? Se ha robado tu pipi.” Tom lo miró. “Amigo, ¿me puedes regresar mi pipi? No, en serio amigo, ¿que no tienes el tuyo?” “Y ahora,” anunció el hipnotista, “tienes de vuelta tu pipi y ¡es del doble de su tamaño!” Tom tenía una gran sonrisa mientras acariciaba su alargada virilidad y se paseaba por el escenario como un perro con dos penes. Danny: Para el gran final, Tom bajó con el público, haciendo un striptease para mí, Dougie y Harry – girando su camisa en el aire, frotándose contra nosotros y feliz de hacerlo mientras le aventábamos dinero. Nadie en la audiencia sabía quiénes éramos, y la mitad de ellos creían que estaba arreglado, porque Tom lo hizo muy bien. Fue casi demasiado gracioso para ser verdad. ◊◊◊◊ Harry: Cuando grabas, el bajo y la batería se graban primero. Una vez terminadas, la sección rítmica está terminada. No tenía mucho sentido en que estuviéramos allí mientras Danny y Tom grababan las guitarras, así que Dougie, Louise, Izzy y yo hicimos un viaje para surfear. Dougie: Íbamos a varias playas en un día, solo aventándonos en el agua y pasándola bien. En una ocasión, estábamos en la última playa del día y empezaban a aparecer nubes de tormenta. El agua se veía gris y un poco misteriosa; las olas que surfeábamos se hacían cada vez más altas. Harry y yo nadamos hacia la orilla esperando una ola cuando vimos 2 aletas aparecer, y luego desaparecieron. Sabía algo de los tiburones. Sabía que, a diferencia de los delfines, tienen aletas caudales verticales que pueden aparecer sobre el agua. Eso era lo que recién habíamos visto: las aletas caudal y vertical de un tiburón, apunto de cenar a un baterista y a un bajista. “¡¡¡¡HARYY!!!! ¡¡¡¡TIBUROOOOOOOOOOOOOOOON!!!!” Nunca me había movida tan rápido. Nadamos a la orilla como maniacos, haciéndonos del baño mientras esperábamos sentir mandíbulas en nuestros tobillos. Estábamos completamente aterrorizados… ¿Así que por qué los australianos se reían de nosotros? Resultó que no era un tiburón, eran dos delfines. ¿mencionamos que éramos los típicos ingleses en el extranjero? Danny: Mientras Harry y Dougie estaban disfrutando, nosotros trabajábamos duro en el estudio. En cuanto a trabajos, el nuestro es el que menos se siente como un trabajo. Aunque pasar cada día en el estudio, sabiendo que la carga está en ti para crear algo, es tanta como la de cualquier trabajo. Es un largo y lento proceso, y puede ser descorazonador a veces si los jugos creativos no fluyen. Pero Australia era un buen ambiente para grabar. Tranquilo. Lenta, pero seguramente, Radio:ACTIVE empezó a evolucionar. Tom: Aprendimos algo sobre escribir canciones. Mientras más personal sea una canción, es probable que más personas se identifiquen con ella. Intenta escribir algo que todos van a entender, y terminarás diluyendo el sentimiento. ‘All About You’, por ejemplo, era muy específica sobre Giovanna y yo, y resultó ser una de nuestras canciones más populares. Radio:ACTIVE fue conscientemente un álbum sobre nosotros. Sobre estar en una banda. Cuando estábamos en la gira de Wonderland, había escrito una canción llamada ‘One For The Radio’, sobre todas esas personas que nos criticaban, aun cuando tarareaban nuestras canciones. Se la había enseñado a Dougie cuando trabajábamos para Motion In The Ocean y no le había gustado mucho. No hay problema. Cuando trabajas en canciones, algunas simplemente no funcionan. Pero de vez en cuando veo viejas ideas, y eso hice cuando escribíamos para Radio:ACTIVE. Es, pensé, una muy buena canción, y las letras resonaban el modo en que nos sentíamos en el momento: un poco frustrados por no ser tomados en serio como una banda, incluso por las personas a las que secretamente les gustaba nuestra música. Se la enseñe a Richard Rashman. Cara de piedra. “Tienes que cambiar la letra, Tom. Nadie se va a identificar con eso.” Pero sabía que si se identificarían. Sabía que era exactamente el tipo de canción que nuestros fans respaldarían. Y resultó que así fue. Más que cualquier otro disco anterior, Radio:ACTIVE fue muy personal. Las letras informaron sobre los triunfos y frustraciones de nuestras vidas, y descubrimos, cuando salió en Julio de 2008, que unió a nuestros fans como ningún otro álbum había podido. Danny: Aunque lanzábamos este disco independientemente, no lo grabamos pensando en un negocio. No nos propusimos escribir las canciones más populares ni para las masas. Era un álbum para nosotros y para los fans. El disco que nosotros queríamos hacer, no el disco que otras personas pensaban que debíamos hacer. Y parece que todos nos respaldaron por esa razón. Nos pusieron en la lista de estrellas en la radio – algo que no es fácil de lograr – y la respuesta de la prensa y la industria fue muy positiva. Tom: El lanzamiento de Radio:ACTIVE fue innovador, a su propio modo. Este era un momento en que la industria musical estaba cambiando. La revolución de descargas estaba en su infancia, y las ventas de discos físicos se desplomaban. Para descargar música legalmente, necesitabas una tarjeta de crédito; para tener una tarjeta de crédito, necesitabas tener 18 años. Muchos de nuestros fans tenían menos de 18 años. Casi de la noche a la mañana, había un obstáculo para que nuestros fans obtuvieran nuestra música. Así que teníamos que ser creativos. Regalamos el álbum con el periódico Mail on Sunday. Éramos la primera banda actual en lanzar un álbum de esta manera, y sentimos que los ojos de la industria estaban sobre nosotros. ¿Fue un éxito? Es difícil decirlo. Ciertamente consiguió que dos millones y medio de álbumes de McFly llegaran a los hogares de la gente en una época en la que las ventas de los discos disminuían rápidamente, y el subsecuente lanzamiento comercial fue completamente aceptable. Y abrió las puertas a nuevos fans – de pronto descubrimos que más chicos iban a nuestros conciertos, mientras que antes nuestros espectadores habían sido femeninas. Quizá Radio:ACTIVE había hecho entender a la gente que éramos algo más que pop prefabricado. Quizá al escuchar más a nuestros propios instintos, nos estábamos dando algo de la credibilidad que queríamos tanto. Harry: También fue el primer disco que llevamos al extranjero. Siempre habíamos querido salir de gira a otros países, pero nunca fue una prioridad para nuestra disquera porque las disqueras no ganan dinero con las giras de las bandas. Ahora que nosotros tomábamos las decisiones, era algo que podíamos hacer. Dimos conciertos en Europa y Japón y, después de que uno de nuestros DVD’s en vivo se posicionó bien en Sudamérica, un promotor nos dio una oportunidad. Puso algunos conciertos a la venta, y se vendieron instantáneamente. Puso algunos más. Pasó lo mismo. Incluso salió en las noticias de Brasil que fans de McFly estaban haciendo fila en São Paulo para comprar boletos. Ni siquiera sabíamos que tuviéramos fans ahí. Ni la menor idea. Cuando aterrizamos en Brasil para empezar nuestra pequeña gira, había 500 fans en el aeropuerto para recibirnos; uno de nuestros vehículos nos sacó a salvo de la pista, y nuestra canción ‘Lies’ sonó en el radio a los 2 minutos. Es bastante increíble escuchar tu canción en la radio en Inglaterra, mucho más al otro lado del mundo. Y de camino a nuestro hotel, vimos espectaculares gigantes de nuestra gira en toda la ciudad. Parecía que McFly era más importante en Sudamérica de lo que pensábamos… Países diferentes tienen fans diferentes. En Japón, por ejemplo, siempre encontramos que son persistentes, pero súper educados. Una vez que salimos de allí, nos despedimos de un grupo de chicas que se había reunido afuera de nuestro hotel, y todas empezaron a llorar. Aunque en Brasil, descubrimos un tipo completamente nuevo de fan. Apasionados, por decir lo menos. Incluso en nuestros primeros días de locura en Inglaterra, nunca habíamos visto algo así. Este era nuestra primera probada de súper fama. Se sentía como ser The Beatles en 1964. Salir de nuestro hotel para ir a un bar era imposible; en los aeropuertos teníamos que saltarnos los puntos de seguridad y ser escoltados directamente a nuestro avión; un grupo de fans había acampado afuera del recinto donde tocamos en São Paulo 15 días antes del concierto, y la fila era tan larga que las cadenas de noticias tenían helicópteros sobrevolando el lugar para grabarlo. Los fans sabían dónde estábamos cada minuto del día. Si teníamos un día libre para relajarnos en la alberca, estaban allí con sus cámaras. ¿Ir de compras? Ni pensarlo. De camino a una entrevista en São Paulo hubo fans que saltaron sobre nuestro coche, abriendo las puertas y tratando de meterse. Salíamos a nuestro balcón en el hotel, y había fans en la calle gritando. Íbamos al gimnasio a hacer ejercicio, y había una fila de fans parados viéndote en la caminadora. En Río de Janeiro nos quedamos en un hermoso hotel en la playa, pero era simplemente imposible bajar a la arena porque tendríamos que batallar con una multitud de fans. Visitamos el Amazonas y ahí estaban esperándonos en la selva, con guitarras en la mano, cantando canciones de McFly. Dougie: Los conciertos en Sudamérica son increíbles. Tan intensos y apasionados como los fans. No había una sola alma en los estadios que no estuviera gritando o llorando. Es como un mundo completamente diferente. No hay seguridad para el público en la mayoría de estos recintos sudamericanos, así que están llenos de fans rudos, niños volando por todo el lugar, y el ruido es implacable. Añade esto al hecho de que no vamos muy seguido, y te lleva a la atmósfera más increíble que puedas pedir en un concierto. No hay otro lugar en el que la experiencia de un concierto de McFly sea siquiera parecida. Danny: Se supone que las bandas deben destrozar habitaciones de hoteles, ¿cierto? Tirar la televisión por la ventana. Está en el libro de reglas. No es así para McFly. Nunca hemos sido de los que llevan el estilo de vida de Led Zeppelin. Con una excepción, y no la recuerdo con mucho orgullo. Sucedió en Sudamérica. En Chile, para ser precisos. Teníamos un día lleno de entrevistas al siguiente día, así que Tom, Dougie y Harry se acostaron temprano. Era lo más inteligente. Era el cumpleaños de una persona que nos acompañaba, así que me quedé despierto para tomar unos tragos con él. No muy inteligente. Hay una bebida chilena llamada pisco. No tenía intención de emborracharme, pero estaban pasando tragos de esta cosa, y antes de darme cuenta, ya había tomado más de los que debía. El resto de la tarde está en blanco. Sólo puedo recordar lo que pasó por lo que otras personas me contaron. Cuando el bar cerró, invité a todos a mi habitación para más tragos. Un chico de seguridad me dijo que no era posible, así que me puse de valiente con él y empecé a empujar al pobre chico. Una cosa llevó a la otra, llamaron a la policía, y traté de golpearlos también – sólo porque no podía hacer una fiesta en mi habitación. Me avergüenza siquiera pensar en ello, porque yo no soy así. Fue Tommy quien me despertó a la mañana siguiente. Estaba parado al pie de mi cama, gritándome. Mis ojos se abrieron de pronto, y me tomó un momento ver la devastación a mi alrededor. Parecía que había explotado una bomba. Colgaba espagueti del techo, en donde había aventado un plato; las lámparas estaban dobladas; había estrellado una mesa de cristal; era como si me hubiera convertido en el Increíble Hulk en mi borrachera. Aparentemente había pedido muchas cosas en servicio al cuarto, y cuando las habían traído no había abierto la puerta. Aún peor que eso, había una carta de queja en el escritorio, diciendo que el hotel pensaba presentar cargos contra mí, y que la policía vendría de nuevo en la tarde. Estaba tan preocupado. Qué idiota. Nunca me había comportado así después de un par de tragos, y espero nunca volver a hacerlo. Bajé a la recepción y me disculpé con el corazón. Me dejaron ir libre, gracias a Dios, así que regresé a mi habitación e hice todo lo posible para limpiar el lugar, mientras Tommy tuvo que lidiar con el pequeño asunto de la cuenta por el daño que había causado. Hoy en día aún tengo una gran botella de pisco en mi refrigerador, pero tengo demasiado miedo de tocarla. A pesar de todo, Radio:ACTIVE fue una experiencia positiva para nosotros. Se sintió bien ser los dueños de nuestro destino, y aunque no fue, ni de cerca, uno de nuestros álbumes más vendidos, consolidó a nuestros fans y nos permitió ir en la dirección que queríamos. Tanto, que para el momento en que salimos en la gira de Radio:ACTIVE en Noviembre de 2008, ya estábamos trabajando en nuevo material para nuestro siguiente álbum, con la intención de lanzarlo también bajo nuestra propia disquera. Fue una gira memorable. El diseño del escenario era genial, que se hizo aún más genial cuando empezamos a preguntarnos si había un modo épico de ir del escenario principal al escenario B en medio de la audiencia. Antes lo habíamos hecho caminando, pero ahora empezamos a pensar: ¿qué tal si pudiéramos volar al escenario B? Y cuando nadie nos vio como si estuviéramos locos, empezamos a pensar más… Terminamos con una plataforma transparente que volaba sobre la audiencia y nos llevaba del escenario principal al escenario B. ¿Cómo en Spinal Tap? Trucos aparte, el concierto era genial: ya teníamos cuatro álbumes para las canciones, muchas habían sido sencillos exitosos, y nuestra lista de canciones se veía cada vez mejor. Y nos quedamos impresionados cuando, a mitad de la gira, Fletch anunció que el mismo estudio en Australia estaba disponible para que lo volviéramos a usar. Así que a principios de 2009, después de un corto viaje a Japón para algunos conciertos, nos dirigimos allí directamente. Habíamos tenido un momento creativo allí, y queríamos mantenerlo. Tom: ¿Sabes cómo es cuando tratas de recapturar un momento y no es igual que como lo recuerdas? Nuestro segundo viaje a Australia fue así. Habíamos rentado otra hermosa casa en la playa a lado de donde nos habíamos quedado la primera vez; Fletch y Jason nos estaban esperando, y fue muy emocionante regresar. Pero cuando nos dedicamos a ello, la chispa no estaba allí como antes. No ayudó mucho el que no estuviéramos preparados. Habíamos empezado a trabajar en algunas canciones, pero habíamos aterrizado al oro lado del mundo sin mucha idea de lo que iba a ser nuestro siguiente álbum. Habían programado una semana de pre-producción antes de permitirnos cuatro semanas de grabación, pero gradualmente se volvió obvio que nuestras canciones medio-escritas no estaban funcionando bien. Una mezcla de diferentes estilos. Las canciones en sí eran buenas, pero el proyecto como tal no tenía dirección. Para el momento en que dejamos Australia teníamos las pistas instrumentales de 10 canciones, que definitivamente pudimos haber terminado y lanzado, pero no se sentía bien. Fueron el álbum de McFly que nunca fue. Dos canciones – ‘End Of The World’ y ‘I Need A Woman’ – se sentían diferentes. Un poco más funky. Quizá una nueva dirección. Más que eso, sentíamos que musicalmente, no estábamos en forma, y no era el mejor sentimiento. Tuvimos un verano de no hacer mucho. Para mí, personalmente, no hay nada peor. Habíamos desperdiciado nuestro viaje de grabación, no teníamos nada de qué emocionarnos, y de pronto sentimos que nuestra carrera iba a ninguna parte. Hicimos un intento indiferente de terminar el material que habíamos empezado, pero sabíamos que no iba a suceder. Danny: Hay momentos en tu vida en que sabes que tienes que tomar una difícil decisión. Este fue uno de ellos. El productor de un álbum es una figura clave. Como el director de una película, tiene tanta influencia en el sonido de un álbum como los mismos músicos. A veces más. Así que si el sonido no era el correcto, quizá necesitábamos un par de oídos frescos y un nuevo par de manos en el centro de control. Decidimos sacar a Jason del proyecto e investigar la posibilidad de trabajar con nuevos productores. Jason estaba devastado. Nos sentimos terribles. Él había hecho dos álbumes y medio con nosotros y se había convertido en un amigo cercano de la banda. Trató de persuadirnos de no hacerlo, pero habíamos tomado la decisión. En retrospectiva, quizá debimos haberlo pensado más. Tom: Desechamos la mayoría de la canciones que habíamos grabado, y tratamos a ‘End Of The World’ y ‘I Need A Woman’ como demos. En ese momento seguíamos siendo independientes, pero nuestro experimento de auto-promoción estaba por terminar. Durante la gira de Radio:ACTIVE, Fletch y yo habíamos empezado a trabajar en un musical juntos. (¿Recuerdas que te dije que es un gran músico?) En ese tiempo se estaba reuniendo en Universal Records para discutirlo, y el tema de McFly salió a colación. Fletch les explicó que estábamos trabajando en un nuevo sonido y les enseñó esos dos demos. Los ejecutivos de la disquera enloquecieron por ellos, y nos hicieron una oferta que no pudimos rechazar. Un contrato completamente nuevo. Podíamos mantener la autonomía que teníamos antes, pero tendríamos el respaldo de una disquera importante. Esto podría ayudar de cierto modo, mucho más porque podrían contactarnos con algunos de los mejores productores en el mundo: cuando el director de una disquera importante llama, todos contestan. La idea era que debíamos colaborar con diferentes personas, y ver que salía de eso. Así es como terminamos trabajando con Austin Dallas. Dougie: Dallas Austin había trabajado con todos. Britney, Madonna, Michael Jackson, Pink, TLC. Era intimidante leer la lista de sus trabajos previos. Accedió a reunirse con nosotros en su estudio en Atlanta a principios de Diciembre de 2009. Como este era un viaje para escribir, Harry se quedó en casa mientras Dougie, Danny y yo cruzamos el charco para encontrarnos con Dallas. Harry: También me quedé en Londres por otras razones. Izzy y yo habíamos tenido problemas y recién nos habíamos separado. En su momento, logramos arreglar las cosas, pero en ese momento era un desastre emocional. Los otros podían salir de fiesta en EUA, pero por ahora yo solo quería quedarme en casa. Tom: ¿Fiesta? Bueno, sí. Salir de fiesta viene de la mano con el trabajo, en cuanto a Dallas concernía. Llegamos a Atlanta en la tarde, y nos dirigimos directo a su estudio. No sabíamos qué esperar, o incluso si Dallas estaría allí, y estábamos un poco decepcionados al ver que estaba en un área extraña y no muy agradable de Atlanta. Aunque al entrar al estudio, era algo diferente. Era uno de los lugares más geniales y creativos en los que hemos estado. Las paredes estaban llenas con discos de oro y platino de los millones y millones de discos que había vendido; había arte en todas partes, y grafitis impresionantes; había instrumentos viejos e interesantes por todo el lugar. Y cuando el mismo Dallas apreció media hora después, él era la imagen de lo genial. Le enseñamos nuestro demo y de inmediato le gustó. Le gustó que fuéramos una banda joven escribiendo nuestras música, parecía entendernos, y media hora después estábamos trabajando en nuevo material. Dougie: No llevábamos más de una hora trabajando cuando Dallas empezó a recibir un montón de mensajes. Parecía un poco distraído. “Chicos,” dijo finalmente, “lo olvidé, se supone que debo reunirme con alguien para cenar.” Nos parecía bien – teníamos jet-lag y éramos felices al poder dormir – pero Dallas no quería escuchar nada de que regresáramos a nuestro hotel. “Déjenme ver si pueden venir,” dijo. Envió un par de mensajes más. “Así que, chicos,” dijo finalmente, “¿quieren ir a cenar con Elton John?” ¿En serio? Si, en serio. Media hora después estábamos entrando a un restaurante ocupado y animado, con poca luz. Entre la multitud de gente podías ver a Elton John sentado con un chico joven y apuesto y un viejo rockero con cabello largo. Mientras nos acercamos a la mesa vimos que estaba a mitad de terminar su filete (de algún modo, nunca nos imaginamos a Elton John comiendo filete), con una bebida sin alcohol a un lado. Él y los otros estaban en una mesa pequeña, y hubo un poco de desorden cuando jalamos más sillas para unirnos a ellos. Empezamos a platicar. Para nuestra sorpresa, Elton sabía exactamente quiénes éramos. No sólo eso, resulta que él había crecido cerca de dónde nosotros habíamos vivido, y había dado su primer concierto en un bar al final de esa calle. Fue obvio inmediatamente que Elton era una de esas personas que no tiene miedo de decir lo que piensa, y al principio nos sentimos un poco intimidados al sentarnos en la compañía de esta leyenda – miedo de decir algo equivocado. Pero mientras más platicamos, se volvió más obvio que él era un chico encantador. Nos explicó que vivía en Atlanta un par de meses al año, antes de preguntarnos qué haríamos el siguiente Lunes. Er, no tenemos nada planeado. “¿Por qué no vienen a mi casa a cenar? ¡Demonios, sí! Danny: Tomamos uno o dos cocteles con Elton, y luego regresamos al estudio con Dallas. Debieron haber sido las diez u once de la noche, y asumimos que nuestra tarde de trabajo estaba por terminar. Dallas pensaba diferente. Tomamos algunos shots de tequila, y continuamos trabajando en canciones. Pasaron un par de horas antes de que Dallas anunciara que tenía que ir a hacer de DJ en un club local. Así que nos subimos a los carros y nos escoltaron a la sala VIP del bar mientras Dallas tocaba su set. Una vez que se reunió con nosotros, empezamos a tomar más shots. Podíamos soportar mucho alcohol en aquel entonces – especialmente Dougie, por razones que se aclararán – y emborrachamos a Dallas. Ya eran las tres de la mañana. La noche ya iba a terminar, ¿cierto? Nop. Regresamos al estudio con un montón de gente que había estado en el club. La fiesta continuó. Intenté hacer de DJ por primera vez, mezclando a Tina Turner con NWA. Me encantó, e instantáneamente supe que era algo que quería seguir haciendo. La bebida continuó, nuestro demo sonó; de vez en cuando Dallas nos enviaba a la cabina de grabación para cantar una o dos líneas. Pero más que nada sólo nos divertimos. Para el final de la noche le estábamos haciendo calzón chino a un gran productor al que teníamos que impresionar, luchando con él, escondiendo sus zapatos en el refrigerador – básicamente actuando como un montón de niños crecidos y pasándola bien. Y Dallas también se divertía: “Ustedes, son mis chicos, soy su quinto integrante, tienen que hacer su siguiente álbum conmigo…” Y eso fue todo. Parecía que teníamos un nuevo productor. Regresamos tropezando a nuestro hotel a las cinco de la mañana, despertamos con una asquerosa resaca, regresamos al estudio y volvimos a hacerlo todo. Tom: Llegó la noche del Lunes. Teníamos una cita para cenar con una de las estrellas más grandes del pop en el mundo. No es mucho. Elton nos recibió en la puerta de su gigante departamento en Atlanta con un traje brillante de Adidas, nos dio un gran abrazo y nos enseñó el lugar más loco que hemos visto. Todo el piso de este gran complejo de departamentos estaba dedicado a su vivienda, y tenía un piso aparte encima sólo para guardar toda el arte y las cosas que había acumulado a lo largo de los años. Pero su vivienda era como un museo: lleno de pinturas, esculturas y ornamentos. Había una hermosa mesa de café en medio de la habitación, pero no podías poner una taza de café en ella, porque estaba llena de juguetes. Todo estaba prístino – incluyendo los perfectos sillones blancos, así que cuando Danny y Dougie pidieron una copa de vino rojo, estaba tan nervioso de que pudieran derramarlas que casi pido que les trajeran un popote. O, al menos, si Danny podía tomarlo con popote. (Me recuerda la vez que se derramó huevo sobre sí mismo, antes de gritar: “De todos los malditos vegetales…”) Dougie: Nuestras bebidas fueron servidas por dos meseros jóvenes y muy atractivos; y por supuesto, Elton tenía un chef personal para preparar la comida. Tomamos algunos cocteles, y entonces Elton se ofreció a enseñarnos el lugar. El departamento era vasto, y tan increíble cómo puedes imaginarte. Cada habitación estaba aromatizada con diferentes velas; en medio del departamento había una escultura de tamaño real de un caballo. El lugar estaba lleno de estatuas de la Antigua Grecia, incluyendo una figura tipo Venus de Milo que Disney le había dado por escribir El Rey León. Había mucha arte fotográfica en las paredes, incluyendo una que era un acercamiento de algo… indistinguible. Le preguntamos qué era. “Oh,” respondió con indiferencia, “sólo es semen.” ¿Solo semen? Nos volteamos a ver. Y entonces empezamos a mirar con más atención todo a nuestro alrededor. ¿Estábamos imaginando cosas, o la mitad de las cosas en el departamento tenían forma de pene? Esculturas de penes empezaron a aparecer, junto con imágenes de chicos jóvenes en la playa y hombres sin mucha ropa. Incluso el semen era de una serie de acercamientos. No preguntamos si cada espécimen era dado por el mismo donador, o si había sido un esfuerzo grupal, o incluso si era de algún amigo. Nos llevó a su habitación. “¿Quieren ver mi guardarropa?” preguntó. Nos guió a una habitación que tenía todos los conjuntos que había usado – ropa que todos reconocimos de sus videos y otras apariciones. “Vean esto,” dijo. Abrió un gran cajón para revelar todos sus lentes. Grandes, pequeños, rosas, brillantes, locos – cientos de ellos. Era como un museo de Elton John, con Elton como el conservador. Tom: Se sirvió la cena. Ya nos había dicho que cenaríamos comida mexicana, y estábamos preparados para algo muy especial. Aunque cuando la comida llegó, se nos presentaron los comunes, sacados de la caja, tacos de supermercado. No importó – nos estábamos divirtiendo mucho. Empezamos a platicar y a tomar algunas bebidas, y una cosa pronto se volvió aparente sobre Elton John: él sabe todo sobre la escena musical actual. No era un viejo dinosaurio de piedra viviendo en el pasado y fingiendo que entendía a los chicos. Tenía una gran colección musical, sabía exactamente qué era y que había sido número uno. Sabía todo sobre McFly y cómo yo había escrito canciones con James Bourne de Busted hacía tantos años. ¡Toma eso, Rod Stewart! Cuando tuve que ir al baño – que estaba tan ornamentado como el resto del departamento – no pude evitar tomar una foto de mí mismo en el espejo. Digo, ¿cada cuánto haces del baño en la casa de Elton John? Danny: Elton es probablemente la persona más famosa que hemos conocido. Mientras nos despedíamos nos pidió nuestras direcciones. Esa Navidad, cada uno recibió tarjetas “De Elton y David”. Créeme: no hay muchas personas en nuestra industria que se toman el tiempo de hacer eso. Regresamos a grabar y, por supuesto, a salir de fiesta. Atlanta es el hogar de los strip clubs, y Dallas es uno de sus clientes más entusiastas, así como lo fuimos nosotros por el corto tiempo que estuvimos allí. El club al que nos llevó, The Cheetah, no sólo era un strip club por experiencia, también era uno de los mejores restaurantes en Atlanta. A las 10 las chicas salieron en sus pequeños vestidos negros y parecía como un desfile de Miss Mundo, y estar con Dallas significaba que todas ellas se congregaban en nuestra mesa y empezaban a bailar para nosotros. Casi cada noche estábamos allí. Bueno, trabajar en demos es difícil, y necesitábamos un descanso… Tom: En el estudio, y a pesar de nuestras excursiones ocasionales, trabajamos duro cada noche en nuestros demos, determinados a tener cuatro o cinco buenas canciones con las cuales regresar a Londres. En la última noche, Dallas de pronto recordó una canción que había escrito con JC de ‘NSYNC que nunca habían usado. Se llamaba ‘If U C Kate’, y tenía esta vibra funky, estilo Prince que era exactamente lo que estábamos buscando. Nos encantó: esa canción, decidimos, serviría como la inspiración para nuestro siguiente disco. Era prefecta – y algo sin precedentes para nosotros al emocionarnos por una canción que no habíamos escrito nosotros. La escuchamos sin pausas durante las doce horas en el vuelo de regreso a casa, y pasamos esa navidad bailando esos demos. ‘If U C Kate’, en particular, se volvió la banda sonora de nuestras vidas. Y después de nuestro abortivo viaje a Australia, finalmente nos sentíamos más cómodos con nuestra dirección musical y con lo que el futuro nos deparaba. Nuestra floreciente relación con Dallas era el inicio de algo bueno. En el nuevo año, Dallas vino a Londres para que pudiéramos empezar a trabajar juntos en nuestro nuevo álbum. Dallas siendo Dallas, se volvió en algo nocturno. Ahora con Harry, nos quedamos todos juntos en el mismo hotel, dónde poníamos nuestras alarmas para la tarde e íbamos al estudio a las 6 p.m. antes de trabajar hasta la madrugada. Digo trabajar. Sí trabajamos, pero lo intercalamos con viajes a clubs y cantidades heroicas de alcohol. En el hotel, nuestra cena se convertía en el desayuno, mientras que los otros huéspedes recién se despertaban. Y ahora que Dallas estaba en la ciudad, todo tipo de gente aparecía en el estudio mientras grabábamos, incluyendo una chica de la que habíamos escuchado hablar, llamada Jessie J. Dougie: Una chica dulce. Regresó al siguiente día con su novia y nos cocinó lasaña. Tom: Pero a pesar de todas las fiestas (y a pesar de la ausencia temporal de nuestro baterista, que se las ingenió para caerse borracho en un club, cortarse el labio y terminar en el hospital – ¡bien hecho, Harry!), muchas de las canciones que se convertirían en Above The Noise tomaron forma durante el viaje de Dallas a Londres, y todos en nuestra disquera estaban súper emocionados con lo que estábamos creando. Nos permitimos emocionarnos también. Ignoramos a las pequeñas voces en nuestras cabezas que seguían cuestionando si el estilo de producir de Dallas era adecuado para el tipo de banda que queríamos ser, o el sonido que queríamos lograr. Habíamos tomado la decisión de experimentar un poco, y eso era lo que estábamos haciendo. Harry: También estábamos cambiando de dirección en otras formas. Durante nuestras carreras habíamos aprendido que ser una banda de pop exitosa no es sólo sobre la música que haces. También es sobre la imagen que proyectas, y por este tiempo, después de ver fotografías de nosotros de los últimos seis años, tomamos otra decisión: teníamos que mejorar nuestro aspecto. Radio:ACTIVE no fue para nada un fracaso – siempre iba a ser un álbum para los fans, y logramos vender una gran gira de conciertos – pero sería demasiado decir que fue el éxito comercial que queríamos que fuera. Teníamos un problema por resolver: ¿cómo íbamos a volver a ser importantes de nuevo? Vernos desgarbados no nos ayudaría. En vez de eso, viéndonos como estrellas de pop. Debíamos intentar ponernos en forma. Tom: Buena idea, pensé, pero eso nunca iba a suceder. ¿Nosotros? ¿En el gimnasio? Seamos realistas. Pero resultó que estaba equivocado. Harry, que se había mudado al noroeste de Londres en Putney, se consiguió un entrenador personal. Estábamos en un concierto en Portugal cuando noté por primera vez una diferencia en él mientras se cambiaba en su habitación del hotel. “Amigo, ¡estás gigante!” Diez minutos después, Dougie, Danny y yo estábamos en su habitación haciendo lagartijas como su hubiéramos salido de The Benny Hill Show. ¡Todos queríamos ser como Harry! Empezamos a trabajar con un entrenador personal, y solicitamos la ayuda de un nutricionista para comer sanamente. Incluso cuando no podíamos ir al gimnasio – como durante el viaje de Dallas a Londres, dónde vivíamos de noche y estábamos siempre borrachos – tratábamos de asegurarnos que al menos la comida que comíamos era buena. Danny: Pero nuestra principal meta, por supuesto, era el disco, y eso significaba regresar a Atlanta para la sesión final de grabación con Dallas. Esta vez Harry nos acompañó, y no podíamos esperar para mostrarle nuestros antiguos refugios: Cheetahs, el estudio, y por supuesto, la casa de Dallas… Dougie: La casa de Dallas es una nave espacial. La casa más loca que jamás has visto. Líneas de puro concreto y escaleras en espiral cubiertas con grafiti; repisas en todas partes; un área con bar con una ventana detrás viendo hacia la alberca infinita para que pudieras ver a la gente nadando; un corredor de cristal a su habitación. No necesita una llave para entrar a la casa, sólo necesita la huella de su mano. Harry: A la mitad de una de nuestras sesiones de grabación, Dallas de pronto preguntó si necesitábamos comer. Nos subimos a su coche y empezamos a andar mientras él estaba al teléfono: ”¿Qué quieren comer?” nos preguntó, “¿Pollo? ¿Pescado?” Pensamos que estaba hablando a algún restaurante; de hecho íbamos de regreso a su casa donde un chef, con la vestimenta blanca propia de uno, estaba en el balcón – era un día muy caluroso – preparando nuestra orden de comida. Fue una de las comidas más increíbles que hemos comido – esta es la vida que chicos como Dallas viven, y ahora nosotros también la estábamos viviendo. Fue uno de esos momentos en los que realmente, realmente no sentimos como estrellas de pop. La vida era muy genial. Tom: Estábamos esforzándonos para mantenernos en forma, también. Teníamos un entrenador personal en el hotel y un nutricionista planeaba nuestras comidas para que las llevaran al estudio. Dejando de lado el alcohol, no estábamos poniendo en forma, aunque de vez en cuando no podía evitar notar que Dougie se comportaba extraño. Desaparecía por algún tiempo, y luego regresaba chocando contra las paredes, hablando muy rápido y siendo, si soy honesto, un poco molesto. También parecía distraído, y no completamente concentrado en lo que hacíamos en el estudio. Todos sabíamos que tenía algunos problemas personales en casa, pero parecía que había algo más que eso. Como si no le gustara lo que estábamos haciendo. ¿Estaba en lo cierto, o quizá sólo estaba siendo un poco paranoico y ansioso? No sería la primera vez, pero también estaba experimentando una sensación extraña de que el camino musical que seguíamos no era el que debíamos seguir. La estábamos pasando muy bien con Dallas. De eso no hay duda. Pero mientras el proceso de grabado progresó, la sombra de la preocupación empezó a cruzar por mi mente. El método de trabajo de Dallas Austin era exactamente opuesto a lo que solíamos hacer. Hasta este álbum, siempre habíamos sabido qué íbamos a grabar antes de ir al estudio. Con Dallas, escribíamos mientras grabábamos, y la cosas estaban mucho menos estructuradas. Dougie: Se sentía muy extraño, y no estaba cómodo con eso. Cuando has estado algún tiempo en una banda, tienes la idea de cómo va a sonar una canción tan pronto cómo la pista de la batería está siendo grabada. Podía darme cuenta que estas canciones no iban a terminar en algo que me gustara. No tenía problemas en intentar algo nuevo frente a los otros chicos. Eso es lo que siempre habíamos hecho – si era malo, era malo, y seguíamos con otra cosa. Pero no estaba muy de acuerdo en dejar que alguien más se involucrara en ese proceso. Al final, alcé una bandera blanca. Dejé de involucrarme y me dediqué a andar de fiesta. Tom: No todos podíamos dejar de involucrarnos. Teníamos la presión de terminar este álbum para cuando nuestro segundo viaje a Atlante terminara. Este nuevo álbum había sido retrasado tanto tiempo que estábamos dolorosamente conscientes de cuánto tiempo había pasado desde que habíamos lanzado un disco. Si empezábamos de cero de nuevo, pasaría otro año antes de tener algo listo para nuestros fans. Y otro año era demasiado tiempo. Pero sentíamos cada vez más que habíamos perdido el control del camino que habíamos escogido, y era muy tarde para salirnos de él. Un día, afuera del estudio de Dallas, tuve la conversación más larga que he tenido con Fletch – y eso es algo. Las cosas estaban tan poco estructuradas que no estaba seguro de que siquiera fuéramos a terminar el álbum, y de cualquier modo, el sentimiento de incomodidad de que no estábamos siguiendo la dirección correcta me molestaba aún más. Dos canciones en particular – ‘This Song’ y ‘Party Girl’ – no estaban sonando muy bien para mis oídos, y aunque sabía que nos habíamos arriesgado al cambiar de dirección, seguí preocupado. Fletch trató de tranquilizarme. Le encantaba lo que había escuchado. A la disquera le encantaba lo que ellos habían escuchado. Todo iba a salir perfecto. Quizá así fuera. Quizá no debíamos preocuparnos. Quizá deberíamos tener un poco de fe en las opiniones de otras personas, y no prestar atención a nuestras molestas dudas. Recuerdo colgar y regresar al estudio. Todos nuestros huevos estaban en la canasta de Dallas. Era un productor excepcionalmente talentoso. Definitivamente la pasábamos muy bien con él. Sólo esperaba que los huevos no terminaran rotos.