En la ciudad de Boston, Evangelinne Evans, una exitosa abogada del bufe más prestigiado de la ciudad e incluso del mundo.. Evangelinne, dulce dulce Evangelinne, Ni la persona más pura es completamente blanca, ella no es la excepción, Evangelinne al...
-¿Hola?- Caminaba por las calles de Boston, he recorrido la ciudad completamente, supervisando las oficinas de mi padre... Necesito una abogada... He de dirigirme a Boston al Buffet de abogados Bourney and Borns.. Tengo algunos problemas con una demanda de mi ex novia piscopata... Subo a mi Auto, Samantha se sienta a mi lado...
-Gusttavo... Con respecto a nuestra relación-Muerde su labio
-Ya hemos hablado de esto Fabiana- Ella me mira seria, mordí mi lengua - Samantha.. Lo siento..
-Si ya me di cuenta.. Nada de romanticismo -Cruza las piernas y mira por la ventanilla, es atractiva, su cabello castaño miel cae en ondas por su hombro.. Estoy rodeado de mujeres, más esto me aburre, quisiera conocer al menos a una que fuera diferente... No importa quién sea... Estaciono el auto, un Luxury negro se detiene en el estacionamiento, salgo del auto junto a mi secretaria... Camino casi sin ver por donde voy... Centrado más que nada en el hermoso paisaje... Veo al frente pues algo roba mi atención... Piernas largas, suaves a la vista, una falda tubo que resalta esas caderas perfectas, dando una curva en su cintura y un pecho escultural... Sus ojos estaban ocultos tras unos lentes de sol, al parecer acababa de comer algo pues cubría su boca..
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Caminé un poco más y la vi entrar al Buffet, según tengo entendido este es uno de los mejores buffets del mundo.. Seguro es una viuda en busca de su herencia o algo así.. Dios, lo que daría por tenerla en mi cama, rogándome que siga y que no pare
-Buenas Tardes señorita- Dije alcanzándola, se dio la vuelta y unos hermosos ojos almendrados... Eran brillantes, su cara no estaba repleto de maquillaje como el de todas las chicas que he conocido, parecía natural...
-¿Si que necesita?-Su voz aunque era algo antipática era agradable, buen léxico, buena postura
-Estoy Buscando al señor Evans- Ella frunció el ceño
-¿Qué se le ofrece?- Dijo con tono educado
-Oh, disculpe, No pretendo sonar grosero ni ofenderle Pero, busco al señor Evans- Dije Ella tomo aire- ¿Es acaso su esposo?
-Esa es la estupidez más grande que he escuchado... Realmente.. ¿Me ve cara de que estoy casada? En este Buffet, sólo hay un Evans.. Y es Evangelinne Evans.. ¿Tiene algún problema con que sea yo? -Que carácter.. Me gusta
-En absoluto...- Ella bufa mientras gira hacía el pasillo
-Usted y su novia.. ¿Gustan seguirme? ¿O esperan a alguien más? - Dijo de mala gana... Vale, la he cabreado...
-Primero, no es mi novia, es mi secretaria, segundo... Lo siento, no era mi intención hacerla enfadar- Ella no respondió, pero su aura era más relajada, abrió la puerta de su oficina y Samantha entro tras ella, para luego entrar yo..
-Siéntese.. ¿Señor? -Me miro y me levante de mi puesto
-Cielos, que modales, Soy Gusttavo Woodcoth, y vengo a pedirle que sea mi Abogada privada- Ella alzo una ceja, cruzo las piernas y me miro de arriba a abajo...
