France Hawk
Le reprocho con la mirada a Christa, ya que ella está preparando el equipaje que debo llevar para mi viaje hacia Londres.
Estoy tan enojada por la decisión que ha tomado sin mi consentimiento.
"¡Carajo!"
Además, si no fuera suficiente con eso, por alguna extraña razón tengo que ser yo quién manipule las riendas de la situación respecto a los humanos.
Si debo sincerarme, admito que no quiero relacionarme, por nada en el mundo, con esos seres que solo intentan adueñarse de nosotros.
—Detente, Christa.
Agarro una de sus manos para alejarla con cuidado de la maleta. Sin embargo, no obtengo respuesta, hace oídos sordos a mi petición y sigue empacando.
Y, ella se aleja de manera precipitada, por lo que respiro con sonoridad para tranquilizarme.
—Christa... —advierto, posando la mano en la tapa de la maleta para cerrarla.
Pero esta vez recibí un empujón de su parte, por lo que mi poca cordura se fue corriendo.
De repente, ya no soy una niña, sino que ahora mismo me convertí en la mujer que debo ser.
—¡Ya para con esa actitud insolente o juro que no respondo! —grito, haciendo volar la maleta a un extremo de la habitación.
La misma se golpea contra la pared produciendo que mis pertenencias se dispersen por el lugar.
—No deseo estar así, porque solo estoy reflejando el enojo que me haces sentir al comportarte como una estúpida. No estás al mando —sentencio siendo fría—. Así que, entiende que no dejaré que ellos nos presionen y si tú quieres que haga eso, déjame decirte que estás equivocada —mi mirada se oscurece porque me hizo enojar—. Primero muerta a cometer esa tontería. Ese mi nana y tienes mi respeto, pero comprende tus límites —recalco cerca de su rostro.
"Fastidiosa."
Luego de perder los estribos me convertí en una niña para calmar las aguas y no seguir percibiendo su hostilidad. Por lo que, me retiro de la habitación siendo una bomba de tiempo.
No quería tratarla de esa forma, pero está actuando de una manera tan... fuera de lugar.
Estoy pintando como acostumbro hacer, siento que es una bonita forma de buscar tranquilidad en este mundo caótico.
Hoy en mi lienzo he optado pintar unos grandes ojos oscuros, en realidad, ni siquiera sabía lo que hacía cuando empecé con esta obra, ya que fue algo inconsciente.
"Había una vez, un gran lobo feroz que con sus grandes ojos negros podía percibir tus movimientos..."
Relato nostálgica las palabras de mamá. Sus lindas historias. ¿Cómo olvidarme de ellas? Todos los recuerdos de Esmeralda los mantengo en libros que guardo en su habitación, la cual está en un perfecto estado.
—France... —llaman a mi espalda, a lo que pego un respingo y tiro la brocha al lienzo provocando que se manchen aquellos ojos.
—Cuántas veces te dije que tocaras antes de entrar. Demonios —protesto, poniendo las manos en mi cintura y lanzarle una mirada de desaprobación a Homer.
Él solo sonríe de lado antes de hacerme una señal con las manos, y de articular con su boca. "Mira por la ventana". A lo que, sin más dilación, dispongo a ver por ella encontrándome con un vehículo negro.
—¿Qué es esto? —consulto, poniéndome de puntitas para poder ver con más claridad.
—Es el auto que vino a recogerla, creo que quieren que vaya a Londres — sentencia él al reír sin ganas, ambos sabemos que el 'no' lo voy a decir de todos modos.
—Pensé que mañana íbamos a partir hacia Londres —protesto molesta, saliendo de la habitación dando zancadas, pero me detengo viendo el lienzo.
"Sus ojos negros..."
—Espere señorita. ¿Ellos podrán oler su aroma de bruja? Si bien lo recuer... —no lo dejo terminar gracias al portazo que doy, luego me paro enfrente de él con seriedad.
—Soy humana, Homer. Yo solo puedo hacer algunas cosas como bruja, eso queda en la intimidad de esta casa. Nadie tiene que saber que ese hombre es brujo, eso traería problemas, más cuando sé que el imbécil jamás estuvo para mí. Ahora todos los reinos quieren ser dueños de nosotros y si los brujos se enteran de esto será un completo y desagradable caos.
El chofer me observa incrédulo como si de verdad le estuviera jodiendo la vida.
—Discúlpeme, ¿pero la señorita Hawk se encuentra?
Ladeo mi cabeza antes de enseñarle una sonrisa encantadora.
—¡Aquí estoy! —chillo, aferrándome a la mano de Homer.
—Señor Howland, un placer. Yo soy el tutor de la Lady Hawk. Si tengo entendido usted es el chofer que envió el Consejo de Londres —habla con seriedad, estrechando la mano contraria del tipo.
—Discúlpeme, creí que ella sería un poco más... grande... sin ofender —responde arrepentido, por lo que las mejillas se le abochornan debido a la vergüenza.
Luego, de ese embarazoso momento, hace una reverencia al verme y yo, como soy muy educada, le correspondo.
"Qué adorable..."
—¡Londres, aquí voy! —exclamo divertida entrando al auto.
"Solo espero que todo salga bien. Dame fuerzas mamá. ¡Por favor!"
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Reinos "La Niña" © BORRADOR
WerewolfFrance es una humana traviesa. Y demasiado, pero demasiado terca. ¡Es una niña encantadora! Pero que no te engañe, porque trae algo grande entre manos. Ella es la pieza mas importante del ajedrez para proteger a los humanos de los reinos. Y por el...