My boyfriend is famous » horan.

Capítulo 23.

Conquistando a Niall Horan [Parte 1]

- ¡Mira! - exclamó Amber haciendo que mi jugo se derramara un poco en la mesa de la cafetería, le fruncí el ceño y ella se encogió de hombros, su forma de disculparse -Mira quien está ahí -canturreó mirando hacia unas mesas en frente de nosotras -Es Harry -dice - ¿Por qué no vas y le hablas? Luce como si estuviera en una inmensa depresión.

Miro hacia Harry quien está quitando un mechón fuera de sus ojos y riendo junto a uno de sus amigos, ellos hablan de algo y Harry echa la cabeza hacia atrás soltando una carcajada.

-Seguro -ironice rodando los ojos -Él realmente morirá de tristeza en cualquier momento.

- ¡Sí! -Dice ella como si no hubiera entendido mi sarcasmo - ¿Por qué no le hablas? -repite.

La cuestión es que, ayer por la noche, cuando estábamos tumbadas en su habitación con los pijamas puestos, burlándonos de las chicas que tenían una chillona voz y siempre decían "O sea" ella había quitado el tema de Nick, y yo le había dicho que entre Nick y yo no pasaba nada, y eso era verdad, ya que como Nick era Niall y entre Niall y yo no pasaba nada no tenía sentido mentir, -más de lo que ya estaba haciendo-.

-De verdad él está feliz -dije rodando los ojos -Ya olvídalo, Amber, te pareces a esas chicas que intentan que las marginadas encuentren parejas, como si estuviéramos demasiado desesperadas.

-No estoy diciendo que estés desesperada -me corrige frunciendo el ceño -Lo que quiero es que olvides a Nick.

Suelto un respingo.

-Para empezar, para olvidarlo, necesito que dejes de mencionarlo a cada segundo, gracias.

Ayer, antes de decirle que entre Nick y yo no sucedía nada, le conté como había conocido a Nick -bueno, una versión paralela de la historia real, pero en si era la misma, supongo- . Y ella se había puesto toda emocionada, muy raro de Amber, también. Cuando ella chillo "¡Maldición! ¿Y luego?" yo remate diciendo "Eso es todo" Amber se había quedado algo confundida "Entre nosotros no ocurrió ni ocurrirá nada más" volví a decir como si ella no me hubiera escuchado, y al decir las palabras sentí vértigo.

-Lo siento -dijo Amber llevándose una Dona a la boca, ahora ya no comprábamos en la cafetería. -por cuestiones de salud propia-. Así que hicimos un trato, todos los lunes, miércoles y viernes ella traería el almuerzo y yo lo haría los martes, jueves y así.

-No importa -dije con una sonrisa. No me había dado cuenta cuanto extrañaba a Amber, las salidas de fin de semana, cuando ella estaba tan ebria que cuando yo la arrastraba hasta el auto ella le gritaba a cualquiera: "Hasta luego, perra" o "No compres relojes de un desconocido". -Oye ¿Quieres hacer algo esta noche? -comente.

Amber hizo una mueca y se removió un poco en su asiento, mientras masticaba rápidamente la Dona en su boca y mira hacia otro lado. Ella. Era. Tan. Obvia.

- ¿Qué sucede? -dije entrecerrando los ojos y dándole a entender que no era una idiota - ¿Tú no tendrás otros planes... o sí? -Exclame abriendo los ojos de par en par.

-Te lo iba a decir -casi gritó, -pero nunca vino la ocasión.

- ¿Qué planes? -Dije con los labios apretados. - ¿Tienes que ir con tu familia a alguna parte?

Amber parece algo ofendida, tal vez porque yo pienso que ella no tiene otra cosa más buena que hacer que estar junto a su familia un viernes por la noche.

-Tengo una cita -dijo con vanidad.

Parpadee muy sorprendida e incrédula. Sin querer entreabrí los labios y mi Dona masticada cayo en la mesa.