Prólogo

120 18 1
                                    

Desperté con un golpee en la puerta de mi habitación. Abrí mis ojos Encontrándome con Mérida, Lorein y Milena. Me levante y negué con la cabeza.

-Hoy yo me vestiré.

-Lo lamentamos, Príncipe pero eso no sera posible, él rey nos ordeno que..

-Lorein -La tome del mentón e hice que levantara la mirada.-No me interesa si mi padre mando a decir eso.-Las tres bajaron la Mirada-Ahora, por favorcito, largo de mi habitación que me vestiré.-Asintieron y se fueron. Me tire a la cama y largue un gemido de frustración. Me volví a poner de pie y me saque mi ropa de dormir para colocarme la que mis siervas ya me habían preparado y colocado sobre los sofás de las ventanas. Me vestí con pesadez. Abrí la puerta y salí de mi alcoba para ir a reunirme con mi padre en él Salón y tener que escuchar como me regaña por mi comportamiento. Camine tranquilo por los pasillos con un guardia (Como siempre) detrás de mi. Al llegar me encuentro con mi madre y padre sentados, comiendo.

-¡Hola Familiaaaa!-Grite haciendo que mi madre se asustara y mi padre solo Hiciera una mueca en forma de sonrisa por como se asusto su esposa. Me senté en una de las sillas.

-Por favor, Dmitry, casi haces que me muera de un infarto.-Rodee los ojos haciendo que mi padre me dirija una mirada de decepción, como siempre.

-Dmitry.-Me regaño mi padre, incline la silla hacia atrás Apoyándome en las dos patas traseras de esta. Coloco los dos cubiertos en la mesa con demasiada fuerza haciendo que mi madre de un saltito por la sorpresa. -¿Podrías sentarte bien? Por Favor-Hablo con los dientes apretados. Deje que la silla caiga hacia adelante apoyándose en las cuatros patas.

-Esta bien -Tome los cubiertos y comencé a comer.

-Hoy tienes que ir al Pueblo-Hablo mi padre, levante los hombros secándole importancia.

-¿Para que me quieres allá?

-Para hacer unos trabajos, debes de comenzar a trabajar, no importa si eres él príncipe, de todos modos trabajas para aprender a respetarme -Lo mire a los ojos.

-¿Estas bromeando?

-Solo es por 2 horas, Dmitry -Mire a mi mamá. -Ademas, no es cualquier trabajo, es uno en él cual no debes de hacer mucho.-sonreí.

-Gracias, madre.

*************

Caminaba por las calles del pueblo con las manos en los bolsillos, sumido en mis pensamientos.

Mañana llegaran mis futuras esposas o algo así afirmó Edward, la verdad poco me interesaba.

-Hmp, por donde será. -les pregunte a mis guardaespaldas a la vez que rascaba mi Nuca-Me olvide -Me eche a reír, la gente que pasaba me miraba como al estuviese loco.

-Señor, la señora dijo que la tienda se llamaba "Maquensis".

-Ah cierto, tienes toda la maldita razón, Marcos.-Me voltee para mirarlos -¿Porque no vuelven al castillo? Puedo ir solo

-Príncipe.

-Dije que iré solo, adiós.-asintieron y comenzaron a caminar en Dirección a mi casa, di media vuelta y comencé a caminar ya que los había perdido de vista.

Tengo hambre, quisiera comer de esas frutillas bañadas en chocolate derretido como solo mi cocinero las sabe hacer. Aww se me hace agua la boca. Mi cuerpo reaccionó al chocar contra alguien.

-Ugh, perdón -abrí mis ojos Encontrándose con una mujer de cabellos castaños, su piel era blanca como la nieve y sus labios de un rosa Claro.

-¿Perdón? ¿Eso solo se te ocurre decir? As tirado todas mis cosas.-La mujer señalo él suelo donde, si, sus cosas estaban regadas.

Sere el rey, solo si tu eres mi reina. [Actualización Lenta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora