capitulo 8 :

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Lo mire de reojo mientras caminábamos por la feria. Él miraba extrañado y curioso. Parece un niño. Es tan tierno. Y al mismo tiempo tiene algo tan siniestro y excitante. Frunzo el ceño cuando vio a un gran grupo de niños jugando y corriendo. Lo mire divertida.

- ¿Pasa algo? – le pregunte. Se giro a verme.

- Si, nunca he estado con tanta gente en un mismo lugar – me dijo.

- Eres muy antisocial para ser el Diablo – le dije divertida.

- ¿A si? – me preguntó mirándome. 

- Si – le dije sin dejar de reír. Él también lo hizo. Es tan devastador cuando sonríe. 

- ¿Y qué haremos? – preguntó. Me gire a verlo.

- Jugaremos un poco – dije y tome su mano para arrastrarlo hasta uno de los juegos. 

- Buen día, ¿Desean jugar? – nos preguntó el hombre del lugar. 

- Si. Dos fichas, por favor – le dije. Me paso 6 pelotas.

Tenía que tirar la mayor cantidad posible de botellas, para ganar un oso. Mire a Justin, estaba bastante serio. Un poco más de lo normal. Parecía que algo le molestaba o dolía, no sé bien con exactitud. En un acto fallido me encontré colocando mi mano en su nuca. La arrastre hasta sus cabellos y acaricie su cuero cabelludo. 

- ¿Qué sucede? – le pregunte. Corrió su mirada a la mía. 

- Me gusta que acaricies mi pelo – me dijo. Deje de hacerlo y trague saliva. 

- Déjame enseñarte como se hace esto Justin – le dije. Rió por lo bajo. 

Tire la primera pelota y falle. Rió. Lance la segunda y volví a fallar. Volvió a reír. Tome la última que me quedaba. La tire. ¡mi.er.da, falle! Justin reía divertido, y pude notar como el hombre de la tienda también estaba tentado a reírse. 

- Oh preciosa, no pensé en reírme tanto – dijo mientras refregaba sus ojos. 

- Veamos si tú puedes hacerlo – le dije y me acerque a su oído – Señor Diablo. 

Le di las otras tres pelotas. Se acerco más al estante. Lanzo la primera pelota. Varias botellas cayeron. Lo mire sorprendida. Lanzo la segunda y más botellas cayeron. Solo quedaba una botella. Se giro a verme.

- Así es como se hace, preciosa – me dijo y lanzo la pelota sin dejar de mirarme. La última botella cayó. Gire sorprendida ante el sonido de eso.

- Felicitaciones, ha ganado el premio mayor – le dijo el hombre. Le alcanzo un oso enorme y peludo. Era extremadamente lindo. 

- Toma preciosa, para ti – me dijo y me lo dio. Tome el oso y lo mire a él. 

No juegues con el Diablo (Justin Bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora