Diario de una adolescente

Capítulo 10

Transcurrió Navidad, año nuevo y las vacaciones, llegó el día de volver al liceo, ¿la verdad? No estaba muy contenta de entrar de nuevo, era mi último año en ese ciclo, y el próximo estaría con los de mi edad, a lo que me refiero, con los 2dos, 3eros y 4tos medios, me encantaba ese ciclo, el ambiente más maduro, personas más capacitadas mentalmente, etcétera...

*DING DING DING*
Sonó el despertador, 6:35 AM, vamos por un nuevo día, me levanté, fuí al closet, saqué mi uniforme, medias y zapatos, tenía que apresurarme para poder alcanzar el baño ya que este año mi hermano estará conmigo en el liceo, eso significaba que me tendré que limitar a todo lo que hacía el año pasado.
Me dirigí al baño en eso veo que mi hermano me lo gana.

-¡JHOAN SALE DEL BAÑO AHORA!- dije molesta.
-Oblígame (riéndose)- Cerrando la puerta.
-No estoy bromeando, tengo que ducharme, por favor Jhoan, deja darme una ducha mientras cepillas tus dientes.- Digo en un tono más bajo.
-Está bien, entra.- Cediendo el baño
-Sale un poco, por favor.- dije apartándome de él, cerrando la puerta lo más rápido posible.
- FRANCISCA, AHHHHHHHH- Dice muy molesto, no le tomé importancia porque siempre me ganaba el baño.

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Nuestra mamá nos irá a dejar, ya lista salgo del baño, y veo como Jhoan está en el suelo enojado, tomo rumbo a mi habitación dónde saco mi ropa interior del velador y escogí un conjunto verde con blanco para que no se me trasluciera con la polera, me puse las medias y cuando estaba poniendo uno de mis zapatos, suena mi celular.
*Martina💕*
Francisca: ¿Aló?, ¿Qué pasó?
Martina: Llegué al liceo, fuí a ver la lista de cursos, adivina que profesora nos tocó y qué letra.
Francisca: No me digas que con... (Martina me interrumpe)
Martina: Sí, con la babosa de Monster inc
Francisca: No lo puedo creer, eso significa que quedamos en el E, ¿Cambiaron a Matías y a Benja? ¿Cierto?
Martina: Exacto, ya te dejo, apúrate por favor, campesina, te amo
Francisca: ¡LAUTARO NO ES CAMPO! (Soltando un carcajada luego de decir eso)
Martina: Cómo sea, adiós, apúrate!

Les contaré el significado de campesina, vivo en un pueblito no muy conocido llamado Lautaro, los que viven en Temuco lo ven como campo, lleno de vacas, cerdos, caballos, gallinas, etcétera, y pues a mi  me nombran cómo la campesina, cada vez que voy a la ciudad empiezan con sus bromas, "Francisca esto es un auto, esto se llama calle, esto es un tren" imagínense más menos todo lo que me molestan por ser del pueblito.

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Llegué al liceo y desde muy lejos ví a mis amigas, sin pensarlo corro dónde ellas, las abrazo y empezamos a discutir varios temas, como "quién quedará en nuestro curso, habrán niños lindos este año" e infinitas cosas, por eso las quiero mucho.

Llegamos a la sala, tomamos asiento en nuestras respectivas mesas y prestamos atención a lo que nuestra nueva profesora nos decía (aunque no se le entendiera nada), nos entregaron nuestro horario y libros, adivinen, nos tocaron las profesoras más mañosas de todo el primer ciclo, la que más nos daba miedo era la de matemáticas y nos tocaba con ella.

Así transcurrió toda la mañana hasta que tocó el timbre para salir a recreo, en eso tomo mis cosas y salgo del aula, hasta que ví a Juan, sí Juan, el chico que me gusta, se veía más lindo de lo normal, con esos pantalones grises y polera fuera del pantalón le daba un toque "malo" aunque fuera un pollito.

-Pancha! Por fin te veo, no quedamos en el mismo curso, lástima, quería quedar contigo- dice un poco desanimado.
-Uh, no importa, tranquilo, dime, ¿cómo va tu primer día?- dije tranquila, para no ponerme nerviosa, cada vez que Juan me hablaba, literalmente baboseaba por él, sí, así es.
Esperaba que fuera malo, pero adivina quién se hizo amigo de unos gemelos que son re simpáticos, sí, este pechito lo hizo (soltando una carcajada)
-Menso, ya me tengo que ir, nos vemos luego- dándome la vuelta para dirigirme a mi casillero hasta que oigo su voz, una vez más.
-Oye! Vamos al estadio hoy, ¿te parece? Te enseño a dominar y a tirar al arco- sonrojándose un poco puedo que dijera eso.
-Oh, ¿en serio? Sí, si vamos, pásame a buscar a las 17:30 a mi casa, nos vemos!- dije alegre y me dispuse a ir a guardar mis cuadernos.

Juan me a invitado a jugar, no me lo esperaba, estoy nerviosa...