Las historias locas de Nanna

Llegó la navidad

¡Por fin es navidad!

Una fecha llena de amor y felicidad, rodeada de la familia y los amigos, o al menos eso pensaba yo...

Me quede muy sorprendida cuando dos días antes de nochebuena mi madre me había escrito para advertirme de que ella y mi hermano pequeño pasarían las navidades en un pequeño pueblo a las afueras de su ciudad y no podrían venir a visitarme, a pesar de llevar varios meses sin verme, como buena madre me pregunto si me parecía bien y no me quedo mas remedio que decirle que si, que no debía preocuparse, yo estaría bien, durante el curso había conocido a muchas personas maravillosas y a otras que no tanto, pero ese no es el caso.

Sabia que si le decía a mi madre que quería pasar las navidades con ella cancelaria todos sus planes y no disfrutaría como se merece de su navidad, ese día, tras colgar el teléfono me arrepentí como no me pude imaginar pero bueno, dicen que la magia de la navidad siempre trae algo bueno, no se si me explico... pero si no lo hice ¡No os preocupéis! A medida que esta historia avance lo iréis comprendiendo.

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¡Por fin! Aquí esta el dinero que me envió mi madre para comprar la comida y los regalos que necesitara, justo a tiempo, ya lo tengo todo planeado.

James y Mark, los dos hermanos que conozco desde la mas tierna infancia y que por casualidades del destino no reunimos de nuevo cuando empecé a estudiar aquí, resulta que el piso de estudiante que alquile es de su familia y fueron ellos los que me vinieron a buscar al aeropuerto, ese día me lleve una gran alegría y desde que me reencontré nuestra amistad a ido incrementando a una velocidad vertiginosa. James, el pequeño, bueno, el pequeño de los hermanos por que seguía siendo un par de meses mayor que yo, le regalare una pequeña libreta de cuero negro con los bordes reforzados con plata, una plata fina, brillante y preciosa con el logotipo de unas alas extendidas (También en plata) para que escribiera ahí sus nuevas composiciones, es un músico extraordinario, de eso no cabe ninguna duda, su grupo tiene un gran numero de fans por los alrededores, sin contar con la discográfica que le ofreció un contrato hará cosa de un mes, denegaron la propuesta sin pensárselo dos veces, aun no comprendo la razón, pero no lo quiero atosigar con preguntas. ¡Ah! Casi se me olvida, la libreta va acompañada de un bolígrafo con las mismas características que la libreta ¡Ojala le guste!

En comparación con Mark, James fue muchísimo más sencillo seleccionar su regalo, pero Mark... como decirlo... Bueno, no se le puede regalar cualquier cosa a alguien que trabaja en una tienda de ropa. Tras mucho pensarlo elegí regalarle un marco de fotos digital para que lo pudiera colocar en su lugar de trabajo, pero eso no era todo, había seleccionado las mejores fotos que tenia con su novia para así colocarlas en el marco, esa fue la parte mas fácil de todas ya que su novia es una de mis mejores amigas, por no decir la mejor.

Desde que nos reencontramos este año habíamos estado organizando la cena de navidad, todo estaba perfectamente organizado, Mark se encargaría de la decoración mientras James y yo preparábamos mi famosa cena especial de navidad, todo era perfecto hasta que el dia de noche buena...

-¿Que?- Solté tras oír la noticia que me acababa de dar James, así, de la nada.

-Si, lo sentimos, pensábamos que te lo habíamos dicho...- Mi pobre amigo se veía bastante disgustado por haberse despistado y no haberme advertido antes, un fallo lo tiene cualquiera pero....

-No- Negué rotundamente, acompañando mis palabras con gestos que expresaban perfectamente lo que quería decir - La ultima vez que hablamos de la navidad, olvidasteis mencionar que pasaríais las navidades a las afueras de la ciudad...

-Lo se, pero ahora no podemos hacer nada, si quieres puedes venir con nosotros, mi familia tiene muchas ganas de volver a verte.

-Es cierto, se preguntan como estará la pequeña Rosita - La voz de Mark emergió de detrás mía, provocándome un pequeño paro cardiaco ¿acaso no había salido de la casa por la puerta delantera? Aun que los hermanos y yo vivíamos, por decirlo de una forma, en pisos separados, los tres podíamos entrar libremente en la vivienda de los otros y teniendo en cuenta que usábamos la misma puerta de salida... si, un bloque de pisos bastante curioso.

-Me imagino....- No entiendo por que me siguen llamando Rosita, han pasado varios años desde que no visto de rosa, como una pequeña tarta de fresa... ¡Oh! Ya recuerdo... mi pelo....Respondí a los dos hermanos con una amplia sonrisa, intentando no mostrar el dolor que en ese momento me atravesaba el pecho- No os preocupéis, me lo pasare en grande aquí.

-¡Por supuesto que si!- Animo el menor de los hermanos - Estarás con tu madre y con tu hermano, será maravilloso, no lo recordábamos.

-¡Si! Pero creo que al final se quedaran en el hotel que hay a cuatro calles de aquí, ya sabes que mi hermano pequeño es un pequeño traste - Mentí, intentando ocultar lo mejor que pude el pequeño detalle de no poder pasar las navidades con tu familia... Pero era demasiado tarde para confesar.

Mark y James terminaron de meter sus maletas en el coche, nos despedimos y se fueron, cuando vi el coche doblar la esquina del final de la calle recordé que no les había entregado los regalos ¡Maldición! Me hubiera gustado entregárselos hoy, ya no había nada que hacer, desde luego nada estaba saliendo como esperaba.

Eran las 20:00, demasiado pronto para ir a cenar, así que me tumbe en el sofá para ver un poco la tele, "24 de diciembre FUN FUN FUN", el espíritu navideño estaba en todas y cada una de las cadenas de televisión con películas como: "Solo en  casa" "FROZEN" "Un novio por navidad" y dos mil más, después de un buen rato haciendo Zapping el mando se quedo sin pilas y no pensaba levantarme para cambiar de canal, me había olvidado de poner la calefacción y si en ese  momento salía de mi montaña de mantas moriría de hipotermia. Estaban echando uno de tantos especiales de navidad, en esta película se contaba la historia de una niña que conoce a un reno llamado Rasel, este reno habla y vuela, todo muy bonito y todo eso pero, para ser sincero muy poco creíble, no puede ser, me convertí en el ¡GRINCH! ¡Pero si a mi me encanta la navidad!

Se oye el teléfono fijo, al final moriré de hipotermia, simplemente con sacar el brazo de la montaña de mantas ya me pongo a temblar cual hoja seca en pleno otoño... Descuelgo el teléfono y antes de que me de tiempo a contestar se oye la vos de Hunter al por el auricular.

-¡James! Capullo, ya tengo el maldito ritmo para tu letrucha -Sonaba contento y yo me alegraba de oir su voz a decir verdad, estas navidades no están siendo como esperaba.

-¿Hunter?- Conteste mientras una risa nerviosa se me escapaba de entre los labios, tras haber esperado unos segundos contesto.