Fyler

Capítulo 10

Narra Logan.

—¿Cómo se lo tomó hermano? —Cuestionó Franz a mi lado. Tenía su cabello
desordenado y unas grandes ojeras, realmente había tenido una noche
movida. 

—Horrible. Está enfadada, cree que todo lo que antes le eh dicho es
mentira.

—¿Sabe la razón?.

—No.

—Deberías hacerle saber que te vas por el enfermo mental de Levine.

—No. Si me alejo de ella, será para que él no le ponga ningún dedo
encima.

—¿Y le crees?.

—Ayer, mientras compraba el boleto de avión, me ha llamado y ha dicho
que si no me alejo de Samanta, en cualquier momento abusará de ella. En
cambio, si me voy, no le hará nada. Cortará con todo ésto de las
amenazas y le dejará vivir en paz.

—Repito, ¿Le crees?.

—Sí.

—¿Cómo?. Estamos hablando de Chaz Levine, el ex novio loco maniático de
Sam. Creo que solo quiere quitarte del camino para hacer lo que
quiera con ella.

—¿Qué?.

—Hay Logan —Suspiró mientras con una sonrisa se acercaba a jugar con mi
cabello— Mi inocente Logan. ¿De verdad eres tan estúpido? —Fruncí el
ceño— Es decir, es más que obvio que todo eso es falso.

—Mierda.. —Susurré— En serio soy un estúpido. —Golpeé su mesa con fuerza— Iré a decirle a Samanta que no me iré. —Musité levantándome de la silla de madera del juego de comedor de Franz.

—Fyler. —Habló él— Antes de todo piensa. Él quiere acabar contigo.

—Lo sé —Alboroté mi cabello nervioso.

—Si te quedas se formarán más problemas, podrías salir herido.

—No me importa. Prefiero salir yo herido a que ella.

—¡Logan! —Oí su voz con la respiración agitada desde la entrada.

Corría a nosotros con lágrimas en los ojos y con morados en sus brazos.

Se tiró sobre mí con pesadez. Se veía agotada, aterrorizada. ¿Qué
diablos había ocurrido?.

—¿Qué ocurre? —Cuestioné con preocupación.

Elevó su mano con él móvil en ésta y me lo entregó.

"Espero disfrutes éstos últimos minutos de felicidad con tus amigos,
porque llegaré cuando menos lo esperes Samanta. Me he enterado de que tu
noviesito, Logan, no se irá. Por lo tanto debo estar bien preparado".

Apreté mi mandíbula fuertemente e intenté controlar mi respiración.

—Es de Chaz, ¿No? —Conseguí decir, un poco más calmado.

—¿Qué es de Chaz? —Cuestionó Franz adentrándose en nuestra conversación.

Me quitó el teléfono celular de las manos y leyó el mensaje. Luego me
miró con el ceño fruncido y después viró la mirada a Samanta— Tranquila,
estamos nosotros y los chicos para que no se te acerque.

Ahora el móvil que indicó la llegada de un mensaje fue el mío, vibrando
dentro mis pantalones. Lo quité de donde estaba y lo leí con una mueca
enfadada.

"Cuando menos lo esperes iré por tu novia, cuídala Fyler".

—¿Samanta?, ¿Logan? —Oímos una tercera voz. Devon— Creí que habían huido de la fiesta ayer —Dijo en un bostezo.

—¿Y Jay? —Cuestionó Franz a Devon.

—En la habitación de huéspedes.

Tomé a Samanta del mentón y la obligué a mirarme directamente a los ojos.

—Tranquila, yo te cuidaré. No se acercará a tí.

—¿No te irás? —Sorbió su nariz.

—No hermosa —Sonreí—. Me quedaré contigo. Ya te lo he prometido antes, ¿No? —Asintió.

—¡¿Follaste con Jay?! —Gritó Franz exaltado.

—Sí. ¿Cuál es el problema?. —Le miramos extrañados y él rió— ¿Qué tengo?.

—Se suponía que le tendrías que decirle que le querías, no follarla duro toda la noche —Dije entre risas fingidas.

—¡Logan! — Samanta golpeó mi extremidad izquierda.

—¿Qué? —Cuestioné inocente.

Narra Samanta

Transcurrieron unas dos horas aproximadamente, en las que ordenamos el hogar de Franz. Estaba hecho un verdadero desastre.

—Bien chicos, nosotros iremos por ahí unas horas —Anunció Devon tomando la mano de Jay, quien tenía una gran sonrisa en el rostro—. Adiós.

—Hasta luego —Musitamos al unisono Franz, Logan y yo.

Devon tomó el pomo de la puerta y en un dos por tres, ambos ya no estaban ahí.

—Vale, sé que ustedes dos también quieren irse a compartir saliva. —Dijo obvio, Franz— ¡Adelante, vamos! ¡Déjenme solo con éste hijo en mi vientre! —Exclamó, reí.

—¿Estás embarazado?.

—Sí, y tu novio es el padre —Musitó con una sonrisa, carcajeé aún más.

—¡Logan!, me eres infiel con Franz.

—¿Qué?, ¡No! —Exclamó, aunque se veía algo ido desde aquel estúpido mensaje.

—Tengo a éste bebé desde hace tres meses atrás. —Continuó Franz.

—Ya Franz, no estoy para bromas. —Habló Logan alborotando su cabello y tomando asiento en una silla cercana. Llevó ambas manos a su rostro y lo ocultó entre éstas.

Podía sentir su preocupación en el aire.

—Logan, ya.. está bien. —Musité acercándome a él.

—No Samanta. No está nada bien. ¿Crees que está bien que un ex novio tuyo psicópata te envíe mensajes horribles?, ¿Te imaginas que cosas te podría hacer él si no estoy alerta?. Podría abusar sexualmente de ti; obligarte a hacer cosas que no deseas; hacerte volver con él y amenazarte de que si no, hará algo más grave. —Dijo en un grito— ¡Quiero asesinarlo, maldita sea! —Se levantó y pateó una pequeña mesita tintada de marrón.