Hernández.

1.9K 306 63
                                    

Allyson no sentía nada.

Acurrucada en el suelo del pasillo, escuchaba los susurros de sus compañeras en el silencio sepulcral del bus. Ella quería llorar, pero simplemente no podía. Su mirada estaba perdida, le costaba retener un pensamiento por más de un minuto.

Ally estaba rota por dentro.

Desde aquella reunión un mes atrás, ella sabía que esto pasaría. Todas lo sabían, en realidad. Todas estaban conscientes de que llegaría el día en el que el bus arranque rumbo a casa para no salir más. Que llegaría el día en el que se levanten por la mañana y no tengan que correr de un lado a otro, estresadas, cansadas, pero juntas al fin y al cabo.

Pese a eso, nadie quiso comentarlo. Continuaron con su día a día, y ninguna volvió a mencionar el cada vez más cercano día del inminente final. Las cinco chicas prefirieron ignorarlo, como si eso fuera a hacer que el tiempo que les quedaba se alargase un poco más.

No fue así.

Ally sabía que esto era lo mejor para todas, que lo que estaban viviendo ya no se podía llamar vida. Que eran literalmente esclavas, como Lauren se lo había dicho entre llantos la noche en la que ninguna de las cinco chicas durmió, luego de aquella última reunión con los representantes. El sueño se había convertido en pesadilla, y ya era hora de ponerle un punto final a toda aquella tormenta.

Si todo era por su bien y el de sus amigas, ¿por qué se sentía como si le arrancasen una parte de ella?

Ella sabía que ya no había nada que hacer. Habían tratado de salvar el grupo de diversas maneras, pero nunca habían tenido buenos resultados. Y es que nadie se daba cuenta de que Fifth Harmony no era el sueño de cinco chicas. Fifth Harmony eran cientos de personas, manipulándolas a su gusto para conseguir lo que querían. Giras, conciertos, presentaciones, y ellas no recibían recompensa alguna. Las sonrisas fingidas cuando los fans les preguntaban si estaban bien, los abrazos con fuerza a desconocidos que las ayudaban a sostenerse para seguir adelante. De todo aquel inmenso grupo de personas; Ally, Dinah, Camila, Normani y Lauren eran las que menos importaban.

Ally no podía llorar, se encontraba en un estado de shock del cual no podía salir. "Esto no está pasando", se repetía mentalmente. "No me estoy separando de estas chicas. No estoy echando a perder todo por lo que he luchado".

No era su culpa, y ella lo sabía. Pero no podía evitar sentirse vacía.

Abrazó sus piernas y escondió la cabeza entre sus rodillas.

Quedaban tres horas para que todo terminase.

final; fifth harmony Donde viven las historias. Descúbrelo ahora