"Procura no pecar y continuaremos esta conversación después" cómo olvidar aquellas palabras que me dieron esperanzas de seguir vivo. Las reglas en la ciudad eran claras, te escondías a las 10:10 y debías mantener silencio absoluto hasta las doce cuya hora regresaban a sus madrigueras, razón la cual aún desconozco. Sin haber pecado continuabas en la cuerda floja si llamabas demasiado la atención, para ellos era un juego donde debías esconderte mientras te buscaban. Cuando mamá y Summer murieron me di cuenta que los pisos más altos no eran refugio sino más bien un consuelo mental para quienes no sabían que seguían corriendo peligro. Para ese entonces, lo único que necesitabas para ir a la otra vida era un error.
Comencé a vivir en casa desde que perdí a mi familia ideando planes y estrategias que me ayudaran a cumplir mi cometido, di comienzo a una irremediable adicción de tomar pastillas para conciliar el sueño ya que el miedo era una estado mental que me abofeteaba cuando buscaba dormir. Tenia miedo a morir aunque muchas noches deseé que así fuese, era jodido para todos, tener que lidiar con el hecho de que cualquier día podía ser el ultimo. La muerte de mamá dificultó todo, económicamente estaba en el suelo y necesitaba dinero con que poder sustentar mis necesidades, sabía que robar me volvería en un objetivo a sus ojos y muy probablemente moriría pero no hacer nada era también morir aunque de una manera más lenta. Las primeras semanas fueron duras, tuve que comenzar a solicitar limosnas a gente que no conocía para a duras penas tener un capital con que comer, el vecino de en frente colaboró demasiado conmigo ese año. Compartimos muchas comidas juntos, era un joven con unos veinti tantos que conocía de hace muchos años, evitaba abusar de su hospitalidad, solo recurría a él cuando era absolutamente necesario.
Hace un mes oí que fue asesinado en uno de los pisos altos, me preguntaba que habría hecho para que culminaran con su vida. Su muerte no marcó la diferencia, la imagen de Summer y mamá permanecía archivada en mi cabeza lo que por inercia lograba que la vida de terceras personas no tuvieran un impacto importante en mi mundo, me volví en alguien tan frió que casi botaba humo al exhalar. Fueron meses fuertes donde vi demasiadas muertes, todo esto me estaba volviendo loco y terminé entendiendo que debía darles la guerra y matarlos a todos antes de que ellos me mataran a mí, por ello ideé un plan el cual pondría en marcha en dos noches más. Harto de pedir limosnas a diario, opté por escabullirme en súper mercados a hurtar las cosas que considerara necesarias para subsistir. Debía hacer estas cosas en las noches arriesgándome a que uno de ellos me viera y fuese por mi vida. Cada noche era una historia diferente donde debía dejar de ser yo para poder mantenerme vivo...
Mi plan era armar una celada en la casa de mi vecino ahora inhabitada, sabia lo mucho que les encantaban los retos a estas personas por lo que comencé a volver aquella casa en un muro impenetrable que sabía, ellos intentarían penetrar. Coloqué cámaras en los nomos de jardín, trampas de oso previamente camuflados por hojas de arbusto. En los adentros inserté todo tipo de trampas que con suerte más de uno caería, mi plan era armarme hasta los dientes con lo que ellos llevaran consigo y uniformarme a su apariencia para poder encontrar su guarida y obtener información. Aquellas últimas cuarenta y ocho horas las bebí armando la trampa más grande que juraba ellos no se esperarían. Tuve que hacerlo por turnos sabiendo que cualquier individuo que me observara trabajar podía ser uno de ellos. Podían ser paranoias mías pero ver la cara del mendigo sirvió para darme cuenta que cualquiera era un posible enemigo. Luego de dos días de arduo trabajo el juego estaba listo y yo desde casa podría ver todo el espectáculo que iba a ocurrir.
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10:10
Non-Fiction"Siempre nos convertimos en quienes odiamos". Historia basada en una pesadilla que narra la historia de Jake en un pueblo de Venezuela donde debe aprender a sobrevivir de seres que desconoce. Escóndete bien a las 10:10 o podrías despertar con una b...