16.- Peor que la muerte

373 35 2
                                    

El siguiente capítulo es algo fuerte, quedas advertido, estimado lector.

*Narra Virginia*
Abrí los ojos y miré el techo de nuestra casa, a mi izquierda no estaba Emily, asi que supuse que estaba abajo, tomé ropa limpia y entré al baño, me duché, vestí, cepillé mis dientes y salí mientras cepillaba mi cabello. Me puse una chaqueta de Carl y bajé las escaleras, vi a Emily en el sillón mirando una foto, de nosotros, cuando aún eramos todos los chicos.
-Em, voy a cuidar a Judith ¿Quieres venir conmigo?- Dije y me miró, asintió levemente y me dedicó una sonrisa triste, salimos de casa y caminamos a la casa de Rick, Carl y el resto.
Al llegar, no tuve que tocar, ya que Carl ya me esperaba y besó mis labios cuando estuve frente a el, se notaba que no había dormido -¿Estas bien?- Dije mientras examinaba su rostro -Pesadillas- Dijo y saludo a Emily con un leve abrazo, a ella le había golpeado más duro lo de Ron, ellos realmente eran amigos antes de nuestra pelea.
Entramos y tomé a Judith, apoyandola en mi cadera y rodeandola con mi brazo útil, ella se acurrucó en mi pecho mientras jugaba con mi collar -Le daré algo de leche- Dije y fui a la cocina, Emily fue a ayudarme, pero la lata estaba vacia -Cariño ¿Ya no hay leche de Judith?- Dije en voz alta y Carl se acercó a mi -Era la ultima. Iré por más- Dijo seguro -Tu te quedas, necesitas descansar, iré yo- Dije y le pasé a Judith -Estás loca, dulzura- Dijo mientras me impedía salir de la cocina -¡Rick!- Dije alargando la "I" y apareció detrás de Carl -¿Qué pasa?- Dijo confundido mirandonos -Nos quedamos sin leche para Judith y Carl quiere ir, no durmió bien anoche asi que le dije que iría yo y no me deja- Le comenté a Rick y este miró a Carl -No iras a ningun lado en ese estado, ve a descansar- Dijo mientras tomaba a Judith de sus brazos con delicadeza -Y tu no irás sola- Dijo mirandome a mi -Yo voy con ella- Dijo Emily mientras se ponía a mi lado -Trabajamos bien juntas, además, somos ágiles, llegaremos antes del anochecer- Dijo y Rick nos miró un momento, se veía que dudaba un poco -Bien, si no las veo aqui antes del anochecer, iré a buscarlas- Dijo Rick y reí -No tendrás que hacerlo, siempre volvemos- Dije y me sonrió antes de salir de la habitación -No las dejaré ir solas- Dijo Carl tomando mi rostro -Volveré, lo haré- Dije tomando una de sus muñecas, se acercó a mi y me dió un beso en los labios -Antes del anochecer, no pueden llegar más tarde- Dijo y besó mi frente -Lo prometo- Dije y miró a Emily -Que no haga alguna estupidez, es especial en ello- Dijo y rieron, yo terminé uniéndome -Te quiero- Dije a Carl antes de irme -Tambien te quiero- Dijo y me dedicó una última sonrisa.
Tomamos lo necesario y Em y yo salimos de la comunidad rumbo al centro comercial más cercano, hablabamos de tonterías y reíamos, no nos topamos con nada interesante fuera de un par de caminantes que terminamos sin problemas. Al llegar, entramos sigilosamente, ya sabíamos donde se encontraba todo -Yo iré por la fórmula, toma las medicinas de ahí- Dijo Emily y yo seguí su orden. Tomé todo y algo de comida. Emily no había vuelto y me pareció raro, así que fuí por ella -¿Em? ¡Emiliana!- Comencé a entrar en pánico así que mi respiración se agitó y comencé a correr cuando miré a Emily en el suelo -¡Em!- Cuando estaba apunto de llegar, sentí un golpe horrible en mi cabeza y caí al suelo, todo se obscureció.

Abrí los ojos a tope y miré a mi alrededor. Intenté gritar pero sentí un trozo de tela cubiendo mi boca, mi cuerpo estaba atado a una silla, el cuarto era viejo y estaba en condiciones deplorables, ahí miré a Emily, quien lloraba desconsoladamente, su ropa estaba mal puesta y le faltaban prendas, no... Emily no... Negó con la cabeza bruscamente mirando algo detrás mío. Sabía que lo peor se acercaba -Veo que la bella durmiente ha despertado- Dijo una voz a mis espaldas para despues olfatear mi cabello de manera grotesca -Tu amiguita y yo ya nos divertimos un rato, ahora es tu turno- Dijo y se colocó frente a mi, era repugnante, todo en el lo era, sus dientes estaban podridos y su cabello era grasiento y asqueroso -Empecemos- Dijo mientras me despojaba de mi ropa, grité, las lagrimas cayeron por mis ojos y sollozos fuertes salieron de mis labios... Pero nadie escuchó... Nadie vino a ayudarnos. Emily gritaba al igual que yo, y me miraba con la mayor cantidad de tristeza que he visto en sus ojos, ni la muerte de mis padres la había dañado tanto. Quería vomitar, y sabía que, si no estuviese gritando y llorando con tanta fuerza, intentando llamar la atención de quien sea que viniera a rescatarnos, mi estomago habría expulsado su contenido al instante.
Carl tenía razón, no debíamos salir solas, fue un error... Emily sufrió por mi, y ahora, mi inocencia se la lleva un cerdo asqueroso, quien disfruta nuestros gritos y el sufrimiento que nos causa.
Ninguna paró de gritar en ningun momento. Cuando el acabó lo vi poner algo en un trozo de gasa y se acercó a mi una vez más mientras ponía la gasa sobre mi nariz y mi boca, tenía un olor dulzón que impregnó mis pulmones e hizo que me mareara, me resistí pero mis ojos se cerraban, Emily basluceaba algo inentendible y lloraba, yo aun sollozaba aunque estaba a punto de desmayarme y mi cabeza cayó hacia un lado mientras perdía conciencia.

Abrí los ojos, no podía moverme, pero poco a poco comencé a sentir mi cuerpo, mis piernas y estomago quemaban, y busqué a Emily, quien me veía con el mismo mareo que yo, estaba a unos 3 metros de mi. Su ropa estaba de nuevo en su sitio. Nuestras cosas estaban tiradas en el suelo, como si al tipo no le importara eso, sino lo que ya había tomado. Lo miré una vez más y se acercó a mi, y tomó mi rostro, acercandose y yo solté el golpe más fuerte que pude, que, sorprendentemente, causó que su labio sangrara -Gran error- Dijo y dió una patada a mi estómago para luego mirar a Emily, sonrió maliciosamente, todo comenzaba a nublarse y me costaba respirar. Sacó un cuchillo con el mango tallado y jugó con el entre sus gordas y sucias manos, tenía algo parecido a un bat de baseball dibujado. Me golpeo con el mango del cuchillo en la ceja y sentí como la sangre caía, de nuevo, me sentí incapaz de mover mi cuerpo, despues, hizo un corte en mi mejilla, Emiliana soltó un quejido ahogado mientras intentaba ponerse de pie, él la miró y sacó una pistola de su pantalón -Esto te hará sufrir más, zorra- Dijo y apuntó a Emily -¡No!- Grité con todas mis fuerzas y el jaló el gatillo golpeando a Emiliana en el costado. Sus ojos se abrieron a tope y posó su mano sobre su herida para despues caer como una muñeca de trapo. Yo estaba en completo shock. El imbecil rió y corrió al interior del bosque, perdiendose entre los árboles.
-Em- Dije y me levanté y corrí tambaleandome y tropezando con todo lo que se encontraba en mi camino, me tumbé de rodillas frente a ella y puse su torzo sobre mis piernas desesperadamente, aplicando presión en su herida, que soltaba sangre en cantidades alarmantes, intentando detener la hemorragia con mi mano -Es mi culpa... Yo... Yo... No se que hacer- Dije y solté un sollozo, mi pecho ardía -No... No lo es...- Dijo y puso su mano en mi rostro y lo acarició -Te... Te llevaré a casa- Dije e intenté cargarla pero mi cuerpo dolía horriblemente, y mi muñon no ayudaba en nada -No... Ya no se puede, sigue sin mi... No quiero que te dejes caer- Dijo y tosió, expulsando sangre por la boca -Dije que te protegería... Lo prometí...- Dije y solté un sollozo fuerte, no reconocía la voz ronca y cansada que salía de mi -Lo hiciste... No pudiste hacer más... Toma mis armas y mi cadena, vete... Vuelve a casa y diles lo que pasó, necesitas medicamentos- Se a que se refería, el infeliz no había usado ningun tipo de protección -No quiero dejarte- Dije y la abracé, sus brazos me rodearon débilmente -Termínalo... Tienes que hacerlo, por mi- Dijo y sus ojos comenzaron a cerrarse -No... No ¡Quedate conmigo!- Dije agitando su rostro delicadamente -Te amo, hermana... Se fuerte- Dijo y volvió a toser -Tambien te amo- Dije mientras lloraba aún más fuerte, sus ojos se cerraron y su pecho dejó de subir y bajar. Grité lo más fuerte que pude mientras me aferraba al cuerpo de mi única familia con fuerza y decía su nombre una y otra vez... Era mi culpa... Todo era mi culpa...
Puse a Emiliana delicadamente en el suelo y saqué mi arma, la miré, sus mejillas ya no estaban rosadas, tenía moretones en el cuerpo y su piel estaba pálida. Apunté e intenté jalar el gatillo, mi mano temblaba violentamente y yo seguía llorando.

Jalé el gatillo.

Mi estomago se dió por vencido y vació todo su contenido dejando un ardor en mi garganta.

Mi única familia... Mi mejor amiga... Mi hermana... Se había ido.
Grité y caí de rodillas en el suelo, y comencé a dar puñetazos al mismo, dolía, pero no me interesaba. Ya nada interesaba. No queria volver a casa, no hasta que aquel imbecil estuviera muerto, vengaría a mi Emiliana, me encargaría personalmente de que nadie más sufriría lo mismo que nosotras. No me importaba morir en el proceso.
Enterré a Emily e hice una cruz improvisada con ramas en la que coloqué su brazalete, puse su cadena favorita en mi cuello y me aferré con fuerza a su bat. Miré en el interior de la mochila en la que había metido todos los medicamentos buscando lo que necesitaba. Encontré las píldoras y leí la caja... Debía tomar dos para que hiciese efecto pero tomé las 6 píldoras que había en el empaque y abracé mis piernas, estaba sentaba junto a la tumba de Emily, intentando recuperar fuerzas para ir en busca de aquel hombre. No había parado de llorar, y sabía perfectamente que no lo haría pronto.
Comenzaba a anochecer así que me puse de pie y le di un último vistazo a su tumba -Adios, guerrera- Dije, metí mi mano en uno de los bolsillos de la chaqueta y comencé a caminar sin rumbo.

La chica nueva de Alexandria (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora