25.- Un salto en el tiempo y cambio de historia

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Después de aquello mucho pasó, Negan nos llevó de vuelta a casa, nos obligó a comer comida preparada por el y, para demostrar su autoridad, asesinó a Spencer, abriendo su estómago sin piedad. Rosita intentó dispararle y causó la muerte de Olivia. Se desató una guerra entre ambos grupos, un contraataque tras otro, una muerte tras otra, y uno a uno cometimos asesinatos para sobrevivir pero hoy, hoy todo se derrumbó aún peor. Carl casi causa que lo muerda un caminante mientras intentábamos reclutar a un hombre, pero yo le salvé el trasero, ahora estamos haciendo guardia, esperando a que Negan ataque una vez más, mirando a la oscuridad de la noche esperando algún movimiento. 

-Dije que lo sentía- Soltó Carl -Ginnie ¿Podrías al menos mirarme?- 

Solté un suspiro de frustración mientras lo miraba al ojo.

-Estaba intentando hacer algo bueno, amor, perdoname- Mi mirada se suavizó considerablemente  -Lo ultimo que quería era que alguno de los dos saliera lastimado, pero estoy bien, puedes examinar por ti misma si quieres ¿Sí?- Extendió sus brazos y me miró.

Di un paso acercándose a el -Quitate la camisa- Me obedeció, quedándose en solo una playera gris, sus brazos algo ejercitados expuestos, una que otra cicatriz era visible ahora. Mi mano recorrió la piel de cada brazo buscando alguna anormalidad, su piel se erizaba  bajo mi tacto. Recorrí su espalda sobre la tela de su playera y luego se dió la vuelta dejandome recorrer su torso, pasé mis dedos sobre la cicatriz de bala que tanto conocía y, al terminar, lo miré a los ojos.

-¿Lo ves? Estoy bien, me salvaste- Tomó mi rostro entre sus manos besando mi frente -Tu te encargaste de que estuviera a salvo- Besó mis labios --Perdoname, por favor- Su ojo se veía cansado y triste.

Lo abracé con fuerza -Deja de asustarme así- Dije escondiendo mi cara en la curva de su cuello, sus brazos respondieron mi abrazo, escuchaba sus latidos, los cuales me tranquilizaban.

-¡Rick! Muy bien, tu te lo buscaste, yo hubiese trabajado contigo, solo tenías que seguir reglas muy sencillas ¿Pero ahora? Ahora veo que deber caer ¡Sal se ahí, imbécil!- Gritó Negan en su tono de siempre.

-No está en casa- Dijo Carl poniéndose frente a mi de manera protectora.

-¡Maldita sea! Nadie dispare, son Carl y su noviecita. Mírense, atendiendo la puerta como niños grandes, estoy muy orgulloso ¿Papi no esta en casa? Bueno pues volverá para encontrar una sorpresa llena de humo y cenizas- Dijo Negan burlándose de nosotros.

-Hay familias aquí, gran pedazo de mierda- Dije yo perdiendo por completo la compostura.

-Hay niños, mi hermanita- Dijo Carl más tranquilo.

-Esa mierda rompe mi corazón, también hay niños en el santuario, incluso una bebé en uno de nuestro puestos de vigilancia, me pregunto donde estará- Dijo Negan -Nada es justo, ustedes lo saben, tu tuviste que matar a tu propia madre, tu tuviste que matar a tu hermana y ver como cortaban tu brazo y eso, eso es muy retorcido para sus mentes jovenes. Por eso necesitamos a alguien al mando dispuesto a evitar que esas cosas pasen ¡Esperen, ese soy yo!-

-Esas cosas pasan pero podemos negociar y detener esto- Carl intentó razonar.

-¿Ahora quieres hablar? Tu padre quiere que yo muera sin importar que, le dió opciones a mi gente pero no a mi. Ahora necesitamos un acuerdo nuevo; disculpas, castigos...- Negan fué interrumpido.

-Mátame entonces- Dijo Carl.

-A ambos- Continué mientras tomaba la mano de Carl -Si deben haber castigos, si alguien tiene que morir tómanos a nosotros- 

Negan estaba serio, casi triste -Ustedes... ¿Ustedes quieren morir?- 

-No...- Mi voz se quebró inevitablemente.

-Pero moriremos eventualmente, y si nuestra caída trae paz para ustedes y para nosotros... Para todos esos niños en nuestras comunidades... Entonces valdrá la  pena- Dijo Carl mirándome y secando mis lágrimas.

-¿Era ese tu plan?- Le pregunté a Negan - ¿De verdad tenía que terminar así? ¿Acaso eres quién querías ser? ¿Éste es el líder que salvará una comunidad entera?-

Los ojos de Negan se cristalizaron y escuchamos los camiones de nuestra comunidad romper una de las paredes. Saltamos de la plataforma de vigilancia, corriendo por nuestras vidas.

-¡Pequeños hijos de perra! ¿Fué solo actuación? ¡Creí que estábamos teniendo un maldito momento!- Su voz estaba cada vez más distante mientras corríamos y dejábamos caer las granadas de humo.

El grupo de Negan disparó, incendiando las casas de nuestra  comunidad. Cada casa caía una tras otra cuando de repente un auto explotó frente a nosotros mandándonos al suelo.

-Carl- Me levanté con dificultad -Amor, despierta- Mi respiración comenzó a agitarse mientras me acercaba a él, abofeteé su rostro y su ojo se abrió -Vamos, tienes que levantarte ¿Si? Ya casi lo logramos, solo un poco más- Lo ayudé a incorporarse -Eso es- besé su hombro mientras pasaba su brazo izquierdo por mis hombros -Sostente, yo nos cubriré- Asintió lentamente mientras me obedecía.

Intenté llegar a las oxidadas tuberías donde todos se escondían pero el fuego nos bloqueaba el camino. Sentía mis pulmones arder por el humo.

-Carl, no hay salida ¿A donde nos llevo? Pregunté desesperadamente.

-Hay un auto, por si necesitabamos un... Un plan B- Dijo con dificultad y me mostró el camino. Lo subí al asiento del copiloto y puse su cinturón de seguridad, para luego entrar yo al auto y abrochar el mio

Introduje las llaves y aceleré, dejando atrás nuestro hogar, pero con la cabeza tranquila, su plan había funcionado, nos salvó a todos.

-Carl, lo logramos, estamos a salvo- Dije soltando una risa cansada, mi mano tomando el volante con fuerza para luego sostenerlo con las rodillas justo como él me había enseñado -Nos salvaste, cariño- Me estiré de una manera un poco incómoda para poner mi mano sobre su rodilla -Eres un gran líder- Dije mientras tomaba el volante otra vez. Gracias a dios es un auto automático. 

Carl puso su mano en mi muslo -Te amo, Gin- Dijo con voz ronca -Busquémos un refugio por la noche, necesitamos descansar- 

-Todo lo que quieras, te lo mereces, descansa un poco, yo me encargo de que lleguemos a salvo- Dije sonriéndole brevemente.

-Prefiero verte conducir, es sexy- Reimos un poco, Carl tomó la botella de agua de su bolsa y le dió un gran sorbo, luego la acercó a mi rostro -Bebe, debes tener sed- Lo obedecí bebiendo un poco de agua -Más, no seas tímida, empaqué mucha comida y agua, está en la cajuela- Dijo y lo obedecí. 

Después de un rato y estando lo suficientemente lejos llegamos a una casa que lucía abandonada pero intacta, metimos el auto a la cochera y luego la cerramos, entramos a la casa y la inspeccionamos, estaba vacía, cerramos las puertas y ventanas con seguro y fuimos al segundo piso, cerrando las ventanas también, fuimos a una habitación con una cama espaciosa y, después de cambiar las ropas sucias que llevábamos puestas nos recostamos.

-Buenas noches, Carl-

-Buenas noches, Ginnie- 

Nos abrazamos y caímos en un profundo y necesario sueño.

La chica nueva de Alexandria (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora