19.- Cambios

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*Narra Virginia*

Hace ya una semana hemos estamos buscando, y la compañia de Clem, Javi y Gabe era de mi agrado.
Buscabamos por el bosque y mi cabello comenzaba a molestarme.
-¿Por que no lo cortas?- Pregunta Clem tomando un mechon de mi cabello.
-Me recuerda a mi madre, ella solía peinarlo para recordarme que a veces hay tranquilidad y aun somos humanos, no tenemos que ser monstruos tambien- Dije y la miré a los ojos -Bien, humana, dejame hacerte un favor- Dijo ella con un tono de burla -Oigan, paremos un momento, quiero quitar el cabello de Virginia de su cara- me indicó que me arrodillara frente a ella y lo hice, comenzó a trenzar mi cabello en dos trenzas de raiz mientras haciamos conversación, que finalmente llegó al tema que no quería tocar -¿Y tienes familia en esa comunidad tuya?- preguntó Clem -Sí, mi novio Carl, su padre, mis amigos, Daryl, es mi padre...- No pude continuar hablando -No puedo volver, no aún, tengo que teminar esto, debo matar a ese hombre, encargarme de que no vuelva a lastimar a nadie. Tengo que hacerlo- Dije mientras ella teminaba de atar la segunda trenza -Bueno, entonces terminemos con esto para que vuelvas a casa- Dijo y me ofreció su mano para ayudarme a ponerme de pie -Sigamos, tenemos mucho que buscar aun- Dijo Javi y lo seguimos.

Y pasaron dos días, tortuosos días sin avance alguno. Estaba perdida en mis pensamientos mientras caminaba cuando me di cuenta de que probablemente ya me estaba buscando el grupo, y si me los topaba, harían que volviera a casa, no me dejarían terminar. Levanté la mirada y ahi la vi, una cabaña a la que no habíamos entrado, era el lugar perfecto -Necesito entrar- Dije en voz alta mientras me acercaba a la puerta -¿Qué haces? Creí que buscabas a alguien- Dijo Gabe confundido -Tengo que fingir mi muerte, necesito un caminante, uno que se parezca a mi- Javi me tomó del hombro -¿Perdiste la cabeza? ¿Eso en que ayudaría?- Dijo y yo comenzaba a frustrarme -¡Necesito terminar con esto! Mi grupo probablemente esta siguiendo nuestras huellas y si me encuentran me harán volver. Quiero encontrar al monstruo que se llevó a mi hermana antes de volver. Lo necesito- Dije a punto de soltar las lágrimas -Por favor...- Javi soltó una bocanada de aire en señal de frustración y se puso junto a la puerta de la cabaña -A las tres abriré la puerta, estén atentos, si ven un caminante como el que buscamos solo derribenlo- Dijo y comenzó a contar. Entramos y no había nada, golpee una de las paredes con fuerza y escuché pasos en el piso de arriba, el grupo me siguió y ahí estaba, un caminante con el cabello tan largo como el mio. Hice que cayera golpeando su rodilla y cerré la puerta -Ese es, necesito ropa- Dije y fui a otro de los cuartos, tenía las paredes pintadas en grises y muebles color negro, con ropa de chico regada por el suelo. Bingo.
Fui al armario y ahí había un par de prendas aún. Tomé unos pantalones, una camisa a cuadros y una gorra. Cambié mi ropa y llamé a Clementine -¿Me ayudas a esconder mi cabello con la gorra?- Pregunté y ella caminó hacia mi -¿Por qué vestirte de chico?- Preguntó con su usual tono apagado -No quiero que me reconozcan ¿Engañaría a alguien?- Pregunté dando un paso atrás -Debes cambiar tus zapatos también, esos son de chica- Dijo y fué al armario, volviendo con un par de botas de trabajo color negro. Me las puse y tomé un pañuelo del suelo y lo guardé en mi bolsillo -¿Puedes hacer un nudo y cortar la manga?- Dije mientras extendía mi muñón -Claro- Dijo Clem mientras lo hacía. Al terminar me ayudó a recoger mi ropa e ir devuelta al cuarto anterior -Okay, tendremos que ponerle mi ropa, cortarle un brazo y vendar el muñon- Dije y noté lo dificil que sería -No será algo que siete manos no puedan hacer- Dijo Clem -Ja ja ja, muy simpática- Dije y solté una pequeña risa.
Al terminar con el caminante, que aún sujetabamos en el piso, vi su rostro y golpee su nariz, rompiéndola -Será un poco más creible que su cara no sea idéntica a la mía- Dije y miré mi brazalete, me lo quité y se lo puse al caminante -Listo- Dije y sentí un nudo en la garganta al darme cuenta de lo que estaba haciendo, lo que causaría a todos encontrarlo. Pero sólo continué.
Soltamos al caminante y salimos de la casa sin decir más, Tomé el pañuelo en mi mano y Javi me lo pidió, lo colocó cubriendo mi nariz y boca.

Y así pasó una semana más. Una maldita semana más. No habiamos encontrado absolutamente nada. Estabamos frustrados, no habiamos tomado una ducha y no podíamos esperar a terminar el trabajo.
Ahí, a mitad de un quiebre por frustración, escuchamos alguien arrastrando algo, corrimos hacia la fuente del sonido y ahí estaba el, arrastrando a una chica rubia, de unos veinte años. Dejé que la ira se apoderara de mi y corrí hacia aquel imbecil con mi navaja en mano y me abalancé sobre él, derribandolo y apuñalandolo en el estómago -Eso es por Emily- Dije y cuando me preparaba para una segunda puñalada, él tomó su cuchillo e intentó sacarme un ojo, pero sólo logró hacer un corte en mi ceja, ahí, escuche un arma quitando el seguro detrás de mi y Clem habló -Tócala una vez más y te volaré los sesos ¿Escuchaste?- Y el cerdo soltó su cuchillo, me puse de pie y lo miré con asco, quité el pañuelo de mi cara para que se quedara en mi cuello -¿Me extrañaste?- Pregunté y sus ojos se abrieron a tope. Comenzé patear con toda mi fuerza su rostro, luego sus costillas y después su entrepierna, sentía las lágrimas caer por mi rostro y los sollozos subir por mi garganta, pero no podía parar, no quería hacerlo. Comencé a soltar gruñidos y pequeños gritos con cada golpe hasta que sentí un par de brazos fuertes sostener mis hombros -Ya, terminó todo, respira, sólo respira- Dijo Javi mientras me separaba del ahora inconciente hombre que me había quitado mi inocencia y a mi hermana en un sólo día -Quiero colgarlo, encargarme de que lo vean como el monstruo que es- Dije y me arrodillé, quitando de mi espalda mi mochila, sacando cuerda y cerrandola de nuevo -Quiero que quede ahí- Dije señalando una especie de reja en la que se colocan los cazadores.
Javi me ayudó a hacer un nudo de horca y ponerlo alrededor del cuello del cerdo -Hay un arco en la celda- Dijo Gabe -¿No deberíamos tomarlo?- prosiguió -No lo necesitamos- Dijo Javi -Yo pondré la cuerda en la rama- Dijo Clem mientras tomaba uno de los extremos y comenzaba a trepar el arbol, al llegar al punto deseado, se sentó en una rama y dejó caer la cuerda, Gabe, Javi y yo comenzamos a tirar. Cuando el cuerpo llegó a la altura necesaria, Clem se encargó de que quedara dentro de la celda, hizo un nudo alrederor de la rama y cortó la cuerda sobrante.
Cuando Clem estaba junto con nosotros una vez más, caminamos hasta llegar a un camino entre los árboles -Creo que esto es todo, gracias- dije -¿No quieres que te ayudemos a encontrar tu comunidad?- Dijo Gabe -Estaré bien, ya han hecho mucho por mi- Dije y Javi me abrazó -Ten cuidado- Dijo al soltarme, le di un corto abrazo a Gabe y me acerqué a Clem -No soy de abrazos- Dijo y yo solo sonreí -Tranquila, será un abrazo con solo un brazo- Dije y rió, dejando que la abrazara. Y después de un último adios, yo tomé mi camino y ellos el suyo.

La chica nueva de Alexandria (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora