Beautiful Light (Be #1.5)

Final

Un mes, ese fue todo el tiempo que pude durar sin ver a Natalie, me odiara o no necesitaba verla.

Pero de alguna manera mientras caminaba a su universidad un llanto me despertó. Mas adelante, atrás de un multitud de gente vi a un niño llorando fuertemente, poco paso y llegaron las ambulancias, baje la mirada al niño y corrí a él.

¿Qué hacia Cameron allí?

El me vio, inmediatamente corrió sus brazos por mi cuello. Me sorprendió el acto puesto que Cameron me habia visto una vez. No era bueno que un niño se anduviera colgando al cuello de un extraño.

—¿Cameron que paso?

—Hay sombras, muchas sombras —lloró—. No pude evitarlo, le dije que lo estaban rodeando y luego murió. Les dije que se apartaran pero no me hicieron caso. Los números se hicieron cero y ellos me rodearon. Amigo luz haz que las sombras se vayan.

Mierda.

¿Hermes que estás haciendo?

—Cameron. —No me hizo caso—.Cameron —lo separe de mí obligando a que me mirase—. Tranquilízate, no permitiré que las sombras te toquen, entiendes, tenemos que buscar a tu hermana. ¿Bien? Deja de llorar.

El pequeño asintió.

Lo cargue en mis brazos y corrí hasta la universidad de Natalie.

Esperándola entre el mar de chicos y chicas que salían, no puede evitar ver que salía sola de nuevo. Había pasado un año, Nat no habia cambiado mucho. Lo único diferente era la mirada de odio que ahora habia en sus ojos. La que fue sustituida rápidamente por preocupación cuando vio a Cameron colgado a mi cuello.

—¿Qué haces aquí y por qué tienes a mi hermano? —gritó, inmediatamente intentando sacarlo de mi cuello, pero el seguía aferrado a mí

—Cameron suéltalo —gruño, él no le hizo caso.

—Nat tranquilízate.

—¡Cameron!

—¡NAT! — Él estaba comenzando a volver a llorar.

—¡Cameron!

—NAT CALLATE. Hay problemas, muchos problemas y no ganaras nada gritando, se que me odias pero ahora lo importante es Cameron. No está seguro aquí asi que si dejas de gritar podría llevarlos a su casa.

Y creo que funciono.

—¿Qué le paso?

—Aquí no Nat.

Ella asintió y alejándonos un poco de la multitud desaparecimos de allí apareciendo en la sala de su casa. Cameron de tanto llorar se habia dormido en mi hombro. Lo deje en su cuarto y camine con Nat hasta la sala.

—Puedes irte.

—No puedo.

Nat bufó.

—Pero si eso es lo que siempre haces.

—Confía en mi Nat.

—¿Por qué debería?

—Nat, sé que me odias pero…

—Has estado mintiéndome desde el principio. Todo lo que dijiste, todo lo que hicimos, que intentabas. Me mentiste desde el principio.

—¡Nat!

—¿Esto es un juego al que te gusta jugar? ¿Hacer que la estúpida chica humana caiga rendida a ti y luego irte mientras rompes su corazón? ¡Tu sabias lo que sentía, lo que pasaba! ¡Estaba intentando ser normal y tu viniste para confundirlo todo! ¡FUE UNA BROMA PARA TI!