El niñero || Larry Stylinson

Capítulo 11

Ya había pasado semanas de lo sucedido. Se preguntarán que ha sido de Harry y de mi... Bien, después del beso hablamos y decidimos que seguiríamos con nuestras vidas, no podemos estar juntos, no por ahora. Tengo novia y la quiero, no quiero hacerle daño aunque ahora estemos un poco distanciados. Nuestras madres han estado muy atentas a cada cosa que hacemos, se piensan que estamos juntos en secreto o algo así pero como ya dije, no hay nada. Nos hablamos pero ambos estamos intentando olvidarnos de lo que fuimos de pequeños y de lo que nos queríamos. Espero lograrlo.

Yo decidí dejar de estudiar en la universidad y estudiar en casa, ya saben, hacer los exámenes en casa y hacerlo todo desde casa porque veía una perdida de tiempo y dinero estar ahí.

-¡LOUEHHHH! - Oí la voz de Harry llamando desde abajo.

Me levante de mi cama y fui escaleras abajo.

-¡LOU-

-¿QUE COJONES QUIERES HARRY?- grite. El se dio la vuelta para mirarme.

-Vaya... que buen humor desde por la mañana.

Suspire. -¿que quieres Harry?

-¿Podrías darle el biberón a Doris? Llego tarde para llevarles a la guardería. Podrías acompañarme.

Me acerqué hacia Harry para coger a Doris. Cuando estuve a solo un centímetro de el me atreví a mirarle a los labios y el sonrió. Esa sonrisa, esa maldita sonrisa. Raspé la garganta y cogí a Doris en brazo y le di el biberón.

Acabábamos de llegar a casa. Al final me decidí a acompañar a Harry a llevar a los mellizos a la guardería. Estábamos ambos sentados en el sofá mirando hacia el frente cuando mi teléfono sonó, era Danielle, pero no tenía ganas de cogerlo.

-Deberían de hablar ya de una vez.- dijo Harry levantandose del sofá.

Le cogí del brazo y le volví a sentar.- ¿A donde vas?- dije

-A mi habitación para que puedas hablar con tu novia.

-No quiero.

-¿El que no quieres?- dijo el apoyando su cara en su mano.

-Lo que sea.- dije susurrando.

-Louis... llevas semanas evitando a Danielle, merece una explicación de tu actitud.

-¿Y que le digo? ¿Que me besé con el niñero? ¿Que el niñero fue mi primer amor y que por eso tengo dudas de lo que soy o de lo que quiero?- dije un poco alterado

-No tienes porqué decirle eso si no quieres, yo tampoco quiero. Inventate algo estoy seguro de que te creerá.

-Ya pensaré algo.- dije y Harry se fue a la cocina.

Me quedé un rato mirando hacia no sé donde y Harry habló

-¿Cuanto tiempo crees que tienes para hablar con Danielle?

-Mañana iré a su casa.- dije rodando los ojos.

-Demasiado tarde, ella ya está aqui.

-¿QU- se escuchó el timbre. Fui corriendo hacia donde Harry.- ¡HARRY NO PUEDO HABLAR CON ELLA AHORA, NO ME ATREVO!

-Iba a salir y decirle que no estabas pero estoy seguro de que hasta el vecino de la otra calle sabe que estas en casa asi que, Louis, por favor, ve y abre la maldita puerta antes de que tu santa novia queme el timbre. Gracias.- dijo y se dio la vuelta.

-No te vayas, quedate aquí.

Fui hacia la puerta y conté hasta 3 en mi cabeza y abrí la puerta.

-Louis, tenemos que hablar.- dijo y entro.

Vaya...

Fuimos ambos hacia el salón y cuando pasé por la cocina le hice a Harry una seña para que tambien viniese a lo que el negó. Danielle se sentó en el sofá y yo me quedé de pie.

-¿No te vas a sentar?- dijo ella seca.

-Espera.- dije y fui hacia la cocina donde se encontraba Harry.- Harry, por favor, no me dejes solo.- dije susurrando.

-Tu problema, tu solución.- dijo

-Hago lo que quieras pero por favor ven.- dije rogándole

-¿Lo que quiera?- dijo el alzando una ceja y una sonrisa picarona.

-Lo que quieras.

-Esta bien.

Fuimos al salón y Danielle estaba mirando hacia sus pies con las piernas cruzadas. Cuando me oyó me miró y sonrió. Luego miró a Harry y frunció el ceño.

-Te dije que era una conversación privada.

-La verdad es que no mencionaste nada de eso.- dije nervioso y me senté al lado de ella y Harry en el otro sofá.- Bueno y, ¿de que quieres hablar?

-¿Me lo estás preguntando en serio?- dijo ella enfadada y miré a Harry a lo que el estaba moviendo la cabeza y sonriendo.

-S-Sí...- dije y me rasqué la nuca aún mirando a Harry.

-Primero, ¿por qué no dejas de mirarle y me miras a mi? Que yo sepa, con el no va el problema.

El problema es el.

Miré a Danielle rápidamente al darme cuenta de lo que estaba haciendo. Ella asintió y se acomodó.

-Segundo, ¿que te pasa conmigo?

Tomé unos segundos en hablar.- Desde que salí de la universidad por mi cuenta he estado más centrado en mis estudios, en las tareas de la casa y también con las niñas.- mire a Harry y rápidamente volvi la vista en Danielle.

-¿Y que tiene que ver eso con que me evites, no vengas a verme o ni siquiera me llames?

-Eh... No- A ver.- empecé a tartamudear y miré a Harry para que me ayudara y el levanto las manos en señal de defensa.- No sé, no tengo ningún motivo.

-Louis.- dijo y yo la miré.- ¿Tu me sigues queriendo?

Abrí los ojos como platos. ¿La quería? Claro que si la seguía queriendo, hemos pasado por muchas cosas juntos. ¿Sigo sintiendo lo mismo por ella? Definitivamente no, no sé.

-Sí, Danielle, claro que te quiero.- dije y ella rompió a llorar y se lanzó a mis brazos.- ¿Por qué lloras?

-Te he echado mucho de menos. Pensé que no me querías, que todo lo que habiamos pasado se te había olvidado, que ya no pensabas en mi, que no me querías ver más o mucho peor, que querías terminar conmigo.- dijo aun en mi hombro llorando.

-Conmigo ni se acordaba de ti.- susurró Harry.

Danielle se separó de mi y miró hacia el.- ¿Perdón?

Yo le miré queriendole matar.

-Que no se que hago aquí, sobro.- dijo Harry y se levantó. No sabía que hacer para pararle pero ella habló.

-No Harry, sientate, ahora quiero hablar contigo.

Harry frunció el ceño y se volvió a sentar en el sillón sin dejar de mirar hacia a ella.

-Perdón por obsesionarme tanto con que tu y Louis tenían algo pero es que no puedo evitarlo, le quiero mucho y solo lo quiero para mi pero tengo que cambiar eso... Louis se merece ser querido por ti, por mi y por todas las personas del mundo. Asi que... perdón Harry.- se levantó del sofá y fue hacia él con los brazos abiertos. Harry se levantó y la abrazó.

Harry me miró con una cara de confusión a lo que yo solté una pequeña risita. Se escuchó la puerta y eran mi madre y Anne.

-Esto se cuenta y no se cree.- dijo mi madre