Capítulo 8, Nuevo refugio

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Un mes, ha pasado un mes desde que llegué a Colombia. Llegamos a Cartagena, una ciudad costera muy retirada de Bogotá, no encontré vuelos disponibles ese mismo día para viajar a mi ciudad, así que decidí que nos quedaríamos un par de días allí. Samuel estuvo en un principio tranquilo, pero después de una semana se tornó impaciente y con ganas de volver a nuestra casa.

En nuestra casa las cosas no están del todo bien, a Train y sus secuaces los dejaron libres al siguiente día de haberlos capturado. Por lo tanto, Travies quedó mucho más tranquilo de que me hubiese venido para aquí. Estuvimos una semana Cartagena, y viajamos a Bogotá.

En Bogotá estuvimos cerca de unas tres semanas, pero la policía rastreó que uno de los secuaces de Train salió del país con rumbo hacia aquí esta mañana. Tomé la decisión de salir de la ciudad he ir a un lugar donde es muy poco factible que nos encuentren; hace mucho tiempo no voy allá y sé que mi familia lo tiene completamente abandonado y debe estar con muy mal aspecto.

- Mami, ¿para dónde vamos? – Estamos en el auto que tenemos aquí en Colombia.

- Vamos para donde vivían mis abuelitos

- ¿Por qué vamos para allá?

- Porque Bogotá ya no es seguro y estoy segura de que a donde vamos no nos van a encontrar nunca

- ¿Qué va a pasar con mi titular en el equipo? 

- No sé principito

- No quiero dejar de ser el titular, es mi vida

- Corazón, estoy segura de que no te la van a quitar, tu eres el mejor sin importar el hecho de que seas el más pequeño

- Pero ya llevo un mes sin entrenar, nunca había pasado tanto sin hacerlo

- Estuviste jugando con tu tío, eso cuenta como entrenamiento

- Mi tío es malo, eso no me ayudó en nada

- No seas cruel corazón, a donde vamos tendrás muchos lugares para entrenar

- ¡Quiero volver!

- Yo también amor, pero por ahora no es un lugar seguro

- Ese maldito acabó con nuestra familia

- Cuida tu vocabulario, y nuestra familia no se ha acabado

- No estamos juntos, como deberíamos – Estacioné en un costado

- El hecho de que estemos lejos, no significa que así vaya a ser por siempre 

- Se siente como si eso fuera a ser así

- Te aseguro que no – Nuevamente continué con el camino.

Llegamos a la casa y efectivamente tiene un aspecto muy diferente, es increíble como la falta de cuidados puede acabar con algo que es tan bello. Entré y estacioné el auto, caminé adentro con Samuel un poco asustado a mi lado. El interior de la casa está cubierto por plantas, las mismas plantas que teníamos sembradas en materos. Increíblemente no hay animales radicados aquí, y las plantas adheridas a las paredes le dan un aspecto diferente pero hermoso.

- Mami, aquí es muy natural  

- Sí, ha cambiado mucho – Caminé hacia las habitaciones y están en muy buen estado, eso me agrada porque no tendré que salir a comprar cosas, caminé hacia la cocina y en el camino me topé con la última foto que tomamos de todos junto a mis abuelitos, mis ojos se llenaron de lágrimas.

- ¿Ese bebé soy yo?

- Sí corazón, ese eres tú

- ¿Los querías mucho?

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