Primer Encuentro

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Ahí les dejo una foto de Lisa

Me desperté por la mañana, era un día bonito, en cuanto desperté olí el delicioso olor a Pan, amaba cuando papá hacía pan, era lo que más me encantaba desayunar. Baje las escaleras y ahí se encontraban Mama y Papa, mi mama se llamaba Joanne y mi papá Hernán, yo soy
Lisandra, lo sé, es un feo nombre, pero me llamaban Lisa, mi mama reía con una mancha de harina en su nariz y mi papá sonreía, los dos eran muy unidos, me pregunto si algún día llegare a tener esa clase de amor con alguien.

Aspire el olor a pan y replique - Buenos Días-

- Mira, Lisa ya se despertó - contestó Joanne viendo a papá, este le sonrió y la empezó a besar. Genial estaban en sus días de tórtolos

- Paren el acto antes de que me den arcadas, puaj ya es tarde- Dije haciendo cara de disgustada

Los dos se rieron, se veían tan perfectos

- Lisa te hablo tu amiga Sara- dijo mi mama una ves terminó su acto disgustante

Asentí con la cabeza mientras masticaba mi pan

- Ya le hablare luego, mama tengo que pasar a la librería a comprar un libro -

- asegúrate de llevar dinero, que te lo de tu papá -

Mi papá me vio y dijo - te encargo me compres uno porfavor - dijo entregándome el dinero

- Cuál vas a querer? - dije jugueteando con la moneda que yacía en mi mano

- El éxito en el Negocio es de Mario Cepa-

-Okay- y dicho esto me pare de la mesa para ir a cambiarme

Me opte por una camisa de tirantes blanca y unos tejanos con mis tenis blancos. Me despedí de mama y papá y salí de la puerta.

Yo acostumbraba a caminar, me gustaba caminar era como un momento libre en el que podía apreciar a la vida.

Una vez cerca de la plaza en donde se encontraba la biblioteca y una cafetería me adentré a mi lugar favorito, al entrar me encontré con un bello olor a libros, sonreí ante el olor que aspiraban mis fosas nasales, una vez escogí mi libro
" Bajo la misma Estrella " me adentré ante la estantería de libros de política, la biblioteca se Encontraba solitaria y el silencio dominaba el lugar, mis ojos leyeron todos los títulos de libros en busca de el que mi papá me pidió.

Ahí, se encontraba hasta él fondo, una vez me acercaba para tomarlo unas manos se me adelantaron.

- Disculpe señor pero ese libro lo iba a tomar yo - dije fingiendo una sonrisa forzada, al subir la vista de el piso, me encontré con unos bellos ojos color avellana unos pómulos marcados unas cejas formadas y gruesas. El solo me sonrió y dijo

- Lo lamento pero en verdad necesito este libro - dijo con una voz ronca y suave a la vez

- Si pero yo lo vi primero - está ves el emitió un sonido de risa

- Y una niña como tú que haría con un libro de negocios - dijo en tono burlante, le hubiera aclarado que era para mí papá pero el hecho de que pensara que por yo te ser joven  no podría manejar un negocio me molesto, tenía 17 y no faltaba tanto para ser mayor de edad.

- Aprender a como, encargarme de una empresa - esta vez su cara se volvió divertida

- Cree usted que estoy bromeando señor? -

El no se inmutó por mí manera seria de decirlo pero dijo.

-Y se puede saber qué empresa le gustaría manejar o encargarse de, señorita- De su cara se asomaba una bella sonrisa juguetona como si se estaba burlando de mí lo cual me molestaba mucho.

- Y porque le diría eso a un completo extraño? - dije en tono de rabia . Sentía como el calor tomaba mis mejillas convirtiendo aquellas rojas de rabia

- Mi nombre es Conrad- me dijo. Pero a mí eso no me importaba ni un bledo. Decidida a irme y acabar con esta conversación incomoda me iba a retirar, además le podría decir a mi papa que no encontré el libro.

Una vez que me encontraba dándole la espalda a Conrad. Sentí una fuerte mano tomar mi muñeca y atraerme a un pecho fuerte y marcado. Me encontraba totalmente pegada a Conrad de espaldas, el me dio la vuelta y mi cara se acercó su rostro podía sentir nuestras respiraciones agitadas, lo mire a los ojos sus bellos ojos color chocolate que te atrapaban, no podía moverme me sentía perdida como si solo nosotros dos existiéramos.

Sus fuertes manos atrapaban mi cintura como si temiera perderme. El libro que antes el sostenía en sus manos callo al suelo. E iniciamos una investigación con nuestros ojos los dos examinando cada una de nuestras facciones sus pestañas largas y negras eran maravillosas, me enfurecía el hecho de que aquel tal Conrad tuviera mejores pestañas y facciones más definidas como si fuera un Adonis humano.

Una vez que cobre mis sentidos me aparté de él confundida, me di la vuelta y decidí salir de ahí caminando a paso rápido, opte por dejar el libro allá y venir a comprarlo en otro momento.

Una vez que salí, tome el camino hacia la cafetería, tal vez podría llamar a Sara para que me venga a acompañar y me cuente lo que antes me quería decir.

Espero les haya gustado la verdad es que no sé si continuarlo, por favor ayuden
Lo continuo?

Bad Faith Donde viven las historias. Descúbrelo ahora