La Mafia no Perdona

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Esa es la Foto de Sara

Estaba terminando mi café mientras Sara me contaba sobre el maravilloso antro al que ella fue la semana pasada.

Sara era una gran amiga, y le encantaban las Fiestas, sus padres tenían suficiente dinero como para alimentar a Africa, su Mama era la diseñadora de Valencia una marca muy famosa y reconocida en todo el mundo. Y su papá era un Empresario.
Yo en cambio tenía suficiente dinero como para comer, dormir y comprar lo que me gustara, mis papás eran dueños de una pequeña panadería y el negocio marchaba bien.

Miraba al vacío mientras Sara me contaba cosas a las que no les prestaba atención.

- ehh me escuchas? - Sara me noto distraída

- la verdad es que no e oído nada - Sara suspiro frustrada

-que el viernes vamos a salir al antro del que te hable -

Ya recuerdo, me contó del antro, era un lugar  genial y que era muy lujoso como un palació de noche eso es lo que ella dijo. Me contó cómo se lió con un chico muy guapo y que se la pasó de maravilla.

- ahhh- me límite asentirle

- vamos necesitas divertirte un poco- dijo entusiasmada

- como me decías que se llamaba ese antro? - dije ya un poco interesada

- Faith, ya se muy cliché- dijo ella con tono divertido.

- está bien entonces será el viernes- dije sonriendo

- Venga!! - gritó sonriendo

Sara era una chica bonita, y tenía un cuerpo de infarto, se había hecho varias operaciones,la gente la criticaba por eso pero ella era orgullosa, siempre me decía "no hay nada malo en querer hacerte un cambio para sentirte bien" y tiene razón operada o no, es asombrosa.

Sara no tenía novio y lo disfrutaba al máximo, lo había dejado porque el se había ido Lejos y ella no tenía intención de relaciones a distancia.

Yo en cambio había cortado con Damián mi novio de 6 meses.

Pero terminamos como amigos, Damián y yo nos dimos cuenta de que en verdad no estábamos enamorados, al menos ya no más, pero seguíamos siendo grandes amigos. Yo había perdido mi Virginidad con el.

Así es no soy virgen. Solo lo hecho una vez, por eso en el tema sigo siendo inexperta. No me arrepentía de haberlo hecho, Damián había sido cariñoso y en ese momento estábamos enamorados uno del otro.

Me despedí de Sara para irme a la casa, porque ya estaba anocheciendo.

Caminaba a pasó rápido, por las oscuras calles de la noche, mi ciudad era un lugar seguro pero aún así sentía miedo.

No me fijé bien y choque con un cuerpo fuerte y alto, subí mi mirada a ver al chico, solo para encontrarme con esos hermosos ojos color chocolate.

El me miró y en sus labios se formó una media sonrisa. Santa madre, era una sonrisa tan bonita, sus blancos y perfectos dientes se veían y si quijada se marcaba más.

Me di cuenta de que llevaba ya tiempo observándolo como tonta y trate de disimular, ensanche una sonrisa y murmuré.

-Perdón no te vi- dije mirando al suelo temiendo volver a encontrarme con su mirada penetrante

- Qué haces aquí?- me dijo con tono serio

- camino?- conteste con ironía, el me miró irritado

- No es seguro - dijo y su mirada se tensó, su quijada se vio más forzada lo cual la marco más y madre mía que era guapo.

Como que no es seguro? Claro que es seguro, aquí nunca pasaba nada, la vez pasada la portada del periódico hablo del gato que se murió atropellado, nada pasaba aquí.

-No te-- fui cortada por su mano en mi boca trate de hablar pero de mi boca solo sonaban jadeos y murmullos que no se entendían con claridad.

Y me di cuenta, dos hombres, dos hombres con armas se acercaban.

El miedo empezó a invadirme, Conrad poso su mano en mi cintura y me volteo, haciendo que lo vea de frente, me sostuve de sus hombros porque mis piernas se sentían como gelatina.

Después el susurro a mi oreja con una voz tan suave pero peligrosa

- Has lo que yo haga- lo mire confundida no entendiendo precisamente a que se refería con eso, pero el solo me miró serio y empezó a besar mi cuello, besos húmedos que dejaban su rastro, y el placer que me provocaba nublaba mi cordura.

Quería pegarle en donde el sol no daba pero debía contenerme, seguramente el sabía lo que hacía.

Uno de los tipos con armas se acercó era moreno y muy guapo se dirijo a Conrad y le dijo.

- Otra de tus putitas?-   en tono burlón,  me ofendí y estaba lista para soltar lo que mi mente quería decir en voz alta pero me contuve.

Debía mantener orden para no perder la cabeza de un tiro.

Su otro acompañante con arma río el era rubio y tenía ojos como el océano y dijo

- Pero si esta se ve que está buena, no te importará compartirla verdad?- hasta aquí llego, mi serenidad desapareció y le solté una cachetada.

El solo tenía una marca roja en su mejilla y se veía furioso, inmediatamente me retracté.

Pero Conrad se empezó a reír, lo mire confundida y el me sonrió

- Son amigos míos- me dijo divertido, pero esto no estaba divertido, nada divertido me dispuse a lanzarle una cachetada a el por haberse burlado de mí.

Pero el me detuvo, con su mano agarro la mía y sonrío malvadamente.

-Eso no- dijo ordenándome

Pero el a mi no me daba miedo  y con mi otra mano le solté la cachetada.

Se volteó con la mejilla de un tono rosado y su cara mantenía calma.

- Cuidado gatita que a mi no me faltan el respeto- dijo amenazante y acto seguido me torció el brazo y me atrajo a el. Mi espalda estaba pegada a su pecho mientras el torcía mi mano.

Solté un gemido de dolor y  sentí su respiración en mi oreja, el se mantenía sereno y tranquilo mientras yo jadeaba nerviosa.

-Perdón- murmuré espantada

Acto  seguido me dijo algo que provocó que temblara. Y sin duda que cambio mi vida.

- La Mafia no perdona-

Bueno aquí les dejo el capítulo linduras. Voten  si les gusto
Besos.

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