Bad Faith

Correr

Un día después

Iba camino a mi escuela, hoy era Jueves, lo cuál significaba que mañana iría al antro Faith.

Después de mi encuentro con Conrad era más cuidadosa, no sabia si creerle o suponer que mentía con lo de la mafia.

Sara se dirigió a mi corriendo con una sonrisa
- Lisa!! - gritaba llena de emoción

-que pasó ahora- dije sonriendo, Sara era una persona alegre pero no la había visto tan alegre en la celda..... digo en el colegio .

- Me tocó con el Guapote en la misma clase- dijo dando saltitos, el guapote se llamaba Andrés, era uno de los chicos más guapos de la escuela, pero a mi no me interesaba.

Seguido acto arrebato mi horario y me miró con la sonrisa apagada

- Diablos no nos a tocado juntas- tenía el ceño fruncido, mientras yo contaba mis bendiciones, Sara era una gran persona pero en la celda... digo en el colegio, siempre me causaba problemas.

Yo no era una estudiante sobresaliente, pero tampoco sufría las clases, bueno excepto Química, ahí siempre reprobaba.

- Bueno ya tendremos otra oportunidad- Sara seguía enojada, mientras yo me reía de su cara, al final lo acepto y decidió irse a su clase

Guardaba mis cuadernos en mi casillero mientras me preparaba para la clase de Historia, no se encontraba mucha gente en los pasillos, así que supuse que la mayoría se había adelantado.

- Hola- sonó una voz grave y masculina, yo sabía quién era, reconocería esa voz en cualquier lugar.

- Hola Damian- dije sonriendo, como dije antes Damián y yo seguíamos siendo amigos y no era difícil hablar entre nosotros habíamos dejado todo en el pasado.

- Parece que me ha tocado contigo - dice sonriente.

- A Sara le ha tocado con Andrés- el me miró sabiendo a lo que me refería

- Ya vio donde va a poner sus garras - dijo y los dos empezamos a reírnos.

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La maestra decía cosas a las que no les prestaba mucha atención, estaba garabateando en mi cuaderno, me había tocado en el lugar hasta al final cerca de la ventana, yo miraba a la ventana sin saber verdaderamente en que estaba pensando.

- Lisandra?- dijo mi nombre la maestra, voltee aturdida

- si maestra?- dije fingiendo inocencia

- Quisieras decirme que sucedió en 1776- "ni puta idea", quería contestar pero solo me limité a pensar

-ehhhh el Día que nació Blanca Nieves- la clase se empezó a reír a carcajadas, mientras yo me hacía pequeña en mi asiento, la maestra me miraba con desaprobación y negaba varias veces la cabeza.

Antes de que me empezarán a regañar, la puerta se abrió fuertemente y dos hombres entraron. Eran altos y se notaba que eran fuertes, los dos miraban a la clase examinándola con tranquilidad y amenazadora mente.

- Lisandra- dijo uno de ellos, la maestra me miró confundida, pero yo estaba inmóvil y aturdida.

No conocía a estos chicos sin embargo la maestra me señaló que vaya, la muy idiota pensó que el director los había mandado por mi.