canción: courtesy call
Los estruendosos golpes en la puerta por parte de mi madre, me indican que ha comenzado mi infierno. Despertar siempre es la parte mas difícil del día, en especial cuando hoy estoy comenzando mi primer año de secundaria, aunque hoy me siento diferente, algo excitado quizás? Visto mi uniforme, que consiste en una aburrida camisa, unos aburridos pantalones grises, y una aburrida corbata. Aun que creo que hoy no llevare mi corbata, arruinaría mi pequeña sorpresa. Como sea bajo a por el desayuno y ahí esta mi "perfecta" familia, a pero claro el hijo de puta de mi padre no esta ahí.
Ya han pasado cinco meses desde mi confesión, desde ese día varias cosas en mi vida han cambiado y sin poder darme cuenta, yo también cambie. Poco a poco, la esperanza fue desapareciendo de mi vida, lo único que me ayudaba a combatir el miedo que tenia de mi madre, la desesperación a la vida y la frustración por el instituto, fue el odio, comenzó a reemplazar todos mis sentimientos por uno solo, y ese fue el que el que hizo la diferencia.
"No te has cepillado el cabello." dice mi madre cuando todos estamos en la mesa.
"Me hablas a mi?" pregunto con cara de extrañado.
"si."
"oh! discúlpame, nadie me notifico que recuperaste los recuerdos de tu hijo gay." Puedo sentir su mirada de menosprecio y asco. Pero esta bien, eso es lo que merezco, Después de todo fue mi sexualidad la que destruyo su preciado matrimonio. Me levanto de la mesa con aires de superioridad, sin ninguna intención de seguir peleando con esta perra homofobica.
Tomo mi mochila y la coloco sobre mi hombro, mientras abro la puerta con mi mano en la manilla le digo: "Hoy caminare, mama" esta ultima palabra la digo con todo el odio que he estado acumulando hasta el día de hoy.
Ya en el colegio, con 30 minutos de atraso, frente a la puerta de mi salón, desabotono mi camisa y dejo a la vista mi polera de arco iris. Entro totalmente confiado, de mi y de mis decisiones. Apenas fui visto por ellos sentí su odio y sus ganas de verme sufrir, pero no este año idiotas. Tomo asiento entre los últimos, mi brazo recargado en el respaldo y mi cabeza hacia atrás. Este año no caeré, no me dejare pisotear. Estuve todo el verano metiéndome en peleas con desconocidos y claro, nunca pare hasta ver la sangre de ellos en mis manos. Ya soy cociente de mi mala suerte en la vida, pero me habría gustado sobre pasar el metro sesenta, pero no, ahora parezco gruñón de los pitufos.
En medio de la clase llega el director junto con dos chicos mas, una chica delgada, con lentes muy grandes para su cara, algo menuda y baja (sigue siendo mas alta que yo), luego esta el chico, que parese que mide un maldito metro ochenta, pero se ve tan delicado que parece mujer. Tiene un rapado en su lado izquierdo de la cabeza y su cabello cae hacia el lado derecho que no sobre pasa el mentón, tiene ojos grandes, y es algo gordo.
"Buenos días, clase, hoy se nos integran dos compañeros, esta es Luz..." señala a la ñoña con lentes. "... Y este es Theodore." ahora pone su mano sobre la cabeza del gordo. No me agradan. seguro intentaran burlarse de mi como todos los otros, no tendrán tanta suerte. Mirando hacia la ventana intento imaginarme a esos dos que dudo que tengan fuerza, en especial la ñoña, en una pelea contra mi. Rio con superioridad, satisfecho por haberles golpeado psicologicamente. Hace no mucho tiempo me di cuenta de muchas cosas, y una de las mas importantes que me ha ayudado a sobrevivir en este mundo es cruel, y para sobrevivir en el, tu también tienes que serlo, eso es algo que he logrado entender a golpes y de la manera mas dura posible. Si quieres amor, no lo busques siendo tu, porque a nadie le puedes confiar tu verdadera forma. Yo ya perdí la esperanza en este mundo, es hora de que me vean brillar. Y si para eso tengo que ser el malo de la película, pues permiteme mostrarte mi forma mas cruel.
"Sucede algo joven Karma?" Oigo decir al director volviéndome a la jodida realidad. Me limito a mirarlo con desprecio y volver a colocar mis audífonos, que descansaban en mis hombros, en mi oreja, para volver a mirar por la ventana como todo el emo que soy. Se que vio mi camiseta, no va a funcionar anciano asqueroso, ya estoy acostumbrado a la repulsión y soledad. Cuando el anciano decrepito decide por fin dejar a los nuevos en paz, el profesor los sienta en la misma esquina que yo, al lado de los ventanales, ambos se sentaron juntos, en frente de mi, estuve toda la clase sobre escuchando los grupos de música que les gustaban, probablemente intentando encontrar compatibilizar el uno con el otro. Cuando da el recreo saco mi consola, mientras dejo que mi cabeza se llene de información innecesaria por los que estan enfrente mio. Mi momento de paz se ve interrumpido por patrick, el musculitos sin cerebro, su altura me aterraba, pero hoy soy mas fuerte.
"El marica esta viendo porno gay!" grita desde le otro lado del salón junto con algunos comentarios de "que asco" y muchas risas, los nuevos voltean a verme sorprendidos y extrañados a la vez. Solo me dedico a darle una mirada de "Enserio?", "No se te ocurrió nada mas?". Y vuelvo a matar zombies en mi consola.
"Ademas de maricón, eres friki" ahí es cuando se para para intimidarme, no me provoques imbécil. Dejo que se acerque un poco mas, y me tira la consola al suelo, dejandole una grieta en medio de la pantalla, haciéndome perder la partida. Me mira con una sonrisa maliciosa, ahí es cuando yo le sonrío de vuelta de la misma forma y me levanto con calma, intentando intimidarlo, por su puesto es inutil, pero antes de que pueda burlarce y le estampo el puñetazo de su vida, haciendo que caiga al suelo y le salga sangre de la nariz.
Todos me miran sorprendidos, si, esos so los ojos que quiero, así me verán de ahora en adelante. Tomo mi consola y me retiro de la sala, con mi camiseta de arco iris manchada por sangre de idiotas. Mi corazón late con fuerza, me gusta. Sus caras cuando le rompí la nariz, así es como debe ser. Creo que buscare un lugar donde pueda fumar, me esta dando síndrome de abstinencia.
estoy en el portón (la entrada del colegio), ya sonó la campana, pero decidí faltar un rato. Enciendo un cigarrillo y miro detenidamente el edificio (la escuela), que parece un departamento pequeño, y noto que el ultimo piso (donde estoy yo) justo al lado de la ventana de los nuevos, hay una escalera pequeña que da al techo.
"Bueno... no es mala idea." Digo para mi mismo.
Siento que me están mirando, una mirada de curiosidad. Desde pequeño tuve el talento o maldición de poder sentir a los demás, cuanto están enojados, felices, tristes, etc. Pero esta mirada no tiene repulsión o asco. Me gusta, es cálida.
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NO HOMO
Teen FictionEste mundo es cruel, y para sobrevivir en el, tu también tienes que serlo.