No es que no me gustaras, la primera vez que te vi, vaya que en verdad me caías mal, tan mal que todo lo que pensaba de ti me hacía vomitar.
P

ero con el paso del tiempo hasta pude llegar hacer un poema sin necesidad de rimar, hablaba de ti, y eso bastaba para mi.

Y por eso no funcionaríamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora