El Ruiseñor y la Rosa

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¿Tú conoces a un ruiseñor?

Es un ave muy famosa, pero, ¿has visto cómo es?Es pequeño y sencillo, con un aburrido plumaje marrón

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Es un ave muy famosa, pero, ¿has visto cómo es?
Es pequeño y sencillo, con un aburrido plumaje marrón. Quien no tiene buen ojo lo confundiría con un pájaro cualquiera. Pero siendo así de humilde en apariencia, es el pájaro que posee el canto más hermoso de todo el mundo.

Ésta es la historia de un ruiseñor, un ruiseñor con el más magnífico canto entre los ruiseñores. Él había recorrido casi todo el reino de norte a sur y de este a oeste. Conocía pueblos de los que nunca has oído hablar y había cantado allí canciones tan maravillosas que alegraban la tristeza y endulzaban la alegría. Con oírle cantar unos instantes podías hallarte de repente en un súbito llanto recordando pasados deleites, o tal vez bailando al compás de una inolvidable danza.
La gente de los pueblos se regocijaba con el canto del anónimo ruiseñor, pero nadie se preocupaba por saber quién era él.

Cierto día el ruiseñor, en busca de inspiración, llegó a un bosque mágico en donde se reunían todas las criaturas capaces de crear la más bella música de la naturaleza.
Feliz de haber llegado a aquel lugar tan encantador, el ruiseñor se posó en las ramas de un árbol, y allí conversó y cantó con otras aves, con las mariposas danzarinas y arrulladores ríos.
Ya caída la tarde, estando a punto de ponerse el sol tras las montañas. Se acomodó entre unas ramas que le cubrían del viento. Abrigado y cómodo, estaba a punto de dormirse cuando una voz le interrumpió:

ー Disculpa... ¿Señor ruiseñor?

Una vocecita tan diminuta y dulce que si no fuese porque él tenía un oído muy fino, jamás la hubiera sentido.

ー ¡Estoy por aquí abajo!

El ruiseñor buscó con la mirada por todas partes, entonces la vió. Quien le llamaba era una joven rosa que crecía menuda y fresca en un ostentoso rosal. Era sonrosada y jovial, y la graciosa manera que tenía de mecerse con el viento deleitó en seguida el corazoncito del ruiseñor y se acercó volando a posarse en el rosal.

ー ¿En qué puedo ayudarte rosa bonita?

ー No me digas bonitaー Dijo la rosa colorada ー. No me digas así o te pincharé con mis espinas.

ー Está bien ーdijo el pajarito—. Si no quieres no lo haré.

ー Yo nací hace tres días y no conozco éste bosque, dime, ¿eres un pájaro cantador? ー.

ー ¡Sí lo soy!

— ¡Qué maravilla! Seguro que has volado por muchos lugares, cuéntame cómo es el paisaje desde lo alto.

Él muy contento conversó con ella hasta el anochecer. Hasta que la rosa cerró sus pétalos y se despidió de él.
Entonces voló nuevamente a acomodarse en su rama y se quedó dormido pensando "sin duda es la rosa más fragante que jamás he conocido".

El cantar del bosque reunía todos los susurros de sus talentosas criaturas. Los ríos fluyendo despacio, el viento que llevaba historias de aquí para allá, la lluvia cuando llegaba trayendo su orquesta de rayos y truenos. Los grillos y las lechuzas por la noche, las cigarras por la tarde y los pajaritos por la mañana, cantando, silbando, jugando, mantenían al bosque en un eterno regocijo.

El Ruiseñor y la RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora