tenías fuego en la mirada, me quemabas con cada caricia, me destruías con cada beso
y aún así no pude odiarte.rompiste mi corazón y todo lo demás que pudiste,
mientras sonreías y decías que me querías,
tu amor era como cien puñaladas en el pecho.odié tu forma de quererme (aún así no pude odiarte).
cuando anuncié que me marchaba, tus brazos ya no querían que me quedara, ya me habías dado lo más que podías.
y odié que no te dieras cuenta que yo necesitaba más que eso (aún así no pude odiarte).
tus besos dejaron de hacerme temblar, y tus palabras solo eran un capricho.
no podías estar conmigo pero tampoco me querías con alguien más.y odié tu egoísmo (aún así no pude odiarte).
odiar es algo muy grande, así como amar. (fuiste dueño del último sentimiento).
aún cuando todo fue tu culpa;
mi partida, tu vacío por mi ausencia, nuestra muerte, el dolor de un amor inconcluso,
nunca pude odiarte,
nunca te dije que vos habías sido el culpable,
nunca dije palabras hirientes, ni rompí mis promesas,
yo no podría destruirte como vos lo hiciste.(porque quizá te quise un poco más de lo que vos a mí y ahora pago las consecuencias).
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Dicen las estrellas que los fugaces somos nosotros
Poetrysiempre estuvimos tan lejos, nos gustó fingir que estábamos vivos. hicimos lo que pudimos, y lloramos cuando las estrellas se rieron y nos gritaron "¡efímero será su intento de amor. fugaces las palabras, e inmortales los recuerdos!".