Tesoro.

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Las miradas más sinceras las recibí por ahí de las 3 de la madrugada
Recostada de medio lado, normalmente del izquierdo
Al quedarme dormida sus manos traviesas manos se colaban entre las sábanas. Aún así sus ingenuas y perversas intenciones siempre fueron reservadas.
Eran las caricias más dulces dadas con la punta de los dedos los cuales rozaban lentamente mi mejilla o mi brazo.
Entre dormida y despierta escuchaba su voz suave rogarme que no me durmiera.
Y si dormía, despertaba entre besos y cosquillas.
Siempre se aseguró de que estuviese a salvo, casi como un ángel guardián.
Las miradas de lado significaban sus celos, sin embargo confiaba ciégamente en mi, aunque de vez en cuando se daba su lugar tomándome de la mano o con un beso.
Adoraba la manera en que se movía a mi ritmo en perfecta sincronía.
Me encantaba escuchar su perversa dulzura.
Mi tesoro, su tesoro.
" Tomaré de tu mano cuando quieras abrirlo, y esperare hasta que estés lista; pero es mío, solo mío"

Azufre y MielWhere stories live. Discover now