Galaxia Wander ONE-SHOTS y DRABBLES

El comienzo

En una casa vive una familia de zbornacks, conformada por la madre, el padre, tres hijos y una hija. Sylvia se llamaba, era la menor de sus tres hermanos.

Su padre los quería a todos por igual, pero sentía más afecto por su única hija. Siempre estaban juntos. Eran una gran familia feliz. Todos se apoyaban, se querían y si, de vez en cuando tenían problemas pero al final siempre los arreglaban y seguían siendo unidos.

Pero como era de esperarse, la desgracia llego a invadirlos para quitarle a la pequeña Sylvia alguien muy preciado para ella: Su padre.

Durante una noche lluviosa fue cuando ocurrió todo. Era medianoche. Todos dormían.

De repente se escucharon ruidos en el techo, eran extraños, como si alguien estuviera caminando por allí. La madre se despertó preocupada y de inmediato despertó a su esposo para que revisara lo que sucedía afuera.

El se levantó dispuesto a salir pero al pasar por el cuarto de Sylvia sintió la necesidad de entrar. Abrió la puerta y ella estaba asustada.

-¿Qué sucede Syl?-

-Escuche unos ruidos del techo. Papá, tengo miedo-

-No tengas miedo cariño, seguro y es un animal o algo. Además, no tienes de que preocuparte, eres tú, una chica fuerte, valiente y audaz-

Sylvia dejo de sentir miedo. Su padre se fue para seguir con lo que iba a hacer. Ella lo siguió en silencio sin que él se diera cuenta de su presencia.

Subió al techo y no había nada. Bajo de nuevo para volver pero unos chicos salieron de la nada. Eran cinco en total, lo rodearon. Sylvia observaba con atención y temor por su padre.

Fue cuando pasó. Todo fue muy rápido. En un momento estaba jugando con su hija y luego cayó al suelo con una herida abierta en su costado, comenzaba a desangrarse. Sylvia jamás olvidaría las caras de aquellos chicos. Ella salió corriendo cuando estos abandonaron el lugar.

-¡Papá no!-

-Vuelve a casa y dile a tu madre que la amo-

-¡No! ¡No me puedes dejar!-

-Lo siento-y cerró sus ojos

-¡No!-

En eso abrió sus ojos. Había sido un sueño. Jamás olvidaría lo ocurrido aquella noche. Ella se levantó lista para un nuevo día. De seguro hoy tendría suerte y si tendría un trabajo.

Recogió las cosas que usaba para acampar durante todos sus viajes. Ya tenía el dinero suficiente para que alguien le hiciera un pequeño favor. Fue directo a la casa de ese alguien y entró.

-Pero miren que trajó el viento del desierto. Mi mejor cliente, Sylvia la zbornack-dijo un sujeto gordo, de piel verde, con un bigote negro y ocho ojos, cuatro en cada lado

-Calla Bob. Te tengo un trabajo. Quiero que busques a estos cinco tipos y les des una lección-decía mientras le entregaba una foto de quienes asesinaron a su padre-Te pagaré bien-

-Lo siento Sylvia, no puedo hacerlo. Me debes mucho, lo haré cuando me pagues todo-

-¡¿Acaso no te basta con esto?! ¡Es suficiente para que te vayas de este basurero!-

-Perdón pero no. Así es la vida de un caza recompensas sin compañero así que acostumbrate nena-

-¿No hay algo qué pueda hacer?-

-Bueno, si hay algo. Hay un chico que siempre arruina los planes de los villanos. Estos ofrecen una gran cantidad de dinero por él. Así que tú me vas a traer a ese chico y con el dinero que me den tus deudas serán pagadas automaticamente. Y yo voy a hacerte ese favor-