Capitulo V

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Veía en la cara de Potter oleadas de odio tan poderosas que Severus las podía sentir quemándole.

Era obvio que lo aborrecía, aunque eso a Severus no le afectaba mucho, todo debía ir de acuerdo al plan, y el odio infantil de Potter no interfería con sus planes.

-. Cincuenta puntos menos para Gryffindor por llegar tarde, me temo -. Dijo Severus. -. Y, déjame ver, otros veinte por tu atuendo Muggle. Sabe, no creo que ninguna Casa haya estado en cifras negativas tan poco después de empezado el curso: ni siquiera hemos tomado el postre. Quizás hayas batido un récord, Potter -. Veía su cara llena de ira y lo hizo sonreír nuevamente. -. Supongo que quería hacer toda una entrada, ¿No es así? -. Continuó Severus. -. Y sin ningún coche volador disponible pensaste que irrumpir en el Gran Comedor a mitad del banquete debería crear un efecto dramático -. Llegaron hasta las puertas del Gran Comedor y Severus no podía esperar a ver la cara de Potter, al entrar, y ver la reacción de su rostro al ser la atención de todos sus compañeros, sin duda, un regalo de bienvenida muy preciado para él. -. Sin capa. Puedes andar de forma que todos le vean, que estoy seguro de que es lo que quería -. Harry tragó fuerte y se encaminó, sabía que eso era mejor que permanecer al lado de Snape, y cambió el color de su rostro se aproximó a la mesa de su Casa.

Severus con una sonrisa, giró y desapareció por la puerta, por ahora, ya había recibido un pequeño gusto.

Hermione vio a Harry aproximarse a la mesa a toda velocidad disimulada, y por fin se sintió relajada, pero ese sentimiento duró poco al ver su rostro

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Hermione vio a Harry aproximarse a la mesa a toda velocidad disimulada, y por fin se sintió relajada, pero ese sentimiento duró poco al ver su rostro.

-. ¿Dónde has... demonios, que le has hecho a tu cara? -. Dijo Ron, mirándole con ojos desorbitados como el resto de los que estaban cerca.

-. ¿Por qué, qué le pasa? -. Dijo Harry cogiendo una cuchara e intentando verse en el reflejo distorsionado.

-. ¡Estás cubierto de sangre! -. Dijo Hermione. -. Ven aquí... -. Levantó la varita, dijo. -. ¡Tergeo! -. Y la varita absorbió la sangre seca.

-. Gracias -. Dijo Harry tocándose la cara, ahora, limpia. -. ¿Qué aspecto tiene mi nariz? -.

-. Normal -. Dijo Hermione ansiosamente. -. ¿Por qué no debería estarlo? Harry, ¿Qué ha pasado? ¡Hemos estado muy asustados! -.

-. Les contaré más tarde -. Dijo Harry bruscamente.

-. Pero... -. Dijo Hermione.

-. Ahora no, Hermione -. Dijo Harry en una voz oscura y llena de significado.

-. De todas formas, te has perdido la selección -. Dijo Hermione mientras Ron se lanzaba hacia una gran tarta de chocolate.

Hermione lo veía, devorar cada plato que se le pusiera en frente y debía admitir, que era sumamente desagradable, pero debía mentalizarse que si quería una vida con él, debía aceptar cada uno de sus defectos, incluso los más desagradables.

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