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Ophelia despertó de golpe, sobresaltada y aturdida.

A su lado, yacía Embry, quién la miraba con una pequeña sonrisa en el rostro.

"Vaya, hasta que despiertas" le dijo. "¿Gran siesta, eh?"

Ella negó y se sentó en la cama para quedar a la altura del muchacho.

"En el bosque" empezó a balbucear, "hay un chico que dice que es un vampiro y tiene los ojos más raros que he visto... ¡Y había lobos, seis de ellos! ¡Eran gigantes como osos!"

Embry hizo una mueca.

"Si que te diste un gran golpe en la cabeza."

"¡No, no!" Exclamó molesta. Hizo el ademán de ponerse de pie, pero su novio se lo impidió colocándose delante. "¡Yo sé lo que vi!"

"Ophelia, esas cosas no existen" él sujetó su mano y la dirigió de vuelta a la cama. "Tienes que descansar, ya te dije que..."

"No me crees" murmuró por lo bajo, dolida. "Bueno, supongo que es más descabellado de lo que pensé."

Embry la tomó gentilmente por los hombros, y ambos encontraron sus miradas.

Ophilia se perdió en sus ojos, y Embry definitivamente necesitaba ayuda para salir de ese transe que le ponía su simple presencia.

Pero Ophelia, aún sintiendo ese gran amor hacia el chico que tenía en frente, no podía sacarse la imagen del lobo de su cabeza.

Ni la de Seth.

"No me malinterpretes" él le sonrió, mas su sonrisa no le provocó lo mismo que la de Seth si hacía y se odió por ello. "Nunca dudaría de ti, pero toda esa historia de vampiros y lobos, ¿no es algo absurda?"

Ophelia tomó aire

e inesperadamente sintió que éste no regresaba a sus pulmones.

Quizás se debía a que la misma persona que rondaba por sus pensamientos pasaba casualmente junto a la ventana del cuarto de Embry.

Ella lo vio fijamente, encima del hombro de Embry, mientras él le abrazaba y susurraba cosas inentendibles a su oído.

Entonces no supo porque hizo lo siguiente,

puesto que sintió que era una fuerza mayor lo que la llevó a alejar a Embry y dejarlo totalmente confundido,

para correr directamente hasta Seth.

Llovía, y apenas distinguía su rostro entre el agua que caía, pero aquello no parecía preocuparles.

"Seth" susurró temblando. "¿Alguna vez has visto a seis lobos gigantes en los bosques?"

Seth no dijo nada por unos instantes, y luego lanzó un suspiro.

"¿Qué tan ridículos te parecieron los cuentos de Billy Black?"

Laredo; Seth ClearwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora