Laredo; Seth Clearwater

10

Ophelia rio, y Seth estuvo seguro de que acababa escuchar a los mismos ángeles cantar.

Pero para su pesar, era Embry quién la hacía reír para luego robarle un beso.

Esa noche se habían reunido alrededor de una fogata, y Billy Black contaba sus viejas historias que todos conocían ya de memoria,

aunque Ophelia lucía realmente interesada en cierta leyenda acerca de hombres que cambiaban de forma...

Después de tener aquella conversación con Embry, las cosas habían quedado algo claras.

Embry le había dicho que a él no le molestaba el hecho de que Seth estuviese imprimado a Ophelia, puesto que eso significaba que sólo querría lo mejor para ella.

Y obviamente, eso era estar con él,

porque ella lo quería demasiado,

quizás al punto de amarlo.

Así que mientras ella rozaba su nariz con la de Embry, Seth intentaba ignorarlos mirando directamente a las llamas danzantes.

Pero lo que sus ojos no veían, su corazón lo resentía;

siempre lo hacía.