Capítulo ocho.

11 1 0
                                    

Un médico me sacó de la habitación en la que se encontraba Cristian. Realmente no sé qué fue lo que pasó, comenzó a sentirse mal y después a gritar. Fue horrible el haberle visto moviéndose de un lado a otro sobre la cama. Comencé a llorar, y fue justo en ese momento, cuando entró la enfermera y me pidió que saliera. Me rehusé a hacerlo, así que me sacaron a la fuerza.
Han pasado ya algunas horas, no sé exactamente cuantas. Tal vez tres o cuatro. No me han informado nada sobre Cristian y he comenzado a preocuparme.
Le extraño bastante. No quiero quedarme aquí sentada sin hacer nada. Necesito verlo y decirle todo lo que siento, todo lo que he callado en estos últimos días. Y me enoja, me causa rabia y frustración el no poder hacerlo.
Solo quiero verlo y abrazarlo fuera de este lugar tan espantoso.
- Tranquila Clara - me dice Dani mientras me abraza - va a estar bien. Está en manos de los mejores médicos. No te preocupes, mejor tomate esto - me extendió un café que traía entre las manos - Te hará sentir mejor.
Es en momentos como éste en los que agradecía tener a Dani como amiga. Sus palabras siempre eran las indicadas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 23, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lágrimas entre versosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora