¿Por qué yo?

¡Capitulo #27!

— ¡Suelta me carajó!– aún que no quiera lo separó de mi dándole un empujón. Valentín me llevo aun salón sólo, cerro la puerta con con seguro y al momento de bajarme, me dio un abrazo. ¿Raro? Mucho. Qué es lo que sucede con él no entiendo porque me abraza si él ya está con alguien más y lo peor es que me abraza en este momento cuando estoy más furiosa que nada, maldita Valería por sus chistes malos me meterá en problemas.

— Sólo queda te un segundo quieta, por favor – a este se le safo un tornillo o que le sucede – te extraño.

¿QUE? Osea no entiende que sus palabras no me calmaran para nada en estos momento. Es hora de quitarlo, lo empujo un poco y logro sacarme de sus abrazos, el quedá un poco desorientado y sorprendido por mi reacción.

— ¿Te sientes bien? ¿Acaso recibiste un golpe en la pelea? Si es así lo siento no era mi intención – doy vuelta para intentar salirme de este incomodo momento, pero alguien no me deja y me toma del brazo – ¡¿Que?! – mi tono agresivo de voz no lo pude evitar, pero como evitarlo si aún sigo cabreada por lo sucedido hace 10 minutos atrás, mi cabeza está hecha un lío y con la última persona que quería estar ahora es Valentín.

— Perdona yo, no puedo dejarte salir aun – dice calmado.

— Y se puede saber ¿porque?.

— Porque aún sigues molesta y puedes atacar a Valería otra vez – JA, se preocupa por su plástica.

— ¿Atacar? No soy un animal Valentín, y lo siento si dañe un poquito a tu prostituta sin paga, pero se lo merecía y quiero dejar claro de una vez, no peleé por ti ni por nadie, simplemente fue por mi, para que no te hagas ilusiones – dije sincera. El seguía con su expresión de "me dañan tus palabras Emily " pero la verdad es que no me interesa.

— Emily yo creo que es momento que hablemos.

— ¿Hablar? De que, tu y yo no tenemos nada que hablar – si expresión cambio, se estaba molestando lose.

— ¡Claro que si tenemos de que hablar! De nosotros Emily de ti de mi, dijiste que querías tiempo, necesito saber qué es lo que piensas, necesito saber si tendré tu perdón – que no entiende que ahora no.

— Valentín, mi niño, entiende no hay nada de que hablar, nunca hubo nada entre tu y yo, ya basta con eso no – necesito hacer esto, por Dios el ya está con alguien más.

El me sostiene en brazos desesperadamente yo pongo mis manos en su pecho para evitar su cercanía pero sólo consigo que el se aferre más.

– Si si hubo algo, no me vengas con que no si tu y yo sabemos que lo que sentimos, entiende me tu a mi, te necesito, te extraño, tu eres mi distracción, tu eres quien me hacía diferente, te necesito a mi lado, no alado de otro que te besa y te regala rosas – ¿Como no sentir algo con esas palabras tan bellas? Pero aún que mi corazón quiera algo, mi cerebro tiene algo diferente en mente. Además está celoso y dice extrañarme cuando está con otra chica.

Suelto una risa burlona y seca.

— ¡Ja! Ya vi cuanto me extrañas, estando con otra, por favor no mientas más y dejame en paz, y para que estés tranquilo yo no estoy con nadie.

— ¿A no estás con nadie? Pero bien que te besas con el – CELOS al mil.

— Bueno tu sales con una chica, yo también puedo distraerme con alguien más ¿No? – sigue le buscando jugadorsito.

— No estoy con nadie.

Mentiroso sínico.

— ¿Y que ay de la cacatua con curvas bronceada? – frunce las cejas. Después las relaja sabiendo a a quien me refería. Y no me suelta.