¿Por qué yo?

¡Capitulo #23!

Otra vez, parece un dejaVu, sólo que esta vez sin gays, otra vez tengo ese sentimiento, esa pequeña angustia en el estómago, ese corazón roto, ese tonto corazón que se enamora de la persona equivocada siempre; puede que no sea el corazón, es la persona quien se hace ilusiones, quien se cree palabras bonitas, quien piensa que tipos como Valentín se enamorarán de chicas como yo, eso sólo pasa en los cuentos, novelas, libros, no en la vida real. Puede que Valentín no haya tenido nada que ver con Valeria, consiente, puede que su hipótesis sobre lo que sucedió sea real, pero ¿y si no lo es? Que pasará conmigo, otra vez quedare como la tonta, engañada, cuernuda, seré el has me  reír de todos, por lo menos no tanto, porque, Valentín y yo nunca estuvimos juntos, esa es la verdad, la triste verdad, ahora no queda más que seguir, puede que perdone a Valentín algún día, pero por lo pronto no, no estoy lista me duele mucho lo sucedido, y eso que no éramos nada, pero si hubo ilusión, hubo esas mariposas al momento de verlo, creí un futuro con el, creí, pero si lo perdonare aunque para eso tendré que confirmar esa hipótesis que creó Valentín, sólo así lo perdonare y por una parte también será por nuestros amigos, no quiero que sucedan disturbios ni malos ratos cuando estemos todos juntos. Pero como ya dije necesito tiempo en curar y perdonar.

Voy de camino a la escuela, es raro la semana pasada tenía emoción de llegar, hoy no quiero. Y como colmo Sebastián no me acompaña hoy, el muy bruto falto a la universidad muchos días la semana pasada que tuvo serios problemas y lo mandaron llamar junto con mis padres, se preguntarán ¿porque faltó mucho? El jovencito se la pasaba en el taller arreglado su moto para la carrera, después de dejarme en la escuela a mi claro, es por eso que ahora voy de camino ala escuela con uno de los choferes de mi padre, en un auto que no es mi bebe, eso me entristece a un mas, aún que Daniel me agrada, es muy atento y amable, claro que se debe a la buena paga que le da mi padre, pero igual veo en sus ojos humildad y generosidad, y eso me agrada. Y si creen que ahí acaba todo están equivocados, Karla regreso a España, no se por cuanto tiempo se quedará haya, sólo se que fue una emergencia que le sucedió a un "amigo", debe ser un amigo muy querido que llena de saliva los labios de mi amiga, pero luego sabré de ese "amigo".

Hundida en mis pensamientos, no me percate de la llegada al instituto, cuando menos pensé ya tenía a Daniel esperando que bajará con la puerta abierta.

— Hemos llegado, señorita– me dice por segunda vez Daniel.

— A sí, claro– respondí desconcertada.

No quiero bajar, quiero regresar a mi casa y llorar, mientras como nieve de pistacho con chocolate y devoro capítulo tras capítulo de las series que están en Netflix, si eso hice  todo la tarde-noche del domingo. Pero tengo que hacerlo, ya estoy aquí y no ay vuelta atrás, debo afrontar esta situación una vez más, y cono Karla me dijo, "eres una perra, lo siento muy dentro de ti, hoy debes ser el doble de perra que ya eres", los consejos de mi mejor amiga me fascinan, aunque aveces sea un poco extravagantes con su vocabulario, son buenas palabras, por supuesto que le tomaré la palabra, se acabo dejare el miedo y seré una "perra" con quien lo merezca.
Con ese ánimo salí del coche dispuesta a que nada ni nadie me pisotee y me maltrate a su gusto, comenzando con Valeria, había pensado un plan para ella, pero pensé que sería algo tonto, ahora estoy decidida a llevarlo acabo.

Salgo del coche aferrando me a mi bolso que llevo colgando de mi hombro. Le sonrió a Daniel.

— Que tenga una excelente mañana señorita Emily.

— Gracias– le contesto con una sonrisa y recibo otra de su parte. Doy media vuelta y veo en la entrada del instituto a Valentín con los chicos, doy vuelta rápidamente de nuevo hacia Daniel que está a punto de entrar al auto— Aaah...mmm– balbuceo como un bebe.