EL TREN

ESTACIÓN 12

Y entonces te das cuenta. No es en el tren donde se hayan las mejores cosas. Los mejores momentos. Si no en cada uno de sus paisajes. En cada una de sus estaciones.

Y todas y cada una de ellas dejan una marca en el último vagón de tu alma. Pero hay estaciones que simplemente se quedan dentro de ti de por vida. Por que en ella se encuentra esa persona por la que todos andamos rápidos. Por que nos pasa. Andamos rápido, como si alguien nos esperase. Hasta que de verdad nos espera. Y entonces reducimos el paso. Por que todo se ve más bonito si vas recorriendo cada palmo de su cuerpo con la vista. Cada lunar... Y ella ama la Luna. Sin ver como la Luna la mira a ella. Ya quisiera ella tener sus hoyuelos y comisuras como cráteres.

Cierras los ojos, como creyendo que has encontrado la paz. Hasta que te destroza toda paz con sus labios. Y tu corazón comienza a latir a ritmo de mortero. Por que las cosas que uno no ve venir, son las que más te marcan después.

Y ves como tus dedos bailan un blues sobre sus caderas. Que bonita imagen. Que imagen, bonita.

Que quiero que te quedes.
No por qué.
Si no por cuánto nos aguante la vida el ritmo. Que ella anda mayor, y no puede con amores jovenes. Que acaban siendo los más eternos.
Por que ya lo dijo Sabina:

"Y morirme contigo si te matas;
Y matarme contigo si te mueres...
Porque el amor cuando no muere, mata.
Porque amores que matan, nunca mueren."