Mírala ahí, sentada a tu lado. Con su cara de ángel y sus preguntas de diabla. Siempre poniéndote entre la espada y la pared. Apretando la hoja contra tu pecho vacío.
Por si encuentra algo,
aunque no lo cree.
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EL TREN
Short StoryY quién sabe, quizás en una de sus estaciones, el tren te regale aquello por lo que viajas.
ESTACIÓN 30
Mírala ahí, sentada a tu lado. Con su cara de ángel y sus preguntas de diabla. Siempre poniéndote entre la espada y la pared. Apretando la hoja contra tu pecho vacío.
Por si encuentra algo,
aunque no lo cree.