ESTACIÓN 19

100 2 0
                                    

Y no es casualidad que en los mejores momentos siempre haya algo que te destroce por dentro. Como tampoco es casualidad que la vida se rodee de dolor. De tristeza. De penas.

Digamos que algo bonito tiene que haber dentro de ella. Por que vivimos en un mundo en que no existe lo innecesario. Existen las piedras en el camino porque necesitamos caernos para saber como levantar. Existe que te fallen por que es necesario saber quien sí y quien no. Existe el desamor por que es necesario reconocer el amor de verdad.

Echar cuatro polvos, te los echa cualquiera. Hacer como que le importas, lo hace cualquiera. Que te hieran, lo hacen todos. Que te vean roto y les sea irrelevante, lo hace ella. Pero nadie te ama como lo hace quien es de verdad.

El hecho de estar tocando el suelo que pisas y te sigan pisando con más fuerza. El darlo todo y no recibir nada a cambio.
La caja de Pandora en La Tierra y el Sol que le quemó las alas a Ícaro. Un largo viaje en coche a la atmósfera y una calada del cigarro a tus pulmones. La cárcel al preso y la libertad al solitario.
Cosas que existen por ser necesarias, pero que duelen como la traición de quien más amas.

Suspirame para poder respirar. Háblame para poder reir. Quiéreme para poder vivir. Sí, pero no son tú. Sí, pero podrían quererme mejor que tú. Amanece, que no es poco. Anochece, que ya es tarde.

Hazme llorar, que pienso hacerlo con más fuerzas que nunca. Nunca me hará menos hombre, pero a ti sí menos mujer. Hay que cuidar a quien te cuidó y odiar a quien te odió. Es simple. Sin misterios. No como la vida, que cada día nos trae algo más de lo que aprender.

Hoy no tengo ganas de querer. Ni de sentir.
Hoy muero por dentro. Y no hay más viajes por esta estación.
Para ello, se necesitan razones.

EL TRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora