Tengo un Secreto ¿Puedes Guardarlo? (Harry & Tu) ~TERMINADA~

Capitulo 33~

Capitulo 33

You run away - Barenaked ladies

#You run away, you could turn and stay. But you run away from me. I tried to be your brother, you cried and ran for cover. I made a mess, who doesn't. I did my best but it wasn't enough. You run away, you could turn and stay. But you run away from me. I'll give you something can cry about, one thing you should try it out. Hold a mirror shoulder high. When you're older look you in the eye, when you're older look you in the eye. I tried but you tried harder. I lied but you lied smarter. You made me guess who was it. I did my best but it wasn't enough#

Siempre fui una mujer muy supersticiosa. Creía en todas esas cosas de las maldiciones, tradiciones, leyendas, el destino y esos cliché. Siempre confié en que el destino era mi guía, que él siempre sabría que hacer cuando yo cometiera un error. Que siempre era capaz de guiarme hasta el camino correcto sin importar cuántas veces me desviara. Pero todo cambió, todo dio un giro de 180° hace 4 años.

—¿Enserio te tragas ese cuento Elizabeth? —le hablé a mi amiga de brazos cruzados mientras estábamos paradas a mitad de la calle. Aquella pelirroja con pecas y ojos color celestes como el cielo despejado de esta tarde me miró con un destello de picardía e inocencia. Así era ella, una niña pequeña encerrada en el cuerpo de una mujer de 26 años. 

—Oh vamos _______. No seas amargada, inténtalo —dijo mientras estiraba su mano hacia mi insistente la cual tenía en la palma un euro. La miré mientras mordía mi labio inferior pensando en que esto era una completa estupidez, algo totalmente inmaduro y una pérdida de tiempo—. Vamos, ¿qué pierdes con intentarlo? —

—Tiempo —hablé mirándola a los ojos. Suspiré al notar su cansadora insistencia y tomé aquella moneda. Mi mejor amiga sonrió y entrelazó sus manos emocionada. Voltee dándole la espalda a la gran fuente y cerré los ojos sin ganas. 'Quiero un helado' pensé al mismo tiempo en que lanzaba la brillante moneda hacia atrás. Luego de unos segundos abrí uno y luego el otro. Lo sabía, más cuentos bobos que alguien inventó en su tiempo libre—. Te lo dije, es puro —pero fui interrumpida por unos gritos antes de poder terminar de hablar. 

—¡Gelatos, gelatos! —se podía apreciar a un anciano con un carrito de helados pasando por delante nuestro. Se frenó en cuanto me vio y me dedicó una sonrisa mientras me ofrecía un cono de helado—. Un gelato per la bella ragazza —le devolví la sonrisa y acepté el helado con gusto.

—Grazie mille signor —me quedé mirando aquel cono de helado de vainilla —mi favorito— mientras en mi mente se debatía una guerra entre la razón y la fantasía. Liz se acercó y me miró con una sonrisa.

—¿Qué pediste? —preguntó curiosa. La miré y algo enojada le di el cono de helado.

—Estas son patrañas y vas a ver que la Fuente de Trevi no es más que un bobo cuento —dije mientras revolvía en mi bolso y sacaba otro euro brillante. Liz le dio una lamida al helado y luego me miró divertida—. Veamos si puedes con esto, Trevi querida —dije mientras cerraba los ojos y pensaba en él. En lo poco que recordaba de su rostro y en su inolvidable voz la cual oía todos los días de mi vida. Lancé la moneda y me quedé unos segundos en silencio y con los ojos aun cerrados. Sin darme cuenta las lágrimas se acumularon en ellos y amenazaban con comenzar a caer. Los abrí y los enfoqué en Liz que me miró haciendo una mueca triste. 

—Va a cumplirte tu deseo —me dijo tratando de darme algo de esperanza pero la esperanza yo la había perdido hace más de dos años. 

—Sólo cumple deseos, no hace milagros —suspiré resignada mientras me secaba las lágrimas con el dorso de la mano. Voltee y cuando estaba tomando mi bolso algo me golpeó provocando que cayera directo dentro de la fuente. Me puse de pie empapada de los pies a la cabeza y me sequé los ojos mientras oía la risa descostillada de mi mejor amiga junto con algunas más.