Demons.

Holmes Chapel.

Hola chicas, sé que he subido este capítulo muy rapido. Pero la señorita Lucy, hizo que llegara a 350 leídos, y si vieron les habia puesto que si llegaba a eso iba a subir el capítulo que falta. Ya cuando llegue a 500 o más, colocare el nuevo capítulo. Y cuando sean 1.000, pues hare una maratón de 2 capítulos. Agradezcanle a @xLucyBonettx. Listo, acá el capítulo.

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Arizona.

Me encuentro en el auto, camino a un destino inesperado, un destino desconocido. Mis padres dicen que será bueno para mí. Yo les creo, porque jamás me han mentido. Y si lo han hecho, yo no me he dado cuenta.

El viaje es lento, y rápido a la vez.

Observo por la ventanilla del automóvil, montañas y hogares borrosos. Los autos nos rebasan rápidamente.

Nos encontramos cerca de nuestro destino.

Mis padres son empresarios, digamos que son buenos empresarios. Y eso les da algo de ventaja al tener una hija con este tipo de condición, pueden pagar todos los tratamientos y psicólogos que necesito.

Es difícil tener esta condición, y aún más conmigo. El autismo afecta la mayoría del tiempo a los hombres. Así que mi caso es muy cerrado. Soy al parecer una de las únicas mujeres que sufren de autismo.

Mi autismo ha mejorado, si lo comparamos a como era antes.

Antes me auto lastimaba, cuando estaba muy furiosa me atacaba a mí misma, o me descargaba con cualquier cosa que encontrara. Pero aprendí a controlar mi ira.

Una vez cuando tenía diez años,  unos niños se estaban burlando de mí, decían que era un fenómeno, yo nos les preste atención. Pero uno de esos niños, me empujo y me tiro al suelo. Los niños no paraban de reírse, yo solo me levante y espere a que el niño que me tiró volviera a acercarse.  En el momento que el niño se acercó a mí. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, a una cercanía razonable. Lo tome del cuello, lo acerque a mí y con mi rodilla le propiné un golpe en todo el esófago. Él se tiró al piso chillando, y sus amigos lo ayudaron a levantarse. Ese niño dijo algo que me hizo querer sacarle los ojos. Él dijo:

 —Eres solo una pobre autista, jamás llegaras a ser algo más que eso.

Eso me dolió mucho y salí corriendo hacia ninguna dirección en específico.

Eso es lo único que recuerdo, porque al parecer me desmaye luego de golpear mi cabeza con un árbol repetidas veces.

Ahora  solamente lloro, y toco el piano cuando siento la rabia recorrer mis venas.

¿Lo ven? Si mejore.

Pasamos cerca de un cartel que decía ´BIENVENIDOS A HOLMES CHAPEL’  Al parecer ya hemos llegado.

Mi padre conducía un poco más lento. Por fin pude ver mejor los alrededores y no solo divisar cosas borrosas.

Vi que había un parque, una escuela y muchas casas. También pude ver que tenían mucha vegetación.

No se veía a mucha gente. Pues claro, son las seis de la mañana de un domingo.

Pasamos por una iglesia, y allí si había gente. Solo ancianos.

El auto se detuvo al frente de un portón de hierro forjado negro. Mi madre volteo a decirme.

 —Ari, esta es nuestra nueva casa. —Su voz estaba teñida de ilusión y mucha ternura.

La mire y pude ver que esa ilusión estaba reflejada en sus ojos color humo. Sentía pena por mis padres, ellos no merecen una carga como yo. Ellos son grandiosos, merecen a una niña normal.