Demons.

¿Ella autista? Me estas jodiendo.

¡Hola!, me disculpo de todo corazón por no haber subido en un mes (creo, corriganme si estoy mal), en fin acá está. Por cierto feliz marzo. Este mes espero no atrasarme con Demons. Ahora pueden leer este capítulo, espero les guste.

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Harry.

Arizona, Arizona. No sé qué me pasa contigo.

No puedo creer que te veía en mis sueños y ahora, de la nada. Estoy frente a ti. Pero no en un sueño precisamente, sí no que es real.

Sé muy bien que sí te llego a decir lo de mis sueños me pondrías una orden de restricción. Y eso es algo que yo no quiero.

Luego de haberle dicho eso, ella se mantuvo callada. Fue hasta que Caroline la llamó diciéndole que su padre había llegado, que ella habló.

Solo se levantó y caminó hasta su padre. Lo saludó y luego de que él le dijera algo que no sé qué fue. Ella esbozo una pequeña sonrisa y fue caminando con algunas bolsas hasta dónde yo me encontraba.

Se sentó, me miró. Y comenzó a abrir las bolsas.

Resulta ser que en las bolsas estaban útiles escolares, tales como; una mochila, cuadernos, entre otras cosas.

Pude ver que estaba alegre, ¿acaso estaba alegre por tener clases?

Si es así, pues que me convide algo de esa alegría.

La estuve mirando todo ese tiempo, y parece ser que le comenzaba a incomodar. Y sé eso por qué me dirigió una mirada mordaz, con la que supe que debía volver a con lo mío.

Y eso hice, aunque no tenía muchas ganas. Me entretenía mirarle.

Escuché la voz de mamá llamándome. Y seguí su voz. Ella, Caroline y Robert estaban en la barra de la cocina.

Sé su nombre por qué escuché a Caroline llamarle así.

Me detuve al lado de mi madre. Quién me sonreía cálidamente. Me presentaron con Robert y luego de eso nos despedimos. Robert nos llevaría a casa.

Me iba a despedir de Arizona, pero no sabía dónde estaba. Caroline la llamó y ella bajó.

Mamá se despidió primero, ella le dijo algo a Arizona, a lo cual Ari le sonrío un poco. Me acerqué y la abracé, ella sólo se quedó de piedra, con los brazos a sus costados. Al sentir que estaba tan tensa y algo molesta, me separé. Ella tenía la cara llena de sorpresa, y yo estaba muy avergonzado. Sentía mis mejillas calientes. Y las de ella se estaba tornando rosadas. Le murmuré un pequeño 'adiós' y me alejé a despedirme de Caroline.

Robert nos esperaba en la entrada, salimos y entramos al auto.

—Harry —me llamó la voz de Robert—, quiero decirte algo muy importante sobre Arizona si te planteas ser su amigo.

Carraspee un poco, y pude hablarle.

— ¿Qué es lo que pasa?

—Verás, Arizona es algo complicada. Pero no de mala manera, ella no tiene culpa de lo que tiene. En fin, a ella no le gusta que la toquen, por esa razón no te devolvió el abrazo. Segundo, Arizona es muy cerrada así que será difícil para ti saber de ella. Debes tener en cuenta que sí ella decide abrirse a ti, o sólo abrazarte. Eres importante para ella.

Sé que Robert no quería que llegara a incomodar a Arizona, y por eso me decía eso.

Estaba sorprendido, obviamente. ¡Yo no sabía absolutamente nada!, y además nadie me había dicho sobre eso. Así que le agradezco a Roberto por hacerme saber tal cosa.