Ocho

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Mi cuerpo se sentía pesado. Luche en vano por abrir los ojos, siempre se negaban  abrirse. Sentí algo en mi nariz, sin duda eso me ayudaba a respirar mejor. Mis dedos dolían tanto de los pies como de las manos, dolían de una horrible manera. El pecho también me dolía. No tenía idea de que era lo que había ocurrido exactamente.

Sobre mi mano izquierda sentí una piel suave que me tocaba, quería mover mis dedos y acariciar la mano de Niall, decirle que estaba bien, un poco dolorida pero bien. Pero mis estúpidos dedos se negaron a moverse.

-_____ ¿me escuchas? –dijo él. Su voz sonaba rara y no era difícil adivinar que estaba llorando.- esto era lo que tanto me temía. Prometiste alimentarte bien ________, lo prometiste. –sentí una de sus mejillas rozar contra mi mano.- ¿sabes? Me siento culpable, debí cuidar de ti asegurarme de que comieras bien, debí haberte metido la comida a la fuerza.

Me concentre en poner mi toda mi fuerza en mi dedo índice y logre apenas moverlo.

- ¿_____? ¿Me escuchas? Dios _______, recupérate pronto te lo suplico. Hazlo por nosotros. Recuerda que quiero pasar el resto de mi vida contigo. –Niall apretó sus labios contra mi frente. Escuche que la puerta se cerró, y unos pasos acercándose hacía donde creo que estaba Niall.

-debes descansar Niall –sin duda era la voz de mi papá. Oh Dios mío mí papá por primera vez estaba en un momento difícil para mí. Quería llora de felicidad, mi papá había dejado todo para estar conmigo, estaba hablando de una manera civilizada con Niall y yo estaba tendida en una cama sin poder moverme y sin poder pronunciar palabras.

-quiero quedarme, no estoy cansado

-Niall por favor, no has salido de esta habitación en dos días

¡Dos días! A donde se habían ido esos dos días, como me pase dos días dormida, esto tenía que ser un mal sueño, un estúpido sueño terrible.

-ve a descansar, toma un baño duerme unas horas yo me quedaré con ella

-sinceramente, no confió en usted, se irá y la dejare sola

Hubo un silencio prolongado hasta que ya no pude seguir luchando contra mi cuerpo y volví a dormirme.

**

-¿Katy? –susurre viéndola sentada en un sillón al final de mi cama con los ojos medio cerrados. Se paró rápidamente caminando a mi lado.

-nena… iré por un doctor

Apreté su brazo impidiendo que se fuera -¿Dónde está Niall?

-nena tranquila, debe llegar en unos momentos, él fue por un café. Tranquila debo llamar a un doctor. Regreso enseguida.

Sin decirme nada más salió apresuradamente de la habitación. Cuando mire mi brazo derecho tenía un moretón sobre la aguja incrustada en mí vena, segundos más tarde vi a Niall entrar con un vaso de papel con café sus ojos se abrieron completamente cuando me vio.

Dios mío sus ojos estaban hinchados, y tenía ojeras rosadas. Mi hermoso ángel estaba siendo opacado por unas enormes ojeras. Me dolió verlo así, tanto que mis lágrimas comenzaron a salir.

Se apresuró a mi lado dejando el café en la mesita que estaba a un lado de mi cama. Se inclinó hacia mí poniendo sus manos alrededor de mi cara. Me miro a los ojos acariciando mis mejillas.

-Por fin puedo ver tus ojos –susurro- Dios mío _______ he esperado por que abrieras los ojos. He extrañado tu voz dime algo lo que sea por favor –rogó

-te amo –dije con voz áspera

Él me sonrió y beso mi frente. Luego mis mejillas. Sentí una de sus lágrimas deslizarse por mi cien, quería seguir hablándole pero me dolía la garganta, y de pronto el pánico se apodero de mi ¿Qué me había pasado como para caer en el hospital?

-¿Niall? –susurre y él se apartó ligeramente de mi- ¿tengo cáncer en la sangre?

Sus ojos se abrieron completamente, y desvió su mirada de mí, oh por Dios… no. Mi nariz se arrugo cuando me negué a que mis  lágrimas salieran. Luego Niall me miro a los ojos, cuando vio mi reacción frunció el entrecejo y pasó la lengua por sus labios. Cerró los ojos y los abrió rápidamente para comenzar a hablar.

-no mi amor, estas bien, pero debes esforzarte por comer bien. –Suspiró- no puedes ser tan irresponsable _______. Te lo dije, te lo dijo el doctor, te lo dijo Harry, te lo dijo Katy pero tú no…. lo siento princesa –dijo acariciando mi mejilla derecha- pero no es nada agradable verte dormida por días, pálida e indefensa.

-también tenía miedo –susurré. – miedo de no verte ¿dónde está papá? ¿Regreso a su trabajo? –pregunte rápidamente

-¿cómo lo sabes? –dijo sorprendido. Cuando por fin entendí su pregunta sonreí, no lo había imaginado o soñado, mi papá había estado ahí, tal vez ya no regresaría pero el solo hecho de saber que estaba ahí, significaba que al menos le importaba un poquito lo que me pasaba.

-te escuche, escuche a mi papá aquí. Pero no lo suficiente, mi mente quedaba en negro a cada rato.

Niall me sonrió dulcemente –Sí, él estuvo aquí. Marcus estaba muy preocupado por su princesa.

Fruncí el ceño ¿él preocupado por mí? Noticias nuevas.

-no me mires así ___________, tu papá se volvió loco, estuvo aquí todo el día…

-pero se fue verdad, se fue y no regresará

Niall se puso tenso y ya sabía la respuesta. –probablemente esté aquí más tarde.

Fuimos interrumpidos por una enfermera delgada con nariz aguileña y voz chillona. Ajusto la aguja que pasaba el suero y me dolió bastante.

El doctor me dijo que debía comer bien… pronto me iba a hartar de escuchar eso. Y debía estar en reposo durante una semana entera. Y seguramente esa semana la pasaría sola como hongo en mi cama.

Romeo y Julieta 2 (Ángel azul) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora