Nueve

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-No iré y es mi última palabra –dijo Niall recostado  a mi lado.- y en el fondo quieres que me quede aquí –dijo sonriente. Y era verdad quería que él se quedara acompañándome toda la semana, pero era muy egoísta de mi parte obligarlo a quedarse encerrado conmigo.

-Niall no es necesario, puedo cuidarme sola, me alimentaré

-eso dijiste la última vez… -sus ojos se abrieron y luego me miró- hablando de eso, ven, preparemos algo de comer. ¿Qué se te antoja hoy? Y no bromeo _____, esta vez tú decides, es tu decisión.

Me encogí de hombros y Niall me miro con desaprobación.

-no me moveré de aquí, no te hablaré y no te besare si no me dices –su tonó era acusador, y estaba ablando muy enserio.

-bien tú ganas, entonces… se me antoja un poco de pollo y espagueti.

Niall me sonrió mientras asentía y me jalo hacía la cocina. Me ayudo a picar una pechuga de pollo, mientras lo hacía mantuve mi nariz arrugada, no me agradaba hacerlo.

-Niall ¿podrías encargarte de esto? Prefiero encargarme de otra cosa, esto es asqueroso.

Él se rio de mí. Me pasó la pasta.- toma pon esto en el agua caliente.

Era tan torpe que cuando abrí el paquete con palillos de pasta la mitad cayó al suelo.

-mi pequeña chiflada, ¿Qué voy a hacer contigo? –Niall se rio y yo hice una expresión infantil. –Anda ve –me dijo señalando a la televisión en la sala.

-¿pero qué…

-fuera de aquí –dijo él y me dio una palmada en el trasero y solté un gritito.- chiflada… -dijo en tono gracioso cuando me aleje riendo.- así me gusta, verte sonriente cariño –grito desde la cocina.

-apúrate, tengo hambre -le grite d regreso.

-Hay señora Horan, no me presione que dejo todo ahora mismo y voy por usted para callar esa exquisita, adorable, irresistible y besable boca

-ok, me rindo, pero quizá siga hablando, quizás quiero que me calles… esta noche…

-puede ser –dijo en una promesa vacilante.

-señora horan –susurró Niall yo me removí bajo las sabanas- señora Horan! –dijo una vez más

-deja de decirme así, no soy una vieja! –dije en un tono alto mientras me sentaba de manera brusca en la cama. Me arrepentí de mis palabras- lo siento es que me hace sentir vieja.

Niall no dijo nada tampoco me miro. Sus ojos miraban a la televisión frente a la cama y se mordía el labio.

-Niall –susurre, pero él no me miró.

-debo irme –dijo él y antes de que pudiera hablar una vez más el hablo- es tarde para ir al trabajo.

-Niall… -salí de la habitación detrás de él, yo estaba mucho mejor, ya había pasado una semana y aunque aún estaba un poco débil, pasar tiempo con Niall m había hecho sentir mejor que cualquier medicina.- bien! Eres un ridículo no puedes enojarte conmigo por eso. –No contesto- hay! Eres frustrante, ya no eres un niño!

-lo sé. Pero estas insoportable –dijo y salió a la calle subiéndose a el nuevo auto que la empresa de papá le había asignado.

Y ahí estaba yo sola como siempre. Todos me abandonaban. Mi mamá, Harry cuando fingió amarme, mi papá y ahora Niall… no, él no se parecía en nada a los demás, aunque debo excluir a mamá de todo esto, ella murió y no es justo que me desquite con ella. Quería llorar, había hecho sentir mal a Niall, él siempre quería hacerme sentir bien, apoyarme y yo me comportaba como una idiota con él, con mi tierno y bello ángel.

Sentía que mi cabeza iba a explotar de tantas cosas que estaba pensando y solo necesitaba una cosa para sentirme mejor y sin duda era que Niall estuviera a mi lado.

Ordene comida china y estaba sola frente al televisor comiendo, me resistí de marcar al celular de Niall, sabía que estaba enojado por mi conducta pero era una est*pida orgullosa. Una vez que termine mi comida muy a la fuerza, fui a la habitación  por mi celular y le envíe un mensaje a mi marido… aun me suena raro decir o pensar eso.

*¿Llegarás para la cena?*

15 jodidos minutos después me contesto, pensé que no tardaría nada en contestarme.

*Estaré en casa a la misma hora de siempre*

Definitivamente algo andaba mal, siempre me contestaba con cosas bonitas, y finalizaba con un “te amo” era más que obvio que estaba enojado. Y entonces caí en la cuenta que nunca, nunca se había enojado conmigo… ni siquiera cuando me vio besando con Harry…

Decidí meter a la lavadora un poco de ropa para distraerme un poco, colgué todas las blusas y camisas en ganchos… eso es lo que se hace ¿no? y luego los puse sobre el cordón para tender la ropa.

Nunca había tenido la necesidad de lavar mi ropa, así que eso me dejo un poco cansada, sin decir que estaba totalmente aburrida. Tenía que buscar un trabajo o me volvería loca. Me acurruque entre las sabanas y me coloque los audífonos… minutos y 4 canciones después me quedé profundamente dormida.

Desperté con un olor exquisito a queso… pero no tenía tanta hambre. Camine a la cocina y Niall estaba en pijama sacando jugo de naranja de la nevera. Estaba de espaldas así que no me había visto.

-hola –susurre

-hola –dijo pero no se giró para verme.

Camine hasta llegar a su lado, con mis ojos hinchados por dormir horas. –lo siento Niall, no quiero que estés enojado conmigo

Niall me miro, pero sus ojos no me revelaban nada, pocas veces tenía una expresión así.-  ¿piensas que estoy enojado? –Asentí- no estoy enojado _______, pensé que te gustaba ser mi esposa…

-me gusta –dije asintiendo con la cabeza- solo que me hace sentir vieja… somos muy jóvenes Niall,  te amo demasiado, no podría explicarte cuanto…

-¿Por qué simplemente no me dijiste de una buena manera? Te pusiste como loca… pensé que te estabas fastidiando de mi

-¿eres tonto? –Dije sonriendo, pero el solo frunció más el ceño-  no vez lo loca que estoy por ti –me acerque a él mirando hacia arriba a sus hermosos ojos azules- nuestra primer pelea –susurre y Nial sonrió- ¿te das cuenta que jamás, jamás habíamos peleado?

-no peleamos _____, solo fue un mal entendido, me amas te amo… -se encogió de hombros.- todo está claro

-eres tan tierno Niall… es difícil enojarse contigo… y te amo, -le bese y el rodeo sus brazos sobre mi cintura, no deje de besarlo y lo iba a aprovechar al máximo ahora que mis pulmones habían dejado de exigirme oxígeno. Puse mis manos alrededor de su cuello y me apretó el trasero con una mano. -¿tienes hambre? –le pregunte mientras tomaba un poco de aire.

-de ti –susurro contra mis labios y nos volvimos a besar.

Eso es todo por ahora, hasta más tarde actualizo. Por favor si te gusta la novela:

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xo

Romeo y Julieta 2 (Ángel azul) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora