Capítulo 6

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(hiiiiiiiiiiiiiii, bueno lo primero quería pedir disculpas por que sé que tardo mucho en subir capítulo; he estado con exámenes y luego de viaje, pero a partir de ahora eso va a cambiar y voy a subir más a menudo. Ah, y que no se os olvide comentar y votar, me gusta mucho leer vuestros comentarios :) Sé que la fanfic es una mierda, pero a partir de aquí se pone interesante así que seguid leyendola por favorrrr. ily xx)

Salimos del coche para caminar hasta el restaurante, tal y como habíamos previsto. Hacía un día soleado y despejado, y aunque el sol calentaba algo la piel, hacía fresco. Caminábamos por la acera, uno al lado del otro. A nuestra derecha había un parque, lleno de altos árboles que por lo anchos que eran parecían llevar ahí una eternidad. Aunque íbamos en silencio, no era un silencio incómodo, si no todo lo contrario. Iba fascinada por cómo era esta parte de la ciudad, tan lujosa e impecable, tan... Harry. Aunque él no era el típico tío con dinero y creído, eso estaba claro. De hecho, me sorprendía que  fuese tan cercano y encantador; los chicos en familias ricas no tienen nada que ver con eso, sino que eran todo lo contrario a él, presumiendo de lo que son y lo que tienen. Harry no. Él era distinto, y creo que de alguna forma, había algo en él que me gustaba... no de "esa" forma, pero se podría decir que podía aguantarle.

"Y aquí estamos" Levanté la cabeza y me paré, ya que Harry lo hizo. 

Cuando vi que estábamos ante un restaurante normal, me alegré. Pensaba que ibamos a ir a uno lujoso y caro pero me alegro de que haya elegido uno donde me pueda permitir pagar un plato de comida.

Conforme entramos, me di cuenta de que las paredes realmente eran grandes cristaleras, tal y como también se podía apreciar desde fuera. Había mesas cuadradas y blancas; las sillas eran del mismo color, y también las grandes macetas que había cerca de las cristaleras. El suelo era de mármol negro, y al fondo había una barra roja con altos taburetes. También me di cuenta de que todo el mundo tenía nuestra edad, entre dieciocho y veinte y pocos años. Nos sentamos en una de las mesas, teniendo a Harry sentado en frente mía. Segundos después una camarera que la primera palabra que se me vino a la mente al verla fue "guarra", apareció. Era rubia y alta, con curvas, e iba vestida con unos leggins que probablemente serían dos tallas más pequeñas de la que debería estar usando, y una camiseta blanca con un gran escote que permitía ver más de lo que cualquiera querría. 

"¿Qué vais a pedir?" Preguntó, conforme sacaba una pequeña libreta y un boli del ridículo delantal con el logo del restaurante que llevaba puesto.

Ojeé el menú por encima, aunque Harry no lo hizo; pues ya tenía clara su elección. 

"Yo quiero una hamburguesa" Dije sin levantar la cara del menú y sin mirarla, pues sabía que si lo hacía, una cara de asco se apodedaría de mi.

"¿Y qué quiere este atractivo chico?" Preguntó, poniendo una mano sobre su cadera y mirando a Harry. Tuve que mirar hacia abajo para evitar descojonarme en su cara por el patético comentario.

"Um, yo pediré una pizza margarita" Respondió, con una extraña mirada hacia la camarera, cuyo nombre era Steph, ya que así lo ponía en una placa en su camiseta. Apuntó el pedido y se marchó.

"¿Y qué quiere este atractivo chico?" Dije imitando la voz de la camarera mientras apoyaba los brazos cruzados sobre la mesa.

Harry miró hacia la derecha levantando el cuello y riéndose, mostrando esa sonrisa doblada que había llegado a gustar de alguna forma. Luego miró hacia abajo, sosteniendo la sonrisa. Haciendo, que yo sonriera también, sin darme cuenta.

"No tiene gracia en verdad" Dijo mientras sonreía y me señalaba. "Siempre que vengo me atiende esa camarera, supongo que estará enamorada de mi o algo" Mencionó, con aire de superioridad pero un claro cachondeo en su forma de decirlo.

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