5: ¿qué me pasa?

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Narradora

Jared y ____ habían tenido una breve conversación, pero había algo en el ambiente que hacía que, a pesar de las pocas palabras que habían intercambiado, Jared no quisiera dejar el lugar. Por su parte, ____ estaba viviendo un sueño, y aunque a momentos se incomodaba al notar que Jared la miraba tan fijamente con esos penetrantes ojos azules, se sentía bien en su compañía, él era un hombre especial. ____ dudaba, no sabía si lo que sentía era por haber sido una fan de la banda (y de Jared por supuesto) por tanto tiempo o si era porque estaba empezando a ¿enamorarse?...

Luego de que ____ hubiera omitido respuesta a la pregunta de Jared, le ofreció un café, Jared acepto feliz, le encantaba la compañía de esa mujer tan especial, la veía tan frágil que sentía la necesidad de quedarse cerca de ella y protegerla, de estrecharla en sus brazos, de sentir su perfume, su cuerpo, pero, era demasiado pronto, él no quería asustarla o hacerla pensar que era un juego para él…

Narra Jared

Me estaba volviendo loco por abrazarla, es que ____ tiene un magnetismo… algo que me atrae sin control a ella, lo que me impide apartar la vista de ella, sus ojos, su cabello, su sonrisa, su cuerpo, su piel tan pálida… ¿qué demonios me está pasando?, ¿qué tiene esta mujer que me provoca todos estos sentimientos?, si ni siquiera la conozco lo suficiente… Sé que tengo fama de mujeriego, de salir un día con una y al otro con otra, pero, esta vez siento que es diferente, es más, estoy absolutamente seguro de eso, y de que ella dejará una huella en mi vida, en mi corazón…

Me invitó un café, ya eran las 5:30 pm, acepté sin dudarlo. La acompañe hacia la cocina, y ella puso agua a hervir. No entendí por qué lleno el hervidor hasta el tope, si solo era necesario un poco para dos cafés, sonreí al ver eso. Se veía tan serena, dulce, linda. Ella sacó café y azúcar de uno de los muebles y los puso en la mesa que se encontraba en medio de la gran cocina. Luego puso las cucharas, todo sin decir una palabra, parecía perdida en su propio mundo, un mundo al cual Yo quería pertenecer. Entonces estiró sus brazos para alcanzar las tazas, al notar que se ponía en puntillas para lograr alcanzarlas sonreí nuevamente al ver esa escena, no solo por lo divertido, sino por lo espectacular que se veía su cuerpo, no había notado aquella diminuta cintura, con contorneadas caderas, las cuales eran acariciadas por mechones de liso cabello, su perfecta cola y largas y tonificadas piernas (ella llevaba un short), me encantaba, sencillamente me encantaba… ella seguía tratando de alcanzar su objetivo y no lo lograba, aquella repisa era muy alta,incluso para ella, así que me acerqué a ayudar…

Narras Tú

Fuimos a la cocina en un silencio total, no sabía que decirle, que preguntarle, la verdad sí sabía, quería saber todo de él J , pero las palabras no salían de mi boca. Tenía miedo que quisiera irse por estar aburriéndose ahí conmigo, así que llene el hervidor con agua hasta el límite, así demoraría más en hervir. Sentía sus ojos en mi espalda, estaba muy callado, de vez en cuando lo miraba y tenía una expresión de tranquilidad y una sonrisa dibujada en su perfecto rostro, me empezaba a poner tensa de nuevo así que comencé a repasar canciones en mi mente para distráeme un poco y no pensar tanto en que él, Jared, estaba conmigo allí. Puse lo necesario en la mesa para tomar el café, hasta que trate de alcanzar las tazas y no pude u.u , me puse en puntillas, cuando lo sentí…
Jared estaba detrás de mí, podía sentir su respiración en mi cuello y su cuerpo cada vez más apegado al mío. Mi respiración se agitó, el puso una mano en mi cintura, lo que hizo que mi piel se erizara, estaba inmóvil, con mis brazos aún en alto tratando de alcanzar la maldita taza – o ¿bendita?- no podía pensar. Jared, con su otra mano tomo una de las mías muy delicadamente, ame el contacto con su piel. Estiró mi mamo junto a la suya y me llevó hasta alcanzar una taza, luego hizo lo mismo para alcanzar la segunda… La presión de su cuerpo contra el mío era cada vez mayor, mi corazón iba a explotar, mis piernas se sentía débiles… entonces… no pude aguantarlo más, tomamos la taza y me llene de valor… me volteé, quedando frente a frente a él. Jared seguía con una de sus manos en mi cintura y soltó la taza, dejando una mano libre, me sonrió…yo estaba a punto de caer… quería besarlo, pero no podía hacer eso… él puso su otra mano en mi cintura, rodeándome y apegándome un poco más hacia él… podía sentir todo su cuerpo contra el mío, todo!... de pronto…..

El dolor no es en vanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora