Cap. 18

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Esta noche en particular era demasiado extraña, para que los policías intervinieran no había demasiado ruido por las calles, conforme avanzaba podía ver las patrullas circular sin siquiera tener las luces prendidas, a los oficiales caminando con sigilo y al parecer algo asustados, que torpes eran!, ellos buscando y yo por encima de ellos, me vi obligada a bajar de los tejados y atravesar las aceras, mientras lo hacía debía agudizar cada vez más mis oídos y mi vista, antes ya he dicho que la oscuridad es algo que me aterra, sin embargo ahora siento que la noche es mi mejor cómplice, el silencio se siente tan reconfortante, al inicio me pareció difícil pasar sin ser vista entre tantos oficiales, pero ahora todo se volvía sencillo, parecía que mis ojos se habían acostumbrado por completo a la oscuridad, y ahora me movía con tanta libertad al igual que había visto a Jeff desplazarse con gran agilidad, luego de lo que me pareció una eternidad por fin llegué a mi objetivo, el bosque, como era de esperarse patrullas se encontraban en el límite de éste y luces de linternas se lograban divisar entre los árboles, estos tarados tendrán suerte si no se encuentran con esos monstruos seguro que sería una verdadera masacre, en un despiste de algunos oficiales me adentre al bosque, cuidando de no hacer ningún ruido, cosa difícil debido al lodo ramas y hojas esparcidas por todo el lugar, continué avanzando escondiéndome entre los arbustos y árboles para evitar que me detectaran.

-Lo encontraron!- Escuche decir por uno de los oficiales a sus compañeros

Jeff eres un idiota, un idiota muy valiente, pero ahora es mi deber ayudarlo, no dejaré que él pague como aquella otra criatura que dio su vida por mí, seguí a los oficiales con sigilo hasta el lugar, una vez allá, un grupo numeroso se encontraba rodeando una parte de una clase de cerro muy alto, la atención de todos los presentes se encontraba en el centro de aquel circulo, lo que me permitió escalar con una agilidad que incluso a mí me sorprendió, al llegar a una altura considerable por fin lo vi, se encontraba tirado en el suelo con su sudadera manchada de rojo y alrededor de él tierra teñida del mismo color, era más que obvio que se encontraba gravemente herido, si ni siquiera podía levantar la mirada, seguía con vida podía ver su pecho agitándose y tratando de respirar

-Te dije que esta vez serías mío- Dijo el oficial que anteriormente había asesinado a aquella chica

-Esto...aún no termina....-Jadeó muy apenas mientras escupía sangre

-Tienes razón, aún no termina, pero lo hará pronto....- Respondió mientras sacaba su pistola y apuntaba a la cabeza de Jeff

Todo pasó en menos de un segundo, no sé de dónde tomé la fuerza, la agilidad o siquiera la locura para bajarme del árbol y llamar la atención de todos los que se encontraban en el lugar.

-Que cobarde eres... es acaso que solo no podías con nosotros?- dije poniendo las manos en la cintura

-Y tú que torpe al aparecerte aquí justo ahora, acaso crees que no puedo matarte justo aquí?

-Sé que no lo harás, para cuando lo intentes estarás muerto- respondí confiada.

El oficial rió y comenzó a avanzar hacia mí abriéndose paso entre sus compañeros, al quedar frente a frente apuntó su pistola a mi estomago

-Nos haces el trabajo tan fácil, crees que solo tu podrás detenernos?

-Y quien dijo que vengo sola?

Sonreí mientras miraba hacia atrás..


La Hija de Laughing JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora