Cartas para los amores muertos...

Tù culpa.

Te escribo ésto sin amor, sin el menor deseó de alabarte y con todo el enojó que llevó guardando por tanto tiempo en mi corazón, conozco los años exactos, pero no dejaré que una medida me haga ver más patética ante ti... Porqué estoy molesta, destrozada y decepcionada...
Una y otra vez rondaban en mi mente una serie de errores, unos más grandes que otros. Muchos de los que ni siquiera conoces su existencia, pero todos con el mismo desenlace, perdiendote.
Siempre he sentido celos, toda mi vida, pero sólo de ti. Te preguntarás, ¿cómo puede ser entonces que diga que toda mi vida?, Y aquí viene la respuesta trillada, porqué tú me hacías sentir viva, no es que el reflejarme en tus hermosas pupilas color miel, o escuchar mi nombre en tus susurros me hicieran existente... Sólo que...Me hacías sentir...Cosas... Acciones... Emociones, me hiciste ennojar, reírme, decepcionarme, llorar y volver a reír. Podías hacer todo éso en un día, pero siempre preferirse ignorarlo a tú conveniencia.
No puedo decir que no me quisieras, éso, lo tenía o lo trataba de tener en claro...Pero siempre estaba ésa duda, "sí me quiere ¿por qué está con otras", ¿por qué no se sienta a contemplarme?", "Tan difícil soy?"...Y dime, ¿lo era?.
No lo creó, no creó que si quieres tanto a alguien y ésa persona parezca mostrar todo lo contrario, tú la hagas desaparecer,en cambio, lo hiciste... Aún así, cada vez que volvias te escuchaba culparme, o a las otras chicas, y aceptaba nuestro nuevo jugueteo, tú paseó por el camino entre quererme y ver si yo correspondía o no...Nunca saltaste al vacío, nunca quisiste ir a lo inseguro conmigo, en cambio yo, siempre te recibí, con recelo, pero con gran afecto, te juro, de éso, no hay duda.
Entonces, sí, es tú culpa, tus decisiones adornadas de poca compasión, toda culpa tuya, que te alejes, que bese a otros y que llames a otras; novia, mi amor, cariño, cielo...quien sabe, puede hasta que encuentres otra con mi nombre.
Me preguntó cómo sería...
No, ni siquiera puedo imaginarlo, estoy en un punto en que el amar a alguien, sería con tú rostro, tus manos, tú boca... Ésa boca...Que no sólo me saca suspiros con acciones, también con palabras, risas, gritos...
Así que te culpo, no por ser quién eres, pues la personalidad radiante la tienes, nata y soberbiamente tuya.
Te culpo, por no querer ser...
Por huir, por compararte, por pensar que la distancia es más difícil que el décimo arte y que me lastimas menos uyendo que permaneciendo...
Si me conoces tanto, sabrás que me alejo y que tomo en cuenta la opinión del otro, pero si me conoces mejor, sabrás que mis decisiones son disyuntivas, porqué siempre hablo en base a lo que el otro quiere escuchar... Al final cada consecuencia será tú culpa, para que en un futuro, cuando todos mis reclamos no sólo vayan del papel a tú rostro y sea cara a cara...No puedas culparme, porqué te culpo.
Te culpo por adelantado.